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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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16 de junio de 2011

Anoche, en Jerez. Presentación del libro "Donde no habite el olvido"


Lo que es mágico no se puede apresar; así la poesía, a la cual no es posible ni siquiera definir con exactitud. Qué es, de dónde viene realmente, por qué llega, cómo se va… Otro de los misterios de la existencia, quizá no tan llamativo pero sí tan enigmático como la muerte. Algunos poetas creen, al preguntarles, que es el idioma más próximo a la divinidad o que es una especie de legado profético o quizás similar a la voz de las sibilas; otros opinan que se trata de una enfermedad, una perpetua enfermedad, incurable, entre otros motivos, porque el propio poeta no quiere descender de ella, no desea apearse, no pretende olvidarla sino que la cultiva, la expande, la mastica.     
Bien, pues una cosa así es totalmente incompatible, como también nos asegura José María Herranz, en el prólogo de Donde no habite el olvido, con esta sociedad bursátil que tenemos montada y que desea revolcar al poeta dentro de los alfabetos de la economía, que, aún si fueran alfabetos y exactamente de dicha asignatura, podrían servir un poco de placebo para el escritor, diciéndose que, al menos, la causa estaría en parte justificada; pero no, ni son alfabetos, sino ladrido actualmente, ni de ninguna economía sino de un derroche totalmente desorientado para unos y factura impagada para otros. La poesía nunca podrá ser parte de ninguna “empresa cultural”, porque sencillamente la cultura nunca podrá ser empresa. En cuanto al modo de rozarla, tenerla, mostrarla, justificarla, ella no tiene modo. Explicaré: son correctas, correctísimas, las formas clásicas de sus arterias o versos, pero también lo son todas aquellas que, en rectitud, la conduzcan a nosotros. Nada es superior a nada en su real reinado; poesía no hay buena o mala, esa mujer que nos seduce con sus malísimas artes siempre, como una cortesana que se precie, será buena, estará buena. Lo malo sencilla y llanamente, no es poesía sino impostación. Actualmente nos venden mucho de esto, pero no caigan nunca en esa red de versotraficantes que existe por doquier, no se dejen convencer por unas palabrejas que les suenen a chispa; la poesía es fuego, es incendio, es llamarada, llaga contra la piel de quien la toca y de quien la respira o contempla. Si no les quema el alma como en un infierno cáustico al degustarla, no es poesía.       
En Donde no habite el olvido, el antólogo ha jugado, se ha lanzado como tahúr del verso en busca de un puñado de mistéricos domadores de sueños, porque los sueños pueden llegar a uno y, fieros o cabizbajos, dejarse en las entrañas de quien los vive, no así la palabra, no así la música ni el número –en su sacrosanta concepción de arquitectar la nada hasta llevarla a todo- ellos vienen, bailan, se van, pero se sabe, se les adivina, se les llega a palpar si, al igual que José María Herranz, se está preparado para ello. Y estos domadores de sueños son hombres y mujeres, hago hincapié en que, frente a una serie de antologías que podríamos llamar vergonzosas por la casi anulación de las voces potentes femeninas en sus diferentes épocas, injusticia que ha hecho nacer la ilógica de separar ambos géneros en otras selecciones, la presente va ya más equilibrada, porque tampoco es precisa la paridad ni el uno por uno, muestra ésa que sería de politiqueo más que de selección verdadera. En Donde no habite el olvido, se nos presenta en el ring de la utopía un grupo de veinticuatro hombres frente a dieciséis mujeres y digo frente y no al lado, porque todos van a luchar por la belleza. La belleza, bien lo supo Cernuda, inspirador mágico del título del libro, es una lucha continua, no de hombres contra mujeres, no, sino de prometeos contra prometeos y eso es lo que son los antologados cuando suben al terrible ring de una antología e intentan atrapar el fuego de nuestra mirada, la terrible llama de nuestra complacencia, ofrecernos el dolor de cada sílaba en nuestros oídos o en nuestras pupilas. Luis Cernuda no fue poeta ni tuvo sueños: fue la poesía, completamente ella, desnudamente ella y el sueño, él fue mismamente su propio sueño, pero no como aquello del emperador y la mariposa sino como su propio deseo anulando plenamente su realidad; Cernuda, podemos decir con claridad, no existió entre nosotros porque jamás estuvo ni vivo ni muerto, según su propia palabra, lo que existe de él es la magia, la imperecedera magia de la palabra. Así es como, a modo de un círculo totalmente indestructible, su voz se aviene a ser envoltura de la voz de los que actualmente sueñan dentro de las páginas de este libro. Su letra sobrevuela por encima de todas las interlineas diciendo constantemente, clamando sin cesar que la palabra es lo que nos hace, lo que nos redime, lo que nos alcanza la única luz que podemos tocar en la materia.    
Donde no habite el olvido tampoco es un cedazo donde cribar estilos o edades o galardones, es sencillamente un lugar de encuentro en y para la palabra, para el verso, para el poema. Así, veremos en el libro una extensa muestra de poetas de diferentes edades, estilos, desconocidos unos, consagrados otros, pero unidos por el buen hacer, por el amor a la belleza, que se puede arrancar de igual modo del blanco que del negro, por la ilusión perenne de ser esclavos libres de la inspiración, de la armonía, de la sorpresa que, como lenguaje extrañador se aviene a bajar a beber en sus manos y allí deja la impronta de lo que debe ser el poema.     

© Dolors Alberola.-

12 de junio de 2011

Anoche, en Sevilla. Gala poética dedicada a Eros


Es justo y saludable que los nuevos modelos prevalezcan sobre los viejos y caducos, en especial cuando son transgresores y, en medida diversa, contribuyen al avance del pensamiento, la sociedad, las costumbres, la cultura en definitiva. Y si antes, hace ya algunas décadas –tampoco demasiadas- la llegada de la primavera se saludaba con salvas de castidad, ahora es Eros quien forma a sus efectivos para que el solsticio de verano les pase revista con sus calores, con sus ardentías, con sus fogatas, con sus incendios, con su culto a la carne desnuda y su invitación al placer.    
Así debe entenderlo la Institución Literaria Noches del Baratillo, en Sevilla, que, desde hace unos años, organiza una velada erótica, cuyos platos fuertes son la poesía y, cómo no, la gastronomía, sin que falten la música, la danza y alguna curiosidad: en esta edición, las castañuelas y sus implicaciones en los fastos del erotismo.     
Numerosos poetas, bajo la férula organizadora de José Luis González Cáceres, sembraron con sus versos el propicio jardín de la sensualidad: Manuel Senra, Alex Ruiz, Enrique Hernández, Saray Pavón, Domingo F. Faílde y Dolors Alberola, entre otros.      
Después de la cena, Teletusa, la gran sacerdotisa de Astarté, descorrió con su danza los velos de la noche.    

Redacción.-

7 de junio de 2011

Presentación del libro "Gerardo Diego y su pensamiento religioso", de Teodoro Rubio


Sucede con frecuencia que hablar con rigor de algún tema excluye la pasión y al hablar con pasión se excusa el rigor. A veces, sin embargo, la pasión y el rigor impregnan el discurso y entonces la oratoria, como en tiempos antiguos, se convierte en un lujo para el que escucha, tanto mayor cuanto más calurosas, cercanas, las palabras.       
Esto es lo que ocurrió anoche en el acto de presentación del libro Gerardo Diego y su pensamiento religioso, del poeta y ensayista Teodoro Rubio, que efectuó una vibrante defensa del maestro cántabro, aportando al respecto una espléndida batería de datos: cartas, reseñas, testimonios, declaraciones, que fueron perfilando un pensamiento y dibujando una personalidad.      
Intervino en primer lugar María Rodríguez, que recorrió de manera clara y concisa la trayectoria del autor, nacido en Peñaranda de Duero (1958), doctor en Filología Hispánica, teólogo, profesor y, sobre todo, poeta, con numerosos libros en su haber (Araña en tu silencio, 1989; Herida la palabra, 1991; La oquedad de tu distancia, 2001; Fría desnudez del calendario, 2001; y Tu mano todo el día, 2006, entre otros) y premios de gran calado (Blas de Otero, Villa de Aranda, Vicente Aleixandre, Florentino Pérez Embid, Fernando Rielo, etc., etc.).         
Luego, Dolors Alberola empezó su comentario al libro con una panorámica del estado actual de los estudios y publicaciones sobre la Generación del 27, enmarcando en la misma la personalidad literaria de Gerardo Diego, para centrarse, por último, en este ensayo de Teodoro Rubio: un libro, digno de la coherencia de su autor, de la seriedad de su trabajo como investigador y como ya dije, interesantísimo y necesario, pues aporta datos muy curiosos para el mejor conocimiento de una de las voces del 27 y pinceladas que amplifican el de los poetas, amigos y familiares que le rodearon.      
Cerró el acto el periodista Marco Antonio Velo, abriéndose un coloquio a continuación.    

Redacción.-

3 de junio de 2011

Ezra Pound, ¿agente secreto? Justo Navarro presentó su novela "El espía"


Justo Navarro (Granada, 1953) vivió en Pisa durante el segundo semestre de 2009 y allí, dice que de manera fortuita, se topó con las huellas de Ezra Pound, quien, a través de la radio y otros medios, exaltaba el fascismo con tanto entusiasmo que los servicios secretos de Mussolini llegaron a plantearse la posibilidad de que el poeta norteamericano fuese un agente doble. A partir de estos hechos, concibe el autor la ficción de un Ezra Pound espía, que alimenta con datos biográficos, sucesos históricos y abundantes exploraciones en la compleja personalidad del protagonista.     
Justo Navarro, estudioso de la literatura y narrador avezado, administra con tino las técnicas de su oficio y, sobre la base de un discurso en tercera persona, hace emerger con fuerza otros puntos de vista –entre ellos, el suyo, bajo la máscara de un supuesto traductor- , con lo cual se agiliza y enriquece el relato.    
Desde el punto de vista estilístico, cabe destacar la concisión de una prosa cuidada con esmero, en la que se solapa cierto aliento poético.      
El espía, publicado por Anagrama, fue presentado anoche por su autor y Mauricio Gil Cano en el salón de actos de la Fundación Caballero Bonald, en Jerez.      

Redacción.-

Retazos. Manuscrito encontrado en el Mentidero


La vieja técnica del manuscrito encontrado sigue dando frutos. José Antonio Hernández Guerrero, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Cádiz, director del Club de Letras de la UCA, director del portal Poética y Retórica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, y director, igualmente, de la revista Speculum, le ha dado en cualquier caso un baño de frescor al hacernos creer que, en la gaditana plaza del Mentidero, halló el de los relatos de este libro, Retazos. Manuscrito encontrado en el Mentidero, que anoche presentó en Jerez. El acto, que congregó a numeroso público, tuvo lugar en la Fundación Teresa Rivero y en el mismo intervinieron el editor José Regueira, la poeta María Luisa Niebla, varios miembros del Club de Letras y el propio autor.    
El libro, muy ameno y escrito en clave de humor, relata de manera fragmentaria la experiencia vital y pastoral de un sacerdote católico en pequeñas poblaciones de la provincia de Cádiz, durante los años 60, lo cual le permite ofrecer al lector una amplia panorámica de la realidad social de la época. Lo hace, desde luego, a través de una prosa chispeante que, en todo momento, mantiene la elegancia en el decir, sin menoscabo del habla popular que, necesariamente, salpica estos textos, sin que falte tampoco la reflexión personal que los enriquece.      

Redacción.-