Un jurado compuesto por la poeta Beatriz Herranz y
los catedráticos Luis Martínez Falero (Universidad Complutense) y Antonio
Chicharro Chamorro (Universidad de Granada), coordinados por el crítico
literario Santos Sanz Villanueva, ha concedido el XXXI Premio de Poesía Leonor, que convoca la
Diputación de Soria, a Dolors Alberola, por el libro titulado Dasein.
Dicho jurado destaca en su fallo, emitido por unanimidad, la poderosa capacidad imaginativa del
discurso, aunada a una concepción de su
estructura y composición que lo llena de coherente belleza, así como su
alto nivel de perfección formal y gran hondura lírica.
El
libro de Alberola fue elegido de entre los 244 trabajos participantes,
procedentes de España, Alemania,
Argentina, Australia, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia,
Israel, México, Perú, Suecia y Venezuela, todos ellos de gran calidad, según
declaró Antonio Pardo, presidente de la Institución.
En palabras de la
propia autora, Dasein se articula en
seis partes, a través de las cuales la
voz lírica va desgranando lo que es nuestra existencia, una enorme tragedia, un
ser para la muerte. Todo esto no implica ninguna falta de interés hacia la
estética, sino que la utiliza como próxima salvación e intento de exorcismo
hacia la nada. Un ver si la poesía es áncora de salvación y portadora de la más
entrañable deidad. Preguntada -¡cómo no!- sobre lo que para ella significa
haber ganado este premio y cómo se sintió al ser informada de ello,
respondió: Ser la ganadora significa
confiar de nuevo en la limpieza de los premios, ilusionarse aún más con la
literatura y abrir de nuevo la palabra hacia el exterior. Cuando me enteré, por
medio de la llamada teléfonica de una amiga, pues regresaba de viaje literario,
me sentí inmensamente feliz y con nuevas fuerzas para comunicar mis sueños.
Redacción.-