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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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20 de septiembre de 2013

Mariano Rivera: "El eco de las plazas", en Ronda


                El Palacio de Congresos, junto al Tajo de Ronda, es uno de los mejores equipamientos culturales con que cuenta aquella ciudad y en dicho espacio hay una pequeña y acogedora sala, marco idóneo de encuentros literarios, lecturas poéticas y presentaciones de libros, unos actos que nunca fueron, son ni serán de masas, por más que cuenten con un público adicto, que los siguen con devoción. Esa sala, prácticamente llena, albergó ayer por la tarde la presentación de El eco de las plazas, de Mariano Rivera Cross, que allí recalaba, tras haberlo dado a conocer en Madrid, El Escorial, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Cádiz y otras localidades, donde el libro sorprendió por la originalidad del tratamiento formal, por la oportunidad del tema abordado y, desde luego, por la sinceridad y valentía del autor, que denuncia, en clave lírica, pero con tono épico, la criminal injusticia de un sistema, que no halla en su agonía otra salida que provocar la miseria, el hambre y la muerte de millones de seres humanos.
                Su protesta, su clamor, llena las plazas del mundo y no sólo la célebre Sintagma, de Atenas, o la madrileña Puerta del Sol, sino otras más próximas y entrañables. Lo de menos es el lugar, lo importante es el eco de concentraciones y algaradas, que esparce por los cuatro puntos cardinales la voz de hombres y pueblos con hambre y sed de justicia, abocados a un destino miserable y cruel. Pero como no sólo de pan vive el hombre, el poeta, lejos de ceñirse a la reivindicación de lo material, señala también a aquellas coordenadas donde hacen aguas los valores morales, que siempre tienen algo que ver con las demás carencias.
                Mariano Rivera, poeta veterano  y catedrático emérito de literatura, no da palos de ciego en esta entrega. Rechaza el dogmatismo, las consignas gastadas y huye del panfleto, que suele degradar la expresión poética, para zambullirse en aguas, no menos procelosas, pero más transparentes. No es un poeta social, advierte siempre, y soslaya la poética periclitada de los años cincuenta, consecuencia de otras circunstancias y expresión de otra época, optando en cualquier caso por la denominada poesía de la conciencia, más acorde con la actual realidad y, desde luego, con su propio talante: tengo el corazón a la izquierda, pero mi voz es libre como yo, acostumbra a decir.
                Presentó y presidió el evento la delegada local de cultura, Sra. Zarzavilla (PA), que realizó su papel con encomiable sobriedad, no obstante algún fallo de protocolo –el autor debía haber sido emplazado a su diestra-, que estimamos involuntario. Luego, la poeta rondeña Antonia Toscano efectuó una breve introducción al libro presentado, cuyas claves esenciales reveló al auditorio con claridad expresiva y rigor técnico. Por su parte, el autor también estuvo breve y usó en sus comentarios un tono ameno y didáctico, que cautivó a sus oyentes. Finalizado el acto, lo vimos firmar ejemplares.
                Siguiendo una moda, que parece imponerse, la música haría acto de presencia, a cargo de un joven pianista,  José Sánchez  Corrales, quién a sus dieciséis años, se mueve entre las teclas con admirable soltura.

Redacción.-

16 de septiembre de 2013

Maribel Tejero: lectura poética, con "Deshacer la memoria" al fondo y un poema inédito


La Sala Paul, de Jerez, se llenó de literatura esta tarde. La protagonista, Maribel Tejero, logró reunir a un buen número de poetas, artistas, lectores y amigos en torno a su libro Deshacer la memoria, con el que ha recorrido ciudades y auditorios, desde el propio Jerez a Segovia o Valladolid, pasando por Cádiz y El Puerto de Santa María, que han podido apreciar la cordialidad y el vigor emotivo de sus versos, llenos de tensión lírica y escritos en lenguaje sencillo, a veces coloquial y siempre culto. Únicamente la banalidad está ausente de ellos, pues la autora ha tejido un discurso de hondura, jalonado por reflexiones sobre la vida, la muerte, la tierra, el paisaje, etc., tutelados por la naturaleza, una naturaleza que también se hace oír y sentir.
                Y la memoria, claro está, en unos poemas que brotan del dolor de su pérdida, en la persona de la madre de la propia poeta, lo cual le da pie a componer una primera parte de tono elegíaco, en la que el sufrimiento de la enfermedad  alterna con pensamientos sobre la memoria como elemento vertebrador de la existencia humana.
                El enfermo de Alzheimer, diría Domingo F. Faílde en sus palabras de introducción, no sólo pierde su memoria, sino que priva a las personas de su entorno de recuerdos que le atañen. Este principio parece inspirar los poemas terrenales de Tejero. En su afán de recuperar los  recuerdos perdidos, vuelve los ojos al mundo feliz y rural de su infancia, en una bella glosa, no exenta tampoco de tintes elegíacos, al deplorar la destrucción del medio en nombre de un progreso que, muchas veces,  enmascara ambiciones inconfesables, injusticias y daños irreparables.
La autora, que ha cedido los derechos de autor de este libro a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, leyó magistralmente sus poemas, entre ellos un inédito, y firmó numerosos ejemplares. Estuvo arropada en varios intermedios por los músicos de la Orquesta Joven de Jerez A. Beigbeder, que tuvieron una actuación sobresaliente.

Redacción.-