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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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24 de diciembre de 2006

DE PIEDRA Y SOMBRA, antología poética de DOLORS ALBEROLA


Ediciones Atenas, de Barcelona, ha editado una extensa antología (324 páginas) que recoge la trayectoria poética de Dolors Alberola, desde 1982 hasta 2006. La viñeta de la portada es de Enfero Carulo, que nos presenta su cuadro llamado "El pueblo". La selección y el amplio estudio preliminar corren a cargo de Domingo F. Faílde, que nos aproxima a la obra de la autora.
De ella ha dicho: La poesía de Dolors Alberola rehúye de modelos y apriorismos. La suya es una obra independiente, ajena a planteamientos de grupo o generacionales. Por esta misma causa, se recrea en lo auténtico y atiende a la palabra más que al diseño sintáctico de sus enunciados. Es el alma de los significantes y la batuta métrica del poema. Josela Maturana dijo de ella en una ocasión que sus poemas no defraudan jamás. Los poemas de Dolors Alberola son perfectas arquitecturas, en cuyo logro suele desplegarse toda una batería de recursos que, utilizados con destreza suma, delimitan la idea y enriquecen su contexto significativo. Célebres al respecto son sus grandes poemas, muy conocidos y celebrados: Oda posterior a la última oda, El mito de Brownin, No hubiera amor más grande, Como cada domingo... En ellos manifiesta su obsesión por la música, cuya ascendencia habría que buscarla en la estética de J. E. Cirlot, uno de los poetas a quienes reconoce como maestros.”Dolors Alberola, ha publicado más de una treintena de títulos, desde la lírica más intensa hasta su perfecta intimidad; donde se recoge el reposo necesario, la unión precisa entre forma y contenido, que la hacen perdurar.
Valga esta antología, como muestra, imprescindible, de su obra.


Pedidos contra reembolso:
 
PVP: 14,95 € más gastos de envío (4 euros).
José María Pinilla
(Si desea solicitarla, pinche en comentarios y lea los datos a aportar).

20 de diciembre de 2006

MOZART en Jerez


Hermoso, muy hermoso, el concierto de la orquesta del Teatro Falla en la catedral de Jerez. El escenario, con su esplendor barroco, hizo olvidar el frío de la noche, y la puesta en escena, sobria y elegante, contribuyó al recogimiento de un público entendido, casi al filo del síndrome de Sthendal.
Mozart, el Mozart más profundo y riguroso, cobró vida en las notas de músicos, sopranos, tenores y coro, que, sabiamente guiados, ofrecieron al auditorio una excelente interpretación.
Para que luego salga algún listillo, diciendo que en Jerez no se hace cultura. ¡Lo que hay que oír!
Aplaudimos por ello la iniciativa de los promotores y su espíritu tolerante e integrador. La música, en efecto, es un milagro.    


Redacción

18 de diciembre de 2006

Las imágenes de la boda

El 15 de diciembre contrajeron matrimonio los poetas Domingo F. Faílde y Dolors Alberola. Al enlace, celebrado en la Casa de la Juventud, siguió un acto poético y musical, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, entre tapas, tarta y vino, parte del cual fue gentileza de las bodegas de González-Byass. Para ver un reportaje, breve por fuerza, de lo sucedido, debe pulsarse el siguiente vínculo: www.boda2006-reportaje.blogspot.com

17 de diciembre de 2006

En breve, dispondrán de un amplio reportaje, no se nos vayan...

La delicada Laila y sus alas de Isis, magia nocturna.

El novio, la madrina y uno de los amigos, no iban a ser menos: os mandan besos.
La novia os agradece a todos la asistencia y os brinda su amistad y su cariño.

16 de diciembre de 2006




















Hola amigos, ayer fue un día muy feliz para todos los que os queremos. Felicidades. Esto es para que lo pongas en vuestra página:

La noche del viernes ha sido para todos los amantes de la literatura y en particular para los que somos amigos del nuevo matrimonio, formado por Dolors Alberola y Domingo Failde, una noche mágica. A la alegría de compartir celebración de matrimonio con ambos, se unía la riqueza literaria, que colmó de satisfación a todos los asistentes. Muchos fueron los amigos que, rindiendo homenaje a los desposados, nos deleiraron con sus poemas y que hicieron la velada apasionante de contenido, riqueza lingüística y calidad humana. Mágica, es la palabra que define este día. Fueron más de 150 personas, me atrevería a decir que se aproximaban a las 200, las que nos dimos cita en la casa de la juventud, desde las 8 de la tarde hasta cerca de las 4 de la madrugada. Os deseo toda la felicidad del mundo en la nueva andadura que habéis emprendido.
Marieta Sanz

Boda de Domingo F. Faílde y Dolors Alberola


Varios momentos del acto literario y musical que siguió a la ceremonia del enlace de Domingo F. Faílde y Dolors Alberola. La primera fotografía de ambas filas, muestra sendas vistas parciales de los asistentes. En la segunda de abajo, vemos un momento de la hermosa coreografía de Laila y a continuación Dolors Alberola posa junto al poeta y editor catalán José María Pinilla y su esposa, la poetisa colombiana Marthaluz Lopera. Arriba, los poetas Faelo E. Poullet, Julio Rivera Cross, junto a Domingo F. Faílde y Llucià Domínguez. A su lado, Carlos Valverde, director de poesiapura.com, durante su brillante intervención. Finalmente, Ángel Hortas y Miguel Ángel Chamorro, en un momento de su mágica actuación.

14 de diciembre de 2006

Tertulia

 Como cada martes, seguimos reuniéndonos en el Bar Cachón. Cada día somos más, como pueden ver. En primer plano a la derecha Amaya, seguida por Domingo, Isabel, Lola, Teresa, Dolors, Juan y María Teresa. El tema que tocamos fue la oda a Salinas de Fray Luis de León. Analizándola bajo el punto de vista de la técnica poética y de la ideología.
La próxima semana, aparte de poemas propios, como siempre, trataremos la obra de Juan Eduardo Cirlot. Están invitados todos aquellos que gusten de la poesía.

8 de diciembre de 2006


EL CALLEJÓN DEL GATO 2006 DESEA
A AMIGOS Y ENEMIGOS
UNAS FELICES FIESTAS

PERROS AL AST


Descubrir, entre las erratas que se dan en prensa, un apetito enorme, es tema adecuado para estas vísperas de Navidad. Ya no se comen solamente polvorones. Pobres perros, cuídense de periodistas con prisa.






Nace una nueva editorial en Cádiz volcada en poesía y gastronomía
PEDRO ESPINOSA - Cádiz
EL PAÍS - 30-06-2006


Entre las clases culinarias impartidas en la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez, hay espacio para la creación literaria. Una editorial , EH Editores, nacida en el seno de este centro educativo ha iniciado dos líneas: una dedicada a la gastronomía, que impulsará recetarios y la recuperación de investigaciones; y otra centrada en la poesía, con una apuesta por autores de prestigio sin barreras ni etiquetas de ningún tipo.
EH Editores ha presentado ya los primeros cuatro libros de su línea poética, que han sido editados en una colección bautizada como Hojas de Bohemia. "Son muy diversos. Hemos querido abrir espacios sin sectarismos pero con rigor y pluralidad", explica el director literario, Mauricio Gil Cano. "Son poetas de lengua española de gran calidad. Hemos tratado de huir de los productos de mercado y siguiendo las diversas tendencias", detalla.
El primero de los libros es Gligamesh, de Miguel Florián (Ocaña, Toledo, 1953), un poemario concebido en glosas en torno a las raíces del conocimiento. Según explica su prologuista Julio Asencio, "Florián posee una voz poética, a la par leve y sustanciosa, que trasmite auténtico sabor, tacto, color, belleza".
El segundo volumen de esta colección poética está escrito por el director literario de la editorial, Mauricio Gil Cano (Jerez, 1964), que firma Declaración de un vencido. "Estos poemas hablan de la derrota como una forma de vida", describe el propio autor. Su prologuista, Ana Sofía Pérez-Bustamante, lo define como "un libro hondo, lleno de belleza, que acierta a contagiar su pulso, su emoción".


Ensayos sobre cocina
Del tercero de los libros publicados, Arte de perros, es autora la valenciana Dolors Alberola, quien ahonda en la geografía cotidiana con el perro como pretexto para analizar la existencia con ironía. En el prólogo, la argentina Luisa Futoranky asegura que Alberola ha tendido "una cuerda bien tensada por donde transita en arduo equilibrio la emoción".
Otro jerezano, Julio Rivera, firma el cuarto volumen de la colección. En Habitación en la tierra, "guía al lector por una senda casi iniciática hacia una visión unitaria, una ordenación del mundo y de sus materias que, aparentemente, resulta tranquilizadora", escribe en el prólogo de la obra la poeta Josefa Parra.
EH Editores ya tiene listo un catálogo con otros cinco libros más de la colección Hojas de Bohemia y pretende presentar en breve su línea gastronómica. Habrá recetarios, ensayos sobre la cocina y recuperación de textos históricos del siglo XIX. "Queremos abrir una línea de investigación innovadora", explica el director literario, Mauricio Gil Cano.

6 de diciembre de 2006

LAS NOCHES DE ELVIRA. Nueva sesión

Desde el pasado 21 de noviembre, se viene celebrando cada martes la tertulia literaria “Las noches de Elvira”, que dirige y coordina Dolors Alberola. Las reuniones, muy animadas, tienen lugar en el Bar Cachón, cuyo responsable, entre café y café, copa y copa, se suma a la conversación.
La última, celebrada en la tarde de ayer, giró en torno a la obra de Góngora, abordándose aspectos inéditos de su estética y analizándose su vigencia en la poesía actual, a través de un diaporama realizado por Domingo F. Faílde, quien, además, leyó varios poemas de su libro “Región de los hielos perpetuos”, recientemente galardonado con el premio “Provincia de Guadalajara”,
A la tertulia asistieron también Isabel de Rueda, Maribel Tejero, que leyeron poemas inéditos de hondo calado, Teresa Chacón y Amaya, joven poeta de El Puerto que presentó su obra, muy favorablemente acogida por los asistentes. Cerró el acto Dolors Alberola con uno de sus poemas más recientes.
La gripe, que hace estragos en estas latitudes, impidió la asistencia de algunos habituales: Marieta Sanz y nuestra otra María Teresa.


Redaccion

4 de diciembre de 2006

Con su libro "Región de los hielos perpetuos". Domingo F. Faílde, Premio de Poesía "Provincia de Guadalajara"

Queridos amigos y lectores, os dejo una noticia que acabamos de recibir y que espero la disfrutéis con nosotros. La acompaño con una fotografía de Domingo en nuestro despacho de Algeciras:


Tras reunirse el jurado integrado por Jesús Ángel Martín Martín, Antonio del Rey Briones y José Antonio Suárez de Puga Sánchez, encargado de fallar el premio 'Provincia de Guadalajara de poesía 2006', una vez examinadas las obras presentadas y efectuada la oportuna selección, acordaron conceder el premio a la obra "Región de los hielos perpetuos", de Domingo F. Faílde.
El libro toma su título de una de las regiones del infierno de Dante. En el dominio del frío, los condenados, al helárseles las lágrimas, se ven obligados a llorar hacia adentro.
Partiendo de esta imagen desoladora, Domingo F. Faílde elabora un discurso poético en torno a su propio tiempo, caracterizado por la decadencia del humanismo y su progresiva sustitución por una civilización tecnológica que esclaviza a los hombres y aniquila sus sentimientos.

2 de diciembre de 2006

Asombro y otras cosas...

Leemos con asombro que la presente edición del premio de poesía Ciudad de Torrevieja guarda entre sus haberes un misterio a descubrir. En un principio se pasó una nota con once libros finalistas, poco antes del fallo, la misma entidad aumenta en uno los citados libros y por obra de magia, éste, Habitación de hotel, perteneciente a la uruguaya Cristina Peri Rossi, gana los 18.000 euros. Que alguien nos lo aclare. Busquen, como hemos buscado, antes de comentar los hechos, les propongo ese ejercicio para sus horas de aburrimiento. El que sea más avispado, llame al ayuntamiento y si alguien consigue una respuesta distinta a que "debió ser un fallo al notificar la primera vez el listado de finalistas" -respuesta que evidentemente hemos imaginado nosotros-, que se acerque a nuestro correo y nos lo cuente.
El mundo de la literatura se parece mucho ya al del malabarismo.
No dudamos de la valía de la autora.

1 de diciembre de 2006


EL CALLEJÓN DEL GATO FELICITA A ANTONIO GAMONEDA POR SU PREMIO CERVANTES 2006
El quince de diciembre, nos casamos. Espero que, tanto ustedes como nosotros, seamos felices. Mi saludo a todos los que nos leen.
















¿Quieren ustedes comer poesía? Toma, LLucià, come y vente a la foto. Marietaaaaaaaaaaaaaaa, dónde estás, escapista. Lluciàaaa jr. por qué no te has colocado en este hemistiquio del soneto.
Hemos de destacar en el evento la elegancia de Domingo F. Faílde, el toque risueño y moruno de María, mi cara de satisfacción y plenitud y la pose de actor cinematográfico de Miguel.
Una velada en la que nos lo pasamos estupendamente los siete y tuvimos el gran placer de divisar a lo lejos a alguno de nuestros amigos. Álvaro, me enteré que venías a vernos, pero el desmayo de la señora X te retuvo. "Los de las lentejas" estaban tan guapos como siempre. No pude encontrar a Juan ni a Cuqui, conste que los busqué desesperadamente. La berza estaba buenísima.

29 de noviembre de 2006


Se suele confundir la palabra calidad con fama o prebenda. No hace falta decir que nada tienen en común aunque, algunas veces, los buenos escritores lleguen a lo más alto del podium y puedan vivir incluso de la Literatura.También existe el caso del escritor mediático que, ahondando en la madeja, es mal elector de su propia obra y ofrece en sus lecturas una imagen nada propicia de su arte. Espero, por nuestra salud literaria, que suceda esto último en los casos que me instigan a la crítica.Así, entre estas circunstancias, vengo ya asistiendo repetidas veces a un espectáculo de asombro. La colección Hojas de Bohemia de la Escuela de Hostelería, comenzó con un libro correcto, al que le siguieron títulos muy interesantes y no hace mucho redondeó su cifra de éxitos presentes con mi gran amigo Álvaro Quintero. Evidentemente, entre el trigo suele haber siempre abrojo y no ha faltado la hierba en ese campo de frutales versos y catering.Como el arte y el amor a la palabra son vagones de un tren en el que estamos embarcados tanto ellos como los que llevamos esta página, por esas querencias mutuas, les instaría a remozar el gusto literario y a remontar ese camino de bajada en vertical que llevan en sus últimos pasos.Hay noches en las que vuelvo a casa sin saber dónde fui, qué escuché ni quién tuvo el poco acierto de elegir, pero la mesa de la palabra estaba servida y el pan se puso duro. Arréglenlo, no nos veamos obligados a vacunarnos antes de que la poesía muera de repente, si no sufrió un tiro mortal anoche.Estas ideas me vienen de los comentarios, más o menos generalizados, que escuché durante el refrigerio.

21 de octubre de 2006

ANIMAL DE LUZ ENTRE LAS SOMBRAS


No habéis temido nunca ante lo grande, ante la solitaria luz, ante un escaparate donde se os mostrara un sueño, sin saber que era sueño, porque nunca os atrevisteis a soñarlo. Eso mismo sentí cuando leí, por vez primera, un poema de Antonio Gamoneda.
A partir de ahí, un volver hacia su palabra. De nuevo, la espiral de sus textos inundándome de existencia, porque, bien dice “mil veces pasa, toda la vida mientras dura el día”. No podía negarme a continuar sabiendo de él, no me fuera posible desconocer a quien camina su profunda vivencia entre los que ya somos los futuros muertos, así Antonio me mostraba la anulación de las lindes: “Parece que saliera el cementerio a los huertos y a las calles vacías”, sin desprenderse del hálito del viento que le anidaba, y que le anida, pues siempre supo: “que la mañana no está únicamente sobre la tierra”.
Toda su poesía sucede en las ardientes aguas de la filosofía, derramándose, empero, en amplios territorios de correr los momentos, de mirar las estampas que van descomponiéndose al paso religioso de la sombra, de bailar en el filo de una sublimada trasgresión. Versos que se te erizan en la memoria, pozos que se te abren en las manos, sangre que grita en ti y llega a reconocerte, porque tú también ves en la tierra algo semejante a lo que más precisas y has sentido a la serenidad como una viuda tuya y adivinas perfectamente dónde comenzó el silencio.
Con sus poemas se atraviesan antiguos templos y se ve hasta el degüello de los animales torturados. Navegando sus versos, aprendes a renacer al padre, ves al padre a través de los ríos y aprendes a reunir en ti a todos los que no olvidaron.No es factible, ante este extremo autor, vivir otra infancia que la suya en “países de morfina y largos bosques” pues la voz del poeta es sola voz, unidad imposible de romper, sobre todo cuando compruebas todas sus premisas y gritas en las ventanas de la soledad, lo que él ya predijo: “De la verdad no ha quedado más que una fetidez de notarios, una liendre lasciva, lágrima, orinales y la liturgia de la traición”.
Larga escuela, la vida, de amor y de vacío, en la que, al final, sucede que los ojos se te abren al cerrarse y miras las escrituras y lees los versos que te anunciaban: “Finalmente, el cordero fue enviado a la carnicería, y yo aprendí que quienes me amaban también podían decidir sobre la administración de la muerte.” Y entonces notas que la máscara de Dios se va cayendo y que tú eres el que comienzas a no existir y el que sollozas todavía, porque “Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado”.
Escribir poesía es urdir en el propio silencio más silencio, y el autor lo comprende, porque ha sabido alzar la trigonometría exacta hasta dar con la fórmula “Quizá el silencio dura más allá de sí mismo y la existencia es sólo un grito negro, un alarido ante la eternidad.” Mas, todavía sigues arañándote con el filo de sed de la palabra, y ves, pero no ves, oyes, pero no oyes, hablas, pero no hablas, pues igual que Gamoneda, amaste las desapariciones y ya sólo te queda la luz que hay en tus ojos. Animales de sombra te rodean y cuerpos al borde de las acequias frías y tú aún sigues dándoles los huesos de la misericordia y viendo todo, como él, desde un hotel exterior al destino o desde los grandes párpados de una ciudad cuyo dolor no te concierne, ya que continúas llagándote en el verbo y ya no tienes miedo. Aprendiste muy bien entre sus textos que: Grasa y metales entran en la luz; se encienden y ésta es la única misericordia.
A Antonio Gamoneda le debemos muchas cosas, entre otras, la enormidad de su palabra, su recto hacer, el hecho de imponer su mágica presencia en la Literatura, sin anclajes, sin trampa alguna, tan sólo por su extremo valor, porque se lo merece limpiamente. Un hombre de luz cuya sola herramienta ha sido el verbo.Se ha destacado de su obra «la señal explícita de una tradición escondida, asociada a la tierra y la vivencia» y se le considera «ajeno a las habituales clasificaciones generacionales», y «de hondura inigualable.   

©DOLORS ALBEROLA   


Antonio Gamoneda nació en Oviedo en 1931 y reside en León desde 1934. Hijo de poeta modernista, y Doctor honoris causa por la Universidad de León. Trabaja en la dirección de la Fundación Sierra-Pambley, creada en 1887 como prolongación de la Institución Libre de Enseñanza.Tiene publicados los siguientes libros:Sublevación inmóvil. Descripción de la mentira. León de la mirada. Blues castellano. Lápidas. Edad. Libro del frío. Mortal 1936. El vigilante de la nieve. ¿Tú? (en colaboración con Antoni Tàpies). Sólo luz. ¿Arden las pérdidas? Amén de los volúmenes en prosa: Libro de los venenos. Relación y fábula y El cuerpo de los símbolos.Obtuvo un Accésit del Adonais, Premio Nacional de Literatura (1987) y en el 2006, el conjunto de su obra ha sido galardonado con el Premio Reina Sofía de poesía iberoamericana.

11 de octubre de 2006

PILAR ADÓN presentará "Con nubes y animales y fantasmas" en la Escuela de Hostelería de Jerez

La poeta Pilar Adón presentará su libro “Con nubes y animales y fantasmas”, volumen número 8 de la colección de poesía Hojas de Bohemia, que publica EH Editores. El acto tendrá lugar en la Escuela de Hostelería de Jerez, el próximo martes 17 de octubre, a las 20:30 horas, y será introducido por el director de EH Editores, Mauricio Gil Cano.
Pilar Adón nació en Madrid en 1971. En 2005 recibió el Premio Ojo Crítico de Narrativa por su libro de relatos “Viajes inocentes”. En 2003 publicó la novela "Las hijas de Sara" en la colección Alianza Literaria, de Alianza Editorial, y en 1999 la novela "El hombre de espaldas", I Premio Ópera Prima de Nuevos Narradores. Ha sido incluida en diversos volúmenes de relato, entre los que cabe mencionar "Ni Ariadnas ni Penélopes" (Editorial Castalia, 2002), la antología de relatos eróticos "Todo un placer" (Editorial Berenice, 2005), la "Antología de cuentistas madrileñas" (Ediciones La Librería, 2006) o "Contar las olas" (Ediciones Lengua de Trapo, 2006).
Entre los galardones recibidos, además del citado Ojo Crítico, destacan el Segundo Premio Hucha de Oro (Madrid, 2004) con su relato “Oxford” y el Premio Regenta (Salamanca, 1998), por su ensayo “Donde acaba la creencia”.
En 2006 publica el poemario “Con nubes y animales y fantasmas” (EH Editores). Forma parte de las antologías poéticas “La voz y la escritura” (Sial Ediciones, 2006), “Hilanderas” (Ediciones Amargord, 2006), "Todo es poesía menos la poesía" (Editorial Eneida, 2004) y “11-M: Poemas contra el olvido” (Bartleby Editores, 2004). En 2001 publicó la plaquette “Alimento”, en la colección poética Aedo, de Salamanca.
Ha traducido la novela de Henry James "El mentiroso" (Editorial Funambulista, 2005).En junio de 2001 participó en la 5ª Edición de la campaña Libros a la calle, Ha publicado relatos y poesía en distintas revistas y suplementos literarios: Babelia (El País), Eñe, Turia, Müsu... Y en formato virtual: Literaturas.com, Ariadna r-c, Fósforo o Aviondepapel.com. Ejerce la crítica literaria en el suplemento cultural Caballo verde, del diario La Razón, así como en las páginas Divertinajes.com y La tormenta en un vaso. Es colaboradora habitual del diario Metro.
Según su prologuista, Manuel Francisco Reina, “Con nubes y animales y fantasmas”, el libro que ahora presenta en Jerez, "hunde sus raíces más en las tradiciones nórdicas o centroeuropeas, y más aún en las inglesas, que en las españolas".
Al término del acto, se servirá un jerez de honor y un aperitivo, por gentileza de Bodegas Sandeman y de la Escuela de Hostelería de Jerez.
Más información sobre la autora en: www.pilaradon.com


Redacción
Jerez, 10.10.06.-

27 de septiembre de 2006

DOMINGO F. FAÍLDE presentará "LA SOMBRA DEL CELINDO" en la Escuela de Hostelería de Jerez

El poeta Domingo F. Faílde presentará “La sombra del celindo” en la Escuela de Hostelería de Jerez (C/ Einstein, 5; Parque Empresarial), mañana, jueves 28 de septiembre, a las 20:30 horas. El libro, publicado por EH Editores, constituye el número 6 de la colección de poesía Hojas de Bohemia y está prologado por el escritor y periodista Juan José Téllez. Para Téllez, en este volumen, "Faílde se enfrenta a su ADN y va descubriendo las canas y las arrugas que, como muescas en la culata de un rifle, ha ido dejando la vida entre sus carnes". En efecto, el autor de “La sombra del celindo” emprende un recorrido vivencial que arranca de recuerdos infantiles, marcados por la larga posguerra, inflexiona en los años juveniles enfrentados a la policía franquista y a las convenciones sociales, para desembocar en el desengaño y la aceptación de que "la vida a cierta edad es la memoria".
Domingo F. Faílde (Linares, Jaén, 1948), escritor riguroso y crítico solvente, ha publicado numerosos libros de poesía. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada y profesor emérito de Literatura, es miembro de número del Instituto de Estudios Campogibraltareños. Socio fundador, en su día, de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios, de la que se separa por divergencias éticas, ha coordinado el suplemento cultural La isla, en Europa Sur, diario donde es también articulista, además de colaborar en importantes suplementos literarios andaluces, como el jerezano Azul (El Periódico del Guadalete), El Papel literario, en Málaga, o Cuadernos del Sur, en el Diario Córdoba. Ha recibido destacados galardones, como los premios Juan Alcaide, Ciudad de Algeciras, Miguel Hernández, Antonio González de Lama, Cálamo de poesía erótica y Arenal de Sevilla.
Al término del acto, se ofrecerá un jerez de honor y un aperitivo, por gentileza de bodegas Sandeman y de la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez.
Redacción
Jerez, 27.09.06.-

23 de septiembre de 2006

DOLORS ALBEROLA PRESENTÓ "ÁNGEL OBLICUO"

Más de cien personas asistieron el viernes 22 a la presentación de “Ángel oblícuo”, último libro publicado de Dolors Alberola, cuya lectura fue acompañada por el piano de Ángel Hortas y el violín de Miguel Ángel Chamorro, dos virtuosos que supieron envolver con su música la atmósfera poética de una noche festiva, en la que, por ensalmo, irrumpieron los fuegos artificiales. El acto tuvo lugar en los claustros del Centro Andaluz de Flamenco, y fue su directora, Olga de la Pascua, la primera en intervenir para glosar la obra de la autora y destacar los rasgos de su personalidad, literaria y humana. Le siguieron en el uso de la palabra Antonio Núñez, presidente de la Asociación de Peñas Flamencas, y Francisco Carrasco Marchal, director del Departamento de Actividades Culturales de la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez, que organizaba el acto.
Música y poesía se sucederían a continuación, llenando de versos y armonía el recinto. Los poemas del libro presentado nos muestran un registro diferente de Dolors Alberola, quien en esta ocasión se ha decantado por el poema breve, conciso, denso, casi epigramático, en el que, sin embargo, tiene cabida la gran capacidad de metaforización de la autora, que, en todo caso, imprime a los versos su habitual brillantez.
Distinguido con el VI Premio de Poesía “María Luisa García Sierra”, que convoca el Ayuntamiento de Bornos, Dolors Alberola ha definido el como “un poemario de amor en el que el amado toma forma de ángel transgresor”. Se trata de una colección de poemas cortos y visuales, transidos de un finísimo eronismo, en los que la ironía y un peculiar sentido del humor ponen un contrapunto chispeante y vivísimo al rigor de unas imágenes minuciosamente trabajadas.
Al final, después de los respectivos bis que, la poeta y los músicos, hubieron de ofrecer a su público, se procedió a la firma de ejemplares y la Escuela de Hostelería sirvió un aperitivo. Lástima que la absurda costumbre de añadir ingredientes espúreos a la tortilla nos privara del placer de saborear la auténtica, genuina, riquísima señora de la cocina mediterránea.   


© DFF.   
Jerez, 23.09.06.-

Algunos momentos de la presentación de "Ángel oblicuo". El público, que llenaba el recinto, la autora en un momento de su lectura, la actuación de Ángel Hortas y Miguel Ángel Chamorro, y ambos con Dolors Alberola, finalizado el acto.-

22 de septiembre de 2006

Recordando a Fernando Cañas

Mauricio Gil Cano y Juan Diego (Perpetuo) Fernández recordaron anoche los versos transgresores de Fernando Cañas, poeta fallecido en trágicas circunstancias, hace ahora dos años.
El acto, que tuvo más de performance que de clásico recital, de concierto punk que de lectura poética, apostó por lo escandaloso, y no caprichosamente sino porque la breve obra del homenajeado se inscribe en esa línea marginal y rebasa con creces el malditismo de autores como Baudelaire, por citar un ejemplo conspicuo. Su muerte, incluso, nos recuerda a la de Gerard de Nerval, no menos sórdida.
Los organizadores, en su afán de moderación y resueltos a no cansar al público que, una vez más, llenaba el salón de actos de la Escuela Profesional de Hostelería jerezana, omitieron tal vez una introducción a la obra de Cañas, que hubiera contribuido, sin duda, a una mejor comprensión de lo que allí ocurrió: bellas diapositivas como telón de fondo y la voz de Juan Diego, cantando, leyendo, glosando y, en suma, divirtiendo o escandalizando, según a quien.
Porque la mayoría, a juzgar por los aplausos, acogió complacida la crítica ácida del malogrado autor, pero hubo también más de uno que abandonó la sala, visiblemente disgustado. Estaban en su derecho, aunque “no hay nada nuevo bajo el sol” y este tipo de epifenómenos ya se daba en la antigua Roma e hizo las delicias de mucha gente en nuestro lírico siglo XV, cuyos nobles y elegantes poetas escribieron sarcásticas diatribas contra la corrupción de Castilla y el todopoderoso don Álvaro de Luna. A finales del XIX, nuestro lánguido Bécquer, con las ilustraciones de su hermano, escribió un divertido libelo antiborbónico, que hoy suele silenciarse. Y es que hay muchas poéticas y muchos registros, de manera que autores ny lectores tienen donde elegir.
El catering, espléndido y excelentemente servido, puso fin al festejo, que se prolongaría, fuera ya del recinto anfitrión, en la Negra, antro glorioso y reserva espiritual de la noche jerezana.
© DFF
Jerez, 22.09.06.-

21 de septiembre de 2006

DOLORS ALBEROLA presenta en Jerez su nuevo libro "ÁNGEL OBLICUO"

COMO en varias ocasiones hemos informado a nuestros lectores, a poeta Dolors Alberola presentará su libro "Ángel oblicuo", el próximo viernes 22 de septiembre, a las 20:30 horas, en el Centro Andaluz de Flamenco (Plaza de San Juan, 1; Jerez), en el transcurso de un acto organizado por la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez en colaboración con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Cádiz. Además de la autora, intervendrán los músicos Ángel Hortas, al piano, y Miguel Ángel Chamorro, al violín.
Con el libro "Ángel Oblicuo", Alberola obtuvo recientemente el VI Premio de Poesía “María Luisa García Sierra”, que convoca el Ayuntamiento de Bornos. La propia autora ha definido este volumen como “un poemario de amor en el que el amado toma forma de ángel transgresor”. Se trata de una colección de poemas cortos y visuales, transidos de un finísimo eronismo, en los que la ironía y un peculiar sentido del humor ponen un contrapunto chispeante y vivísimo al rigor de unas imágenes trabajadas con minuciosidad.
Finalizado el acto, se servirá a los asistentes un jerez de honor.


Redacción
Jerez, 19.09.06.-

15 de septiembre de 2006

MANUEL FRANCISCO REINA presentó su libro "EL AMARGO EJERCICIO"


Arropado por el público, muy numeroso, que rebasaba el aforo del salón de actos de la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez, el poeta Manuel Francisco Reina presentó “El amargo ejercicio”. No faltaron a la convocatoria poetas y escritores de la zona: Dolors Alberola, Julio y Mariano Rivera, Álvaro Quintero e Isabel de Rueda, entre otros, que felicitaron al joven autor.
Actuó como presentadora Pilar Paz Pasamar, que destacó en su intervención la calidad literaria de Manuel Francisco Reina, a quien definió como “un poeta con todas las de la ley que ha sabido navegar contra corriente”, para hacer un breve recorrido por las tradiciones literarias que comparecen en su obra, especialmente los clásicos latinos y los grandes maestros del Barroco, cuyo influjo se deja sentir a la hora de compaginar la densidad expresiva de los primeros con el culto a la forma de Góngora y el rigor expresivo de Quevedo.
Por su parte, Mauricio Gil Cano, director literario de EH Editores, anunció al comenzar el acto que la editorial jerezana acaba de grabar un CD donde Pilar Paz pone voz propia a sus poemas y que acompañará a una antología personal de los mismos.
Ya en su turno, Manuel Francisco Reina leyó una selección de sus poemas cuya temática y preciso tratamiento formal conmovieron al auditorio. “El amargo ejercicio” es un libro de amores prohibidos, en el cual autor desnuda su lenguaje de ropajes barrocos más característicos de otras obras suyas para emplea el léxico habitual de los temas amatorios. Según su prologuista, José Antonio Zarzalejos, se trata de un amor “por valiente y por desafiante precisamente amargo”. Manuel Francisco Reina (Jerez de la Frontera, 1974) es autor de diversos libros de versos, distinguidos con diversos galardones. En el año 2005 coordinó el disco “No os olvidamos”, en homenaje a las víctimas del 11-M. Es autor de novelas como “La coartada de Antínoo” o “La mirada de sal” y de diversas antologías y compilatorios como “Mujeres de carne y verso” o “La paz y la palabra (Letras contra la guerra)”. Colaborador en revistas y publicaciones literarias, actualmente es articulista de ABC.
El acto concluyó con la firma de ejemplares por el autor, tras lo cual la Escuela Hostelería ofreció a los asistentes un ágape.
Redacción, 15.09.06.-

11 de septiembre de 2006

Memoria del largo viaje


Dijo Yorgos Seferis –a quien parafraseo, en ausencia del texto aludido- que el principio de todo es un largo viaje, recogiendo en sus versos la antiquísima tradición que subraya la condición iniciática de la aventura, llena de misterios, de ponerse en camino. Ahí están, en efecto, para corroborarlo, ciertas costumbres muy conocidas (el viaje de novios o luna de miel), preceptos religiosos (la obligada peregrinación a La Meca de cualquier musulmán), ritos (las procesiones o el Vía-Crucis católicos), estrategias educativas (excursiones de alumnos de un determinado nivel), etc., etc. Siempre hay un viaje allí donde los hombres ponen en marcha algo.
Durante cuarenta años –si damos crédito al relato bíblico- viajaron los judíos por el desierto, a fin de purificarse antes de tomar posesión de la tierra prometida. Tras la guerra de Troya, Ulises hubo de navegar mucho tiempo, hasta volver a Ítaca y recobrar el amor de su esposa, mientras uno de sus rivales, Eneas, erraba por el arco mediterráneo y, una vez en Italia, sentar las bases de la futura Roma. Y es que en la meta de cada viaje hay un nuevo mundo que descubrir.
Algo así sucedió en días pasados cuando, “por tierras de Portugal y España” (ahora es Unamuno quien me presta una frase), Dolors Alberola, Isabel de Rueda, José María Soto y quien pergeña esta crónica apresurada, encontraron también un mundo nuevo, que vino, si no con el virtuosismo de Dvorak, cantor de la revolución industrial, sí con la música popular y fresca del grupo Acetre, que a punto estuvo de incendiar la noche en los bastiones pétreos de Olivenza. Qué noche, qué calor, qué derroche de ingenio y sensibilidad, a bordo de las notas de estos supervivientes.
Porque Acetre es así: un salvavidas para la belleza, allá donde lo hermoso se hunde en los abismos de la mediocridad. El folklore, en sus manos, se torna sinfonía y adquiere dimensiones de epopeya para glosar con letras populares la historia cotidiana del pueblo que lo parió.
Y así, bautizados en pueblo, bañados en pueblo, fundidos en pueblo, ascendimos por el calor de la madrugada hasta llegar al ático de la cordialidad y embriagarnos con la cerveza, que puso mar al barco del afecto, y hay que ver cómo navegó, surcando las murallas oliventinas, subiendo por las torres, atravesando fosos y plazas y castillos, caboteando calles y rindiéndose, al fin, ante el prodigio del gótico manuelino, con sus columnas helicoidales, el palmeral airoso de las bóvedas y los bellos retablos de cerámica azul.
Ya por la tarde, dejando atrás el fuego y la tormenta que, machadianamente, afilaba el cuchillo en los valles de Extremadura, emprendimos viaje a Portugal y, rebasado, a nuestra derecha, el puente ruinoso de Ajuda, alcanzamos la cima de Elvas, una pequeña villa, pintoresca y humilde, que nos sobrecogió por su austeridad y la melancolía de sus moradores. Recuerdo los paseos por aquellas callejas empinadas y la mole del acueducto, que nos sobrecogió.
Tantas cosas…, para, al fin, terminar comprando unas porciones de técula mécula, el misterioso dulce de Olivenza, que fue dejando atrás sus torreones, ya camino de Badajoz, rumbo a casa.
Nada acabó en Jerez, cuando el coche detuvo su marcha junto a la calle Abades. Sello de nuestro pacto, aquel soneto que, entre vino y rosas, escribimos a cuatro latidos en una taberna, en San Jorge, rodeados de chimeneas.
Allí, como en Casablanca, comenzaba una gran amistad.

© DFF. Jerez, 10.09.06.-

10 de septiembre de 2006

CARMEN SÁIZ y ÁLVARO ALTOZANO leyeron en LA CARMELA


Como estaba previsto, el pasado día 7 las voces de los poetas Carmen Sáiz y Álvaro Altozano contribuyeron al calor de una noche que se auguraba cálida, en efecto, y a ello contribuyeron, sin lugar a dudas, dos jóvenes músicos, Ana Fernández, volando sobre las notas de un saxo, caluroso, como es de rigor, y Francisco Camas, que hizo lo propio al timón de su piano. Unos y otros, pusieron al rojo vivo el mágico pasadizo donde el bar La Carmela monta su santuario.
El único problema que cabe reprochar a este acto multitudinario fue justamente eso, la asistencia masiva de público que, abigarrado en tan pequeño espacio, llegaba a dificultar el seguimiento del mismo, a lo que, por su parte, contribuyó un grupo impresentable de yanquis que, acostumbrados a invadirlo todo, creyeron que aquel espacio era alguna remota república bananera y metieron la pata, jaleados, para colmo, por unas cuantas indígenas, con traza de pijas, a quienes habría que agradecer se quedaran en casa y, a ser posible, con la pata quebrada, ¡faltara más!
Incidencias aparte, felicitamos a los poetas y, por descontado, a los músicos. A Carmen Sáiz por su virtuosismo, pues domina la técnica hasta el punto de que ésta, el alguna ocasión, devora a la emoción de sus versos; a Álvaro Altozano por la lealtad a sus tradiciones y el esfuerzo por escarbar en ellas su propia voz.
Noveles, desde luego, una y otro, que no novatos, entiéndase, pues saben ambos bien lo que se hacen y su potencia lírica los convierte en firmísimas promesas por las que bien merece la pena apostar. En cualquier caso, quienes hacemos El Callejón del Gato, creemos que la Sáiz está madura y bien podría centrar su inspiración y esfuerzo en alumbrar algo más que una brillante colección de poemas. Hablamos, pues, de un libro.
Y a los dos, por supuesto, nuestro aplauso. El más caluroso.

© DFF. Jerez, 10.09.06.-

4 de septiembre de 2006

DOLORS ALBEROLA presenta "ÁNGEL OBLICUO" en Jerez

El acto tendrá lugar el 22 de septiembre en el Centro Andaluz de Flamenco e intervendrán en el mismo ÁNGEL HORTAS y MIGUEL ÁNGEL CHAMORRO
Para el próximo 22 de septiembre está prevista la presentación de “Ángel oblicuo”, último libro publicado de Dolors Alberola. El acto, auspiciado por la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez, dará comienzo a las 9,00 de la tarde, tendrá lugar en el Centro Andaluz de Flamenco e incluirá la actuación del pianista Ángel Hortas y el violinista Miguel Ángel Chamorro. Para ilustrar la noticia, El Callejón del Gato ha entrevistado a la autora.

- ¿Qué es “Ángel oblicuo”?
- “Ángel oblicuo” es un poemario de amor en el que el amado toma forma de ángel transgresor, como somos los hombres. Sus poemas son cortos y visuales.
- ¿Cómo nació este libro?
- Como nacen todos los libros de quien vive en la poesía, en un arranque de luz y de hermosura. Escribir es gozar de una especie de éxtasis que no nos merecemos. Escapar de la corteza gris de la vida que nos diseña la sociedad actual.
- El contenido de este libro se inscribe en lo que, convencionalmente, suele denominarse erotismo. Si estás de acuerdo con esto, ¿podría hablarse de un “ciclo erótico” dentro de tu obra poética? Y, en tal caso, ¿qué diferencia a este libro del titulado “Decomo”?
- Sí, es un libro erótico que podría entrar en juego con “El monte trémulo”. Se diferencia del libro que escribimos a dos manos Domingo F. Faílde y yo en que los títulos de aquel son más directos, más carnales. Este libro, narrando hechos tan directos como narra, usa una forma más indirecta en su lenguaje, lo que lo hace más sutil, más velado.
- La sombra de Valente planea sobre el libro desde la cita inicial: ¿algún débito acaso respecto a la poética del silencio?
- Ojalá tuviera un débito mayor. Solamente la brevedad de los poemas y la cita son homenaje a tan gran autor, uno de los más inteligentes de la poesía de nuestro tiempo.
- El libro, galardonado con el premio “María Luisa Sierra”, ha salido a la luz con bastante retraso. Sin duda, habrá muchas anécdotas que contar…

- Si te contara... Sobre la impresión del libro, sobre opiniones de la familia de algún jurado, sobre el inexistente prólogo, sobre tantas cosas. Toco tan sólo una anécdota: Cuando me notificaron el premio, una voz femenina preguntó al teléfono: “¿Ángel oblicuo?” A punto de responder “no, se ha equivocado usted de número”, pienso y contesto: “Sí, si no le importa, señorita, me pongo yo, Dolors Alberola, que lo ha escrito. Dudo que Ángel pueda contestarle”. Acabamos siendo amigas.    


Redacción. 04.09.06.-

3 de septiembre de 2006

El Grito


No era, desde luego, ni la primera vez que lo robaban ni la única versión del celebérrimo cuadro que atraía al osado ladrón, pues ya en 1994, aprovechando la confianza de los noruegos en sus propias virtudes cívicas, una banda de amigos de lo ajeno entró en la Galería Nacional y, a cambio de la pieza secuestrada, uno de los bandidos o todos a una, como en Fuenteovejuna, váyase a saber, dejó una nota a los responsables de la pinacoteca, agradeciéndoles la falta de seguridad del recinto. Cínicos, los muchachos, y amantes de la pintura, pues no tardaron mucho en poner precio al botín: un millón de dólares, que el gobierno tendría que pagarles o, mire usted, no respondo de lo que pueda pasarle. Afortunadamente, sólo pasó que la policía recuperó la obra sustraída y en paz.
Lo peor, sin embargo, ocurrió años más tarde, cuando un grupo de atracadores, armados y enmascarados, irrumpió en el museo que lleva el nombre del pintor y se llevó consigo la versión más famosa de El Grito. Los ladrones, contra lo que cupiera esperar, eran más peligrosos por románticos, pues en vez de pedir un rescate, como mandan los cánones, se limitaron a raptar el objeto de sus amores y retirarse de la circulación, sin que de nada valieran las recompensas ofrecidas a quien correspondiese ni los esfuerzos de la policía.
Setecientos treinta y siete días, con sus respectivas noches, los ciudadanos del siglo XX –pues los más madrugadores del XXI no han salido todavía del jardín de infancia- hemos ido y venido por la existencia con un nudo en las tripas y esa inquietante sensación ansiedad y vacío que Jean Paul Sartre bautizó con el nombre de náusea, como si nos hubieran arrebatado la identidad y nuestro frágil ser-en-el mundo, aquello que Heidegger denominó ‘dasein’, estuviese a merced de unos desalmados y, en el momento más inoportuno, pudiera suceder lo peor.
No ha sido así. Y, como más vale tarde que nunca, la policía noruega se ha cubierto de gloria, recuperando el cuadro, sano y salvo, y demostrando a las nuevas generaciones que, como se decía en otra época, el criminal nunca gana.
Lo contrario, naturalmente, nos hubiera sumido en una especie de orfandad metafísica; algo así como si, de pronto, acostumbrados a mirarnos el ego y el superego, alguien, por real decreto, por que le dé la gana o, sin más, por hacer una gracia, viene y nos quita todos los espejos, se lleva nuestras fotos y se apropia de nuestros pasaportes, visados y carnés, dejándonos perdidos y chafados, sin nombre con que llamarnos, sin raíces ni antepasados a quienes recurrir, sin edad, sin oficio, sin historia, conservando, eso sí, lo que no vemos: ese grito terrible y silencioso que se eleva desde la noche de nuestra sangre y rompe las barreras de la voz para rasgar las ondas del aire y expresar, como hiciera Edvuard Munch el dolor y el horror de una especie condenada a vivir para la muerte y errar, sin esperanza, por el vasto desierto del sinsentido.
Ahí está, nuevamente, recordándonoslo. Nadie podrá robarlo sin quemarse las manos. El Grito es, más que un cuadro, el fantasma de nuestra condición.
© Domingo F. Faílde
© Diario Europa Sur, 04.09.06.-

23 de agosto de 2006

ÁNGEL HORTAS, una batuta mágica


El lunes 21 se clausuró en Chipiona el I Festival de Música, que lleva el nombre de aquella ciudad. El que fuera, durante muchas décadas, un deprimido enclave marinero y, paradójicamente, un lugar de veraneo para familias acomodadas, es en la actualidad una ciudad pequeña, acogedora y bellísima, abierta a la gran avalancha turística, inquieta y muy divertida. La poderosa sombra de la cantante Rocío Jurado, fallecida recientemente, en memoria de la cual se celebraron estas audiciones, no debe desviar nuestra atención hacia aspectos folclóricos, que poco o nada tienen que ver con un programa serio y de calidad.
Lo que aquí reseñamos, sin embargo, no es el conjunto de las actuaciones sino el éxito que ha obtenido el músico jerezano Ángel Hortas, bajo cuya batuta, diestramente esgrimida, una bisoña orquesta sinfónica, la “Ciudad de Chipiona”, tradujo al lenguaje sonoro partituras de Mozart, Schumann y Falla, en un memorable concierto que emocionó a los asistentes e hizo aflorar el entusiasmo cada vez que el maestro, desarmado por el ventalle que daba alas al papel pautado, salía airoso del trance, gracias a un portentoso dominio de la técnica y a su conocimiento de los textos interpretados, sin que una mala nota se escapase ni, en momento ninguno, el rigor más exquisito dejase paso a la improvisación.
Ángel Hortas, que estuvo en maestro toda la velada, convenció a todo el mundo. Claro que, desde luego, no se encontraba sólo en el empeño, y si los músicos de la orquesta, bastante jóvenes, derramaron también su talento, qué no habremos de decir acerca de Ignacio Arenas, otro pianista genial, que encandiló a los más entendidos con una partitura nada fácil, el Concierto para piano y orquesta en La menor, Opus 54, que, en palabras del director, contiene en cada nota un poema.
Más discutible, en nuestra opinión, el trabajo de Carmen de la Jara, una cantaora con facultades y gran pundonor que, en algunos momentos, desentonó. No se le puede culpar: el flamenco no es ópera ni es lo mismo cantar con el acompañamiento de un guitarrista que acoplarse a una orquesta sinfónica. En cualquier caso, la gaditana se sacó la espina en el bis, alentada por los aplausos del público y mucho más serena: con el tono adecuado, dio la talla.
Eventos de esta índole hacen falta. La música –la que bien debería escribirse en mayúsculas- es un arte fundamental de la que, desgraciadamente, se difunde una idea con frecuencia desacertada. Menos mal que conciertos como éste crean escuela y, más que afición, devoción.

© DFF. Jerez, 2006.-

13 de agosto de 2006

MEAR O NO MEAR


Si el gran Shaekespeare viviera hoy, no se plantearía en absoluto eso de ser o no ser. Porca miseria, la sociedad anónima, la cuestión, en día de verano o de invierno, quién sabe, sería: ¿mear o no mear?
Y ése es el tema, o meas o te mean. Me explico. Fórmense el plano de situación: Algeciras, siglo veintiuno, tarde de martes, autobuses de línea de la citada población a Cádiz capital. Una, llega, se sienta, siente como una especie de terrible vorágine -violencia inmóvil, diría nuestra Pilar Paz-, que le sacude las nalgas. Qué hace el mar aquí en un vehículo de tercera y a esta hora de agobiante calor. Pero no es el mar. El conductor, un joven avispado, se da cuenta del alboroto unipersonal y exclama:
-No se preocupe, señora, unos gamberros han estado jugando a verter coca-cola por el asiento, no pasa nada, con el calor reinante se secará pronto.
Suspiro aliviada, la coca-cola no sólo desatasca tuberías, lavadoras y demás, sino que crea una placentera adicción. ¡Que todo fuera eso! Y, casi contenta por lo acaecido, me digo, con templanza, esto y otras cosas más. Pero el autobús sigue su camino por la estrecha manga de mar que acaricia los alrededores de Tarifa. En el aire, varios ícaros sobrevuelan las colinas de la costa y el sol se expande como una bestia añeja e invencible.
-Oiga, señora –musita un agradable caballero desde el asiento de dos filas atrás- lo que la ha mojado a usted no es coca-cola.
-¿Cómo?
-Mire, hace poco, unas señoritas árabes han estado meando en el asiento que usted ocupa.
-Gracias, señor.
Con ese mar distinto que ya ardía al sol y, perfumándome, con su olor a concha, me embargaba la falda, los muslámenes y las partes retóricas del cuerpo, me dirijo furiosa hasta el lugar de mando de la nave y le digo al capitán de nado:
-Haga usted el favor de pararme en cuanto lleguemos a Tarifa. Iba a clase, me esperaban los alumnos y la dirección del colegio que sabe mis horarios. Aparte de perder la sesión, ya que no podré impartirla, me quedo sin los honorarios y lo que es peor, no hay bus de regreso hasta dentro de un par de horas. Meada, meada voy a estar y con el asco creciendo entre mis carnes. Menos mal que era un refresco.
Así fue, pero cuando no es esto, sucede que es lo otro. En varias ocasiones he visto que no se puede mear a bordo:
-Lo siento, pero el servicio está fuera de servicio. No se puede mear.
Evidentemente, tampoco hay nevera, los asientos no se adaptan a la celulitis vecinal, los respaldos se tumban a dormir y no hay quien los resitúe, el maletero interior moja, mea los bártulos pequeños que subimos a bordo y las monjas, las pobres monjas que viajaban un día, aprovechan el paso de un simpecado para pedirle al conductor de la citada línea:
-Por favor, podría usted parar para ir al servicio.
-Hermanas, cuiden con las bichas –se oye entre el gentío del “over-buking”- es de noche y no hay servicios en la costa –como si fuera aquello de los moros, no hay moros en la costa, los moros ya mearon-.
Las hermanitas bajan y con suma paciencia, detrás de los matojos, se arremangan aquello que, dice la canción: cada vez que te veo me salen chuscas del nabo.
Al fin, luego de la carestía, de la presión bajuna, del desastre inguinal, llegamos a buen puerto. De nuevo, ante nuestros abiertos ojos –ojo del culo en paro y meato enervado con pancartas de insurrección. No digo de la vagina, ella no entraba en estos claustros seminales-, la estación de Algeciras. San Bernardo y todos sus adyacentes celestiales esperándonos... con los servicios fuera de servicio, como es costumbre, y un par de alguaciles, alcauciles, marujas y carritos escoberos dando vuelta a la meca. A la única meca necesaria para los que, sin chilaba ocultista, no podemos soltar el chorro en los asientos.


© DOLORS ALBEROLA, 2006

28 de julio de 2006

Por su libro “Ángel oblicuo”

DOLORS ALBEROLA
RECIBIÓ EL PREMIO
"MARÍA LUISA GARCÍA SIERRA"

Tras dos años de incomprensible retraso (el presupuesto que los entes públicos y algunos no tanto destinan a cultura en nuestro país es meramente simbólico), pudo Dolors Alberola recoger el premio "María Luisa García Sierra", que convoca o convocaba o váyase a saber el Ayuntamiento de la localidad gaditana de Bornos, un bellísimo enclave en las estribaciones de la sierra de Grazalema, capaz de inspirar a bastantes poetas. Entre ellos -¡y de qué forma!- al llorado Rafael Soto Vergés, que estuvo algunos años en este jurado, aportando intuición, magia y, desde luego, sabiduría.
Los poetas –me refiero, naturalmente, a los grandes, y no a los que alargan su sombra- suelen cumplir. Luego llega la política y se gasta la pólvora en absurdas complicaciones. Pelillos a la mar, que aquí, en Cádiz, se huele por todas partes, y alegría, también en plural y con palmas, por la publicación de este "Ángel oblicuo", cuya presentación en Jerez tendrá lugar a principios de septiembre, en el Centro Andaluz de Flamenco.
Ya sonaron en Bornos los primeros poemas, acogidos por las piedras, nobles donde las haya, del palacio de los Rivera, un auditorio idóneo, cuyo aforo llenó un público simpático y muy atento, que escuchó con respeto, aplaudió con sinceridad y disfrutó la velada, prolongada después en los bares del pueblo.
Las autoridades arroparon el acto con su presencia, así como la familia de quien, desde el recuerdo, da su nombre al certamen. Tras la lectura del acta por Antonio Murciano, ilustre vate arcense que fuera presidente del jurado, Dolors Alberola leyó una selección de poemas del libro y, finalmente, firmó ejemplares del mismo. No faltaron los rostros conocidos de escritores y amigos de la autora, entre ellos los poetas Álvaro Quintero, Mauricio Gil Cano e Isabel de Rueda.
Aunque la espera mereció la pena, confiamos en que retrasos de esta índole no se vuelvan a repetir. Será mejor para todos y, desde luego, para la poesía.


DFF. Redacción. Julio, 2006.-

20 de julio de 2006

DOLORS ALBEROLA recibe en Bornos el premio "María Luisa García Sierra"

El próximo 26 de julio, a las 9 de la noche, Dolors Alberola recibirá en Bornos el VI Premio de Poesía "María Luisa García Sierra", que ganara en el otoño de 2004 con "Ángel oblicuo". El libro, tras navegar por un mar de vicisitudes que los ayuntamientos y demás entidades que convocan premios deberían evitar, ve ahora la luz y la sencilla edición realizada por los promotores viene a enriquecer la extensa bibliografía de la autora.
Amor, erotismo y, desde luego, un gran caudal de ironía, confluyen en los poemas de este "Ángel oblicuo" que, partiendo de un verso de Valente, desarrolla líricamente la historia de una criatura angelical que se aparta de la línea recta y opta por la oblicua senda de los placeres, componiendo unas escenas cuyo carácter, escabroso en ocasiones, queda velado por la geometría, en un discurso chispeante, desenfadado y muy hermoso.  

Redacción, julio, 2006

13 de julio de 2006

MIGUEL FLORIÁN LEE SU OBRA "GILGAMESH" EN LA ESCUELA DE HOSTELERÍA DE JEREZ


Miguel Florián leyó poemas de su libro Gilgamesh, el pasado miércoles 12, en la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez. El acto estuvo presidido por Francisco Carrasco Marchal, director del Departamento de Actividades Culturales de dicha Escuela de Hostelería. El autor fue presentado por Mauricio Gil Cano, director literario de EH Editores, quien destacó el carácter iniciático de un libro que afronta la temporalidad del ser humano y su ansia de inmortalidad. A continuación, Miguel Florián leyó pasajes de su obra, indicando las claves que la relacionan con la Epopeya de Gilgamesh, el texto literario más antiguo del mundo. La lectura fue seguida con gran expectación por el público asistente.
Gilgamesh constituye el volumen número 1 de la colección de poesía Hojas de Bohemia, que publica EH Editores. Miguel Florián (Toledo, 1952) está considerado una de las más sólidas voces de la poesía actual.

26 de junio de 2006

HAIKUS EN MONTENMEDIO



El haiku, que carece de título y de plural, aunque al aclimatarse al castellano haya adquirido lo uno y lo otro, es una forma de expresión poética muy apreciada por un buen número de lectores, amantes de lo breve, y de autores no demasiado inclinados a los textos de envergadura, dicho sea sin menoscabo de la elegancia formal del poema estrófico japonés, bastante parecido a nuestras seguidillas, aunque también menos hondo. El minimalismo, en boga hace unos años, lanzó a la pasarela literaria estos breves destellos que, en otro orden de cosas, aparecen en poetas como Manuel Machado o Mario Benedetti –por no alargar la nómina- y tienen ciertas concomitancias con los “suspirillos germánicos” de Gustavo Adolfo Bécquer. De ahí que sea la escuela sevillana -por llamarla de alguna manera- la que más ha apostado por la concreción de los haiku, palabra nipona que viene a significar “lo que sucede aquí ahora mismo”. Se trata, pues, de congelar un momento y extraerle su sustancia poética.
Pero, naturalmente, no tratamos aquí de enjuiciar una estrofa que, en la mañana del domingo, 25 de junio, logró un prodigio poco común, a saber: que, por unos momentos, la poesía impusiera su presencia y aliento sobre las individualidades congregadas en Montenmedio.
Denominar incomparable a un sitio incurre en un tópico detestable que bien me gustara evitar. Pero aplicárselo a Montenmedio resulta, a todas luces, inevitable, pues se trata, sin duda, de una sala de arte al aire libre, donde la vegetación de la dehesa vejeriega convive en armonía con esculturas de vanguardia o envuelve, como es el caso, una hermosa lectura de haikus, en la voz de sus creadores o de quienes optaron por prestar la suya a otros poetas.
En el hamman, bellísimo, que ocupa un par de ‘rooms’ de aquel vasto complejo, resonaron los versos de Dolors Alberola, Raquel Zarazaga, Julio Rivera, Álvaro Quintero, Ignacia Rodríguez, Isabel de Rueda, Mauricio Gil Cano y, cómo no, Luís Salvador Carulla, impulsor del evento, arropados por la sensibilidad de muchas personas que, con Francisco Carrasco a la cabeza, no quisieron perderse un rato de emoción.
Patrocinaron el acto la Fundación NMAC (Montenmedio Arte Contemporáneo), que sirvió el escenario, y la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez de la Frontera, que hizo lo propio con el ágape de clausura, muy animado.
Insisto en este punto porque, trivial para muchos, me parece importante. Y es que, cuando el rodillo globalizador se empecina en aniquilar la cultura del vino, con su carga de generoso y fraternal hedonismo, su filosofía vitalista y su cálido sentido del diálogo creador y la amistad, aferrarse a nuestras raíces y apostar por las tradiciones de nuestro espacio cultural, mediterráneo y atlántico, se me antoja por fuerza transgresor y plausible. Los responsables de la Escuela se suman de este modo al sano movimiento de resistencia frente al desarraigo, aportando lo más popular del spanish way of life: nuestros hábitos tabernarios y la más deliciosa cocina.

DFF, junio, 2006.-

23 de junio de 2006

HOJAS DE BOHEMIA: presentación en Sevilla

El solsticio de verano llevó a Sevilla esa gran fiesta de la palabra que vienen siendo las presentaciones de los libros EH. Así, la colección “Hojas de bohemia”, que dirige Mauricio Gil Cano, puso en escena la de “Gilgamesh”, “Declaración de un vencido”, “Arte de perros” y “Habitación en la tierra”, a cargo de sus autores, los poetas Miguel Florián, el propio Mauricio Gil Cano, Dolors Alberola y Julio Rivera, cuyos versos elevaron muchísimos grados la ya tórrida temperatura que se dejaba sentir en la capital andaluza. Actuaron como maestros de ceremonias, glosando las obras presentadas, Domingo F. Faílde y Mauricio Gil Cano.
El acto, una vez más multitudinario, había comenzado con la intervención de Francisco Romero, director de la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez, que expuso su proyecto editorial, y del presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía.
Al final, siguiendo una gozosa costumbre, iniciada por los responsables de EH, corrieron entre el público los mejores vinos jerezanos y una suculenta gastronomía, mientras autores, críticos y lectores departían amablemente sobre lo sucedido y, durante la larga velada, la poesía se adueñó del hermoso recinto que fue, por unas horas, su templo: la sede central de la Caja de Ahorros de San Fernando, un bellísimo palacete neoclásico, reformado y adaptado tras el incendio sufrido en la segunda década del siglo XX, que guarda en sus estancias algunas entrañables reliquias, caso de los dos cañones dieciochescos, centinelas mudos de la placa que, el 1812, dio a la de San Francisco el nombre de Plaza de la Constitución.
Lo dicho, una fiesta, y no había para menos: llegaban a Sevilla los mejores libros de poesía publicados en Andalucía desde hace muchos años. Quien lo dude, vaya y los lea.

DFF

20 de junio de 2006

EL MUNDO DE FRAM RAMÍREZ



O uno vive a la sombra de todo lo que ocurre, o sucede, sin más, que andamos embutidos en nuestras propias cosas, si ver que, a nuestro lado, hay vida inteligente, por supuesto, y mucho más talento del que cualquiera sea capaz de imaginar.
Empiezo de este modo porque me veo asaltado por la sorpresa y acaso me reprocho no caminar despierto por la vida, atento a los prodigios que, agazapados en el yo más íntimo de los otros o apartados de nuestra personal trayectoria, se manifiestan ahí mismo, delante de nosotros, con esa misteriosa sencillez que acompaña a lo portentoso.
Más allá de preámbulos y consideraciones, conocí a Fram Ramírez hace sólo unos meses. Hablo de conocerlo en presencia y figura, que dijese San Juan de la Cruz, relacionando ambas con un nombre que escuchara en alguna ocasión.
Alto, delgado, pálido, con el toque hierático y fascinante de algunas figuras egipcias, cubría su cabeza, protegiéndose del frío y la humedad, con un gorro de lana, caminando a zancadas bien medidas y armónicas, con la rara elegancia de quien tiene por hábito la belleza, no importa dónde se halle ni de qué modo se manifiesta.
Y, por fin, penetré en el secreto a voces de su arte, que me brindó un pretexto para, tras muchos años, seguir descubriendo esta tierra, con sus raros caminos y vericuetos, que conducen a extraños lugares y monumentos que nadie ve.
Procedente del ámbito del cómic –él mismo lo confiesa-, trasladó a la informática su pasión por la imagen e indagó en este medio los cauces expresivos necesarios para contar historias, significar ideas y sentimientos, y, en suma, comunicar a sus semejantes una visión del mundo, la historia, el paisaje, en un idioma nuevo y diferente, que consiga captar nuestra atención e interés, trabajándonos algo tan complejo como la sensibilidad.
Hay que herirla. Quien no sienta en sus carnes el restallar del látigo, no podrá sumergirse en el abismo de sensaciones que ésa u otra experiencia llevan en el magín. No es de extrañar por ello que los seres que pueblan sus montajes exhiban ciertas ínfulas sadomasoquistas, metáfora sin duda de la relación del hombre con un sistema político y económico que, paradójicamente, nos quita la vida a cambio de bienestar.
Partiendo de esta base, las ruinas romanas de Carteia y las industrias que las rodean configuran un territorio mítico, donde la arquitectura de las fábricas, con sus hierros torcidos y humeantes, flanqueadas por un bosque de chimeneas, se muestran como enormes catedrales, levantadas a dioses sombríos.
Recorrer sus alrededores supone desplazarse al imperio de la imaginación. La enorme maquinaria de esos templos metálicos parece respirar y se oye, en efecto, su herrumbroso ronquido, mientras lenguas de fuego ondean como grímpolas. La escena está servida y Fram la llenará de personajes, seres elementales, casi estatuas de carne, cuyos cuerpos desnudos muestran una apariencia genesíaca que nos transporta a un mundo en constante renovación.
Un mundo que proclama su belleza, allí donde la vista sólo percibe desolación. A veces, los artistas nos hacen descubrir estos encantamientos.
© Domingo F. Faílde
© Diario Europa Sur. Algeciras, 05-06.06.-

18 de junio de 2006

Dolors Alberola presenta EL LIBRO NEGRO en la Fundación Rafael Alberti


El día 16, en el salón de actos de la Fundación Rafael Alberti, de El Puerto de Santa María, tuvo lugar la presentación de “El libro negro”, editado por Huerga & Fierro, que valiera a Dolors Alberola el XI Premio de Poesía para Poetas Andaluces “Ciudad de San Fernando”.
Las palabras de introducción estuvieron a cargo de Domingo F. Faílde y la lectura de poemas por su autora fueron acompañados por las imágenes de Fram Ramírez, cuyo audiovisual “X-Love” también se proyectó en esta ciudad.

DFF

Acerca de EL LIBRO NEGRO



Después de muchos años consagrados –inmolados, incluso- a la literatura, una veintena de libros en los anaqueles y una copiosa nómina de premios, quien se acerque a la obra de Dolors Alberola, rica en registros, variada por su culto a la amenidad –aquel delectandum docere, que dijo Cicerón- y, por su demostrado dominio del lenguaje, versátil, llegará fácilmente a la conclusión de que, en medio de tanta abundancia y diversidad, sobresalen –es de rigor- las obsesiones fundamentales de la autora: el tiempo, el dolor y la muerte. Y, como todo engendre su contrario, situaremos en el otro platillo de la balanza el contrapeso hermoso del amor, el culto a la palabra y al poema y esa santa locura, casi mística, que la conduce al número pitagórico, a la armonía del cosmos y a la intuición de la divinidad. Sobre estos elementos ha construido un universo propio que, por medio del lenguaje de la poesía, abre todas sus puertas y ventanas, se hace comunicable, se propone a la participación.
Pero, volviendo a las obsesiones que acabamos de enumerar, supongamos que las primeras conforman un espacio negativo o, al menos, oscuro, en tanto sus contrarias –o supuestas contrarias- iluminan un ámbito positivo. Si se juntan aquellas, si se abre en el verso la caja de Pandora y, en fin, se les permite, campar por sus respetos en el verbo, el resultado será un libro negro, como éste que presentamos.
Así es. El libro negro, publicado por Huerga & Fierro, tras haber obtenido el XI Premio para Poetas Andaluces “Ciudad de San Fernando”, es la culminación de una trilogía que actualiza, condensa y conduce a la perfección el sentido más hondo de toda la obra de Dolors Alberola, compuesta por éste, por Acaso más allá, premio José Luís Núñez, y El don del unicornio, premio Ernestina de Champourcin. Si el último se centra en el dolor, representado por catástrofes conocidas, la ignominia del holocausto perpetrado por el nazismo y el horror de las guerras, el anterior traspasa el umbral de la muerte para indagar la luz que alumbre este otro lado o, si así se prefiere, para robar nuevamente a los dioses el fuego de Prometeo y acercarlo a los hombres en las tribulaciones más grandes de su historia, cuando todo se desmorona y no hay respuesta alguna a no ser esa especie de huida hacia delante que, en vez de a la ruina o el desfalco, nos aboca a la única esperanza. Por fin, El libro negro, podría presentarse como la síntesis dialéctica de los dos mencionados, pues en él, en efecto, encontramos dolor y nos damos de bruces con la muerte y nos vemos, tal somos, zambullidos en la piscina del tiempo, arañando las sombras, la negrura del ser y nuestro mundo, buscando sin embargo una tabla de salvación.
Mas vayamos por partes y con tiento, pues los conceptos y explicaciones convencionales resultan peligrosos si se aplican a una escritura poco o nada convencional, que reniega del tópico y explora soluciones mucho más imaginativas, con la audacia de quien, en vez de formular teorías científicas, propone una aventura, un viaje al abismo, aun cuando sabe bien puede no haber regreso y quedar, como Laika, la perra cosmonauta –que aparece, por cierto, en otro libro reciente, Arte de perros- satelizada en la inmensidad: éste es, quizás, el destino del hombre, si la cifra que lo designa no retorna a los brazos simbólicos del Uno (De lo intangible, pág. 30).
Sería atroz, desde luego, no menos que la angustia desprendida por esta interrogante, tenida desde siempre como clave de todos los misterios. La existencia, como el hombre que pasa cada tarde por delante de la ventana del estudio de la poeta, canta siempre la misma estrofa (pág. 13). El monótono tarareo del hombrecillo nos remite a una rueca que gira sin descanso, entonando aquella salmodia que pone voz a la soledad. El personaje de nuestra parábola es un instante apenas en el tiempo, esto es: existe, a no ser que vivamos –como el Augusto Pérez unamuniano- a bordo del sueño de alguien y todo, en consecuencia, se reduzca al Espejismo que titula el poema de la página 16.
Pero ni esto siquiera sabemos y, mientras la evidencia apunte hacia lo oscuro, nos vemos obligados a cargar con el peso de tanta desolación. El mundo, desde luego, no es el país de Alicia, que describen las páginas 25 y 26 en clave muy distinta al de las maravillas, imaginado por Lewis Carroll, pues somos muerte y engendramos muerte. E incluso al acercarnos a aquel tópico clásico del carpe diem (pág. 35), la autora va más lejos que Ausonio y Garcilaso, y si estos veían la vejez como salida de la juventud, ella ve sólo muerte: Morir como una recta o un declive,/ o un sol, cuando la tarde derrota sus caudales./ Morir, tal vez no haber sido ya nunca/ -quizás, o convertirse en silencio profundo, afirma en el poema titulado Instantánea (pág. 36). Muertos entre los muertos, la historia es un catálogo de catástrofes, ante el que sólo cabe hacer preguntas y esperar la respuesta acaso en vano, temiendo que, si sueño es nuestra vida, el despertar sea un sueño más negro aún.
Esta inquietante tesis, implícita en la obra de Dolors Alberola, conduce a una intuición visionaria que le ha proporcionado momentos muy brillantes y una gran originalidad: la idea de que el tiempo, como ya advirtió Kant, es sólo un referente o marco donde el hombre sitúa su experiencia deja paso a la sugestión de su inmovilidad. El tiempo, inaprehensible en su fugacidad o potencia tan sólo en continuo proceso de transcurrir se emplaza en un presente que todo lo contiene, de modo que el ayer, hoy y mañana coexisten, simplemente, acaso porque son meras secuencias de otro ser que nos piensa o, como ya se ha dicho, nos sueña. De ahí la inclinación de la poeta a anular en el texto tanto el tiempo como el espacio, lo cual constituye una de las características más notables y personales de su poética. Así, en El monte trémulo (2004), el autobús que tiene su parada junto al Parque de Bomberos, se mezcla con María Magdalena o los trenes del 11-M , en Esa mujer de Lot (2005), con muchachos americanos en cuya camiseta se publicita la imagen de Bush, los habitantes de Sodoma o las mujeres afganas, sin que nunca se incurra en anacronismos ni el recurso se quede en un mero alarde. De la misma manera, la autora de El libro negro recorre en este libro paisajes diferentes y diferentes épocas. La vemos en su casa jerezana, paseando por el Sena o a la orilla del mar, en China con las niñas repudiadas, en la antigua Roma o comprando en un supermercado cualquiera, cruzándose con Lesbia, con la memoria de Alfonsina Storni y, cómo no, con sus propias ensoñaciones, que lo son en idéntica medida de un mundo concebido desde el deseo, pero instalado –cernudianamente- en la realidad. Todo se mezcla, en fin, componiendo un mosaico abigarrado que, al suprimir la historia, se resuelve en una especie de pambiologismo –vamos a designarlo con este vocablo de mi invención- donde se dan la mano vivos y muertos, nacidos y por nacer, en espacios que exceden todo límite. En el poema Encrucijada (pág. 33), leemos lo siguiente: Convivimos sin tiempo y todo tiempo/ se une en derredor.
Objetará el lector, no sin motivo, que tras esta visión del espacio y el tiempo ha de alentar, por fuerza, una esperanza de eternidad y, por tanto, la superación de la muerte. Y es cierto. El temor de la autora, su obsesión lancinante, su más atroz pesadilla descansa justamente en el temor de que, al despertar, se frustre esa esperanza y triunfe esa muerte en la que no puede ni quiere creer, contra toda razón y evidencia. El poema Ladrón de sueños (pág. 43) termina con estos versos certeros: Le estoy robando a Dios su arquitectura/ por si acaso no hay nada tras la muerte.
Desde luego, no estamos ante un libro apocalíptico, heraldo de catástrofes, ni tampoco se trata de un alarde de fe. La religiosidad de El libro negro, si es que hay alguna, habría que buscarla en su incursión continua en el misterio, tributaria de la pasión vital de la autora. Ella, que ama a la vida, pero que, sin embargo, se sabe abocada a la muerte, se empeña en construir esa esperanza utópica o ensoñación de inmortalidad a través de lo que, al principio, situamos –recuérdenlo- en el otro platillo de la balanza; es decir: el contrapeso hermoso del amor, el culto a la palabra y al poema y esa santa locura, casi mística, que la conduce al número pitagórico, a la armonía del cosmos y a la intuición de la divinidad.
Pasamos, pues, del lado que llamamos oscuro –lo cual no deja de parecernos convencional- al otro, luminoso, que transforma lo negro en blanco o, mejor todavía, que, a modo de damero, realiza la unidad de los contrarios, tal como ocurre en la realidad.
Si la primera parte, titulada Prefacio, nos pone en situación, y Canon, la segunda, seguida de Testamento y memoria, nos desarrollan todo lo enunciado, la última, haciendo honor al título, constituye un auténtico Puente al alba, por cuanto el resplandor que de la oscuridad se desprende se abre aquí, silencioso, dejando en su interlínea el legado poético de la autora: su amor a la vida, su amor a los seres que la transitan y, por supuesto, esas herramientas de salvación que, desde los comienzos, habían comparecido ante los lectores: los sentimientos (el amor, en particular), la poesía, nos salvan de la muerte, nos aferran al tren de la eternidad.
Porque, a pesar de todo, el mundo es bello, aunque aparezcan, de vez en cuando, esos lentos aviones del poema Mirando las alturas (pág. 14), rompiendo la armonía. El poeta, mediante la palabra, está llamado a reconstruirla, investido de su propia, creadora potestad: Ayer yo tuve fe,/ supe la eternidad y sus arcanos, compartí todo pan y fui tu sangre./ Hoy comulgo la vida, recordando/ que el universo entero es sólo piel, guijarros de la piel contra un camino,/ sequedad de la piel, pompa de angustia.// Pero ayer yo fui dios, y recreé mi sombra (pág. 15).
La sombra. O sea, la imagen, proyectada sobre la pared de Platón. Tienen gran importancia las imágenes en la obra poética de Dolors Alberola, y no me estoy refiriendo –al menos, en lo que respecta a este libro- a las metáforas habituales, sinécdoques y demás, de las que se reputa maestra consumada, sino de aquella otra, la imagen visionaria –así la denominaba Carlos Bousoño-, que, con pocas palabras, describe universos. Los poemas de El libro negro se construyen sobre este tipo de imágenes, aunque no todas, naturalmente, sean cósmicas: Le estoy robando al tiempo cada imagen (pág. 43), nos dice, y las suyas, sin duda, están dotadas de una gran eficacia significativa y la habilidad de crear espacios simbólicos en los cuales la anécdota, la experiencia o el pretexto son trascendidos para remitirnos a un significado de perfecto diseño, donde suelen residir las líneas maestras del libro en su conjunto y los distintos textos. En efecto, los poemas de Dolors Alberola son perfectas arquitecturas, aderezadas al fin comunicativo que los origina, en cuyo logro suele desplegarse toda una batería de recursos que, utilizados con destreza suma, no gravan –al menos, en exceso- la expresión, pero sí delimitan la idea y enriquecen su contexto significativo.
La influencia del surrealismo discurre solapada en estos versos, infundiéndoles ese tono –insisto- visionario o ensoñador –mágico, en definitiva: La magia verbal es, sin lugar a dudas, uno de los rasgos definitorios de su quehacer poético - que nos asalta por todas partes. Ello, sin que pierda el discurso esa pátina amable del lenguaje sencillo y hasta confidencial, que se asienta en la palabra, fundamental casi siempre, bruñida muchas veces, estableciendo un sabio y equilibrio entre la herencia clásica, necesaria, y la innovación vanguardista, imprescindible. El poema es un salto hacia adelante y posee en el lenguaje esa pértiga propulsora, capaz de catapultarlo.
Por lo demás –lo he dicho muchas veces y este libro lo corrobora-, lirismo y pensamiento son las fuerzas fundamentales que se aúnan en la poesía de Dolors Alberola. El primero se nutre de la interiorización de lo externo, en tanto que el segundo exterioriza lo interno. De aquí que en el poema convivan sin fisuras, en total armonía, para expresar lo utópico, es decir, una cosmovisión trenzada en las verdades ontológicas que, sólo más allá de la mera razón, la mirada poética logra desentrañar.

© Domingo F. Faílde, 2006