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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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30 de julio de 2012

De la obra reciente de Francisco Basallote


Francisco Basallote acaba de ver publicado su libro La sombra de Euclides, ganador del Premio Internacional de Poesía “Soledad Sonora”, convocado por Spanish Professionals in America, Inc.-ALDEEU (Asociación de Licenciados y Doctores en EEUU). Poco antes, habían visto la luz Indagación del alba, galardonado con el XIV Premio de Poesía “Paco Mollá, y Gotas de lluvia.
El poeta, profesional de la arquitectura y natural de ese enclave privilegiado que es Vejer de la Frontera, ha encontrado en la cal, los volúmenes y la luz el contexto ideal de una poética que, partiendo de la magia vejeriega y la rara hermosura de su entorno, ha logrado crear una metafísica para explicar el mundo, las incógnitas de la vida y la propia poesía, dando la espalda al tópico paisajístico, reemplazado en el texto por la mirada interior de Basallote, igualmente capaz de eternizar el instante que nos regala la naturaleza, a través de sus haiku, disciplina poética e intelectual en la que es consumado maestro.
Domingo F. Faílde entrevista al autor, que revela muchas claves de los libros citados en segundo y tercer lugar y su propio proceso creativo.
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Redacción.-

25 de julio de 2012

Víctor Alija y Jesús Ballesteros protagonizaron anoche una brillante lectura poética


Dolors Alberola, en sus palabras de presentación, definió a Víctor Alija como una criatura literaria que a los veinte años ya tiene publicada una separata. Todo un calvario lleno de signos –añadió-, una resurrección de esta vida mediocre que llevamos en sociedad a otra de iniciación en el augusto territorio de la palabra. Ésta, para él guarda poco escondrijo. Como una sierpe fresca y delirante se le abre y entrega, le da todo el veneno de la voz, lo posee hasta el ritmo y le engendra los hijos que pretende, le prohíbe el tabú, lo deja bien armado ante la voz y lo convierte en ella.
                Así sería el preámbulo de una hermosa velada literaria, de las que tardan tiempo en olvidarse, si es que olvidarse puede alguna vez el verso bien templado del poeta y el vestido musical que, ceñido al aroma de la palabra, fue tejiendo Jesús Ballesteros, el excelente músico granadino que acompañó al autor de Oxidaciones y Discurso sobre los estados carnales.
                La lectura de Víctor Alija giró fundamentalmente sobre estos libros, a los que, en dos ocasiones, sumó algunos inéditos. Y el poeta acertó al acercar al público unas obras que, aun caminando despacio, como decía Federico García Lorca de los primeros libros, lo hacen sólidamente, robusteciendo la proyección de una voz que, no obstante su juventud, se perfila día a día como una de las más sólidas y personales de su generación.
                Trata en ellos lo temas –entre otros- que trataron Catulo, Cavafis o Cernuda, sin que, en ningún momento, se le deslice un eco delator. Sus poemas no suenan a Catulo ni a Cavafis ni a Cernuda, sino a un Víctor Alija que explora a plena luz su propia transgresión y la arroja a los vientos sin tópicos ni gestos ya usados, tensando el arco de un estilo propio, que emociona sin patetismo ni sensiblerías, a fuerza de descarnar sobre los mármoles del lenguaje su indiscutible autenticidad.
                Con la locura que esgrimimos los que somos capaces de verter imágenes, metáforas, surrealismo, gritos que atraviesen la sangre, es posible que aún podamos sujetar el mundo –había dicho Dolors Alberola-. Víctor está empeñado en mantener en alto uno de sus pilares y sus amigos todos aplaudiremos siempre sus vocablos, esos hierros al rojo que en forma de libro supieron detenernos, por esa sencillez de su elegante y blanca trayectoria de signos y de sílabas.
                Y los signos se unieron a la música y allí estaba el saz turco de Jesús Ballesteros, la mandola o la guitarra, envolviendo el poema con tules nazaríes o pequeños desgarros flamencos, hasta que, al fin, la noche se rindió. Era tarde, muy tarde, pero el patio del Damajuana ardía como un ascua en la limpia palabra de un poeta.

Redacción.-

18 de julio de 2012

Mariano Rivera presentó "Acuario Blue" en Jerez


                 Anoche tuvo lugar la presentación del libro Acuario Blue, del poeta Mariano Rivera Cross. El acto tuvo lugar en el patio del Café-Bar Damajuana ante un público numeroso y fue presentado por Domingo F. Faílde, según el cual la obra poética de Rivera acoge nuevos mitos, se impregna de una nueva sonoridad y, en vez de esclerotizarse con el paso del tiempo, se abre a las nuevas tecnologías, ensaya nuevas formas de expresión y tiende puentes a las filosofías que anticipan el porvenir. Así lo acreditan sus libros Dioses y héroes en retirada, El cielo que nunca habló, Entre sombras y, sobre todo, El software de la inmortalidad. A todos ellos se suma Acuario Blue.
                Partiendo de las citas iniciales, de Leonard Cohen, Bob Dylan y John Lennon, advirtiéndonos que la vida es un juego con las cartas marcadas, que el camino a la utopía es largo y proceloso y que el cielo y el infierno están aquí y ahora, en nuestras manos, el libro se concibe como un blues, que es canto melancólico y, en este caso, una bella metáfora al servicio de una idea: el diálogo entre las dos orillas del Atlántico, que dan título y estructura al conjunto: Átlántico Este y Atlántico Oeste, conversan entre sí y cuestionan la triste realidad del mundo en el preciso instante en que, según algunas concepciones esotéricas, da comienzo la Era de Acuario o, desde otro punto de vista, finaliza la nuestra. El nacimiento y la muerte, el principio y el fin, los ciclos implacables de la vida y, en suma, su dialéctica inexorable, componen un pequeño retablo con fondo musical que expone y analiza nuestro momento histórico.
               Una amplia batería de temas cardinales gravita en los poemas de este libro. Los eternos, los clásicos, van quedando en la retaguardia y en la vanguardia afloran reciclados por la visión del hombre contemporáneo, que, enfrentado a los mitos de otras eras, se atreve a levantar el torreón proscrito de la felicidad e incluso poner en su punto de mira la conquista de la inmortalidad.
              Actitud de esta índole implica un llamamiento a la rebeldía, más que a la rebelión. El poeta, que arremete contra el discurso de los políticos o deplora la muerte de la democracia, llama de nuevo a los jóvenes de París, en un gesto de añoranza desesperada, que incluso le conduce a evocar el muro de Berlín, para oponerlo acaso a la guerra, al hambre, el fanatismo, la violencia de género y otros males que zarandean nuestra sociedad. Desengañado de la política, sabe que se ocluyeron sus caminos y es preciso, por tanto, explorar otras vías. Del poema social de nuevo cuño pasamos al espacio existencial, al territorio íntimo del ser, donde también la vida enseña sus colmillos: el amor no es acaso esa tabla de salvación que el epigonismo romántico nos mostraba y ahora, roto el velo de la vieja retórica petrarquista, nos conduce a la realidad del olvido, de la traición, de la fragilidad, y ni siquiera el sexo, hasta ayer concebido como liberación, nos brinda un asidero consistente. Decepción e injusticia contemplan este marco desolado, en el que, sin embargo, consigue la poesía fructificar y crecer.
             Como es lugar común en la obra de Mariano Rivera, estamos ante un libro complejo, no porque su discurso sea hermético o laberíntico y su lenguaje rebuscado e hiperculto, sino por su riqueza  connotativa; un libro necesario, entre otras razones porque, si como afirma Leopoldo Mª. Panero en el prólogo, el hombre es una pasión vil del que [sic] no habla la filosofía, el poeta, al convertirlo en sujeto del conocimiento, lo libera de la vileza de aquella pasión, incorporándolo, libre y hermoso al gran concierto cósmico.

Redacción.-

11 de julio de 2012

"Vivir sin más motivo": Carlos Guerrero presentó su libro


Se dice y es verdad que toda gran poesía apunta a lo esencial, a esos temas –eternos, según algunos- que el hombre se plantea y a los que trata de responder desde las coordenadas de su historicidad. Al leer los poemas de este libro, recuperamos buena parte de nuestra memoria común: el humanismo, sin ir más lejos, en todo lo que tiene de indagación, y así, sin silogismos ni teoremas, con sólo la experiencia como vehículo, el autor nos acerca a la interioridad de cada uno, descubriendo los móviles ocultos que dan materia y forma a nuestro paso por el universo.
Sabe Carlos Guerrero que si el hombre es medida de todas las cosas, su relación con ellas en esas coordenadas a las que antes nos referimos no es sino la existencia, es decir, el acto de ser en un aquí y en un ahora. Esto es lo que compartimos en tanto que seres vivos; ocurre sin embargo que esa existencia no es un conjunto vacío y que, por el contrario, cada individuo la llena de contenido : o sea, de amor, dolor, temor, valores, aventura…; de vida, en definitiva: Vivir sin más motivo es la crónica apasionada y apasionante de una obviedad. Se vive sin motivo o, para ser exactos, sin más motivo que vivir. La vida es el motivo y el poema un ardid para atraparla, como se atrapa a un pájaro.
El empeño no es fácil, desde luego, porque la vida no es un departamento estanco, una idea cerrada y amurallada, esto es, un espacio sincrónico, sino la suma de todos ellos más un puente que se nos tiende a lo desconocido –pese a lo previsible del desenlace-, y entre unos y otros -¡cómo no!- la memoria, que es el módulo o cápsula donde viaja nuestra conciencia, desafiando esa especie de fuerza de gravedad del espacio y el tiempo, buscando la precisa dimensión que nos hace personas.  
Estamos ante un canto de exaltación a la vida en todos sus matices, una especie de oda a lo Whitman, salpicada de claroscuros. Alguna cita de Juan Ramón Jiménez, Rafael Soler o Mario Benedetti nos acercan al sur, a ese duelo barroco y conceptista entre la luz y la sombra, el amor y la soledad, la vida y la muerte, que humaniza la reflexión del autor con una brizna apenas de agonía.
El poeta, sin duda, ha sabido captar y reflejar esa dimensión épica de la vida, sin la cual, carente de un motor que la impulse, sería del todo inmóvil o, dicho de otro modo, no sería nada.
                La vida, en consecuencia, es una historia. La vida, cada vida, lo que, en términos de lenguaje, nos da un pequeño número de páginas, que van a parar no al mar de Jorge Manrique, que es el morir, sino a la única forma posible de inmortalidad conocida hasta hoy, la de seguir viviendo en la memoria de la posteridad.
                Tras las palabras introductorias de Domingo F. Faílde, la voz de Carlos Guerrero hizo sonar los versos de su libro, que ayer, por la noche, presentara en Jerez. Leyó una generosa selección de poemas, firmó ejemplares y fue protagonista de otra hermosa velada poética.

Redacción.-

8 de julio de 2012

Festival Vitruvio de Poesía 2012


El pasado viernes, día 6 de julio, se celebró el ya tradicional Festival Vitruvio de Poesía, con el que dicha editorial pone fin a su curso literario y abre en su actividad el obligado paréntesis veraniego. El acto tuvo lugar en el denominado Rincón de don Antonio –una sala excelente, de exquisito sabor- del Café Comercial, para muchos el más literario que queda en Madrid.
Como es habitual en estos eventos, participaron en la lectura todos los autores que han publicado obra este año y los que, en breve la publicarán. Abrió la sesión Susana Rivera, viuda de Ángel González, que leyó un poema del autor, a quien, en esta ocasión, se homenajeaba. Entre los asistentes y participantes se encontraban poetas y novelistas como Miguel Galanes, Ramón Hernández, José Mª. Prieto, Carmen Bermúdez, Inés María Guzmán, Jerónimo Muñoz, Alberto Infante, Carlos Guerrero, Domingo F. Faílde, y otros, protagonistas de una intensa velada, dirigida por Pablo Méndez, que se prolongaría hasta altas horas, ya con vino, cerveza y una honda palpitación del espíritu, como hubiera dicho Antonio Machado.

Redacción.-

5 de julio de 2012

Versos en plenilunio: lectura poética de Carmen Sáiz Neupaver


                En sus palabras de presentación, Domingo F. Faílde definió a Carmen Sáiz Neupaver como una creadora seria y eficiente, que suma a su talento, ya de por sí notable, un no menos notable bagaje cultural, tributario de su formación universitaria, de sus lecturas bien planteadas y, lo más importante, un trabajo tenaz y denodado, meticuloso, intenso y apasionado, a cuyo conjuro –insisto en esta idea- no hay musa que se resista ni tiene el viejo Apolo otro remedio que rendirse a sus pies. Si le sobra talento, ya lo he dicho, Carmen posee también los recursos técnicos necesarios para romper certezas y llevarse debajo del brazo los mil y un milagros de la inspiración.
                Hay algo, sin embargo, que no tiene ni ha tenido jamás, incluso al precio, bastante caro por cierto, de ir contra la corriente de los tiempos: la prisa, ese torpe veneno que ha malogrado a muchos autores jóvenes, hundiéndolos en el caos o precipitándolos en el oscuro resplandor de lo efímero, como flores de un día. Ella, no. Ella no, porque sabe que la poesía es el buitre que muerde las entrañas de Prometeo y ha tenido el valor de afrontarlo tras robar a los dioses hasta la última llamarada del fuego que le abrasa. Carmen Sáiz es poeta de lenta elaboración o, dicho de otro modo, para que quede claro, exigente; una autora incapaz de perderse en banalidades y que encuentra en la forma un arsenal de ingenios para la perfección.
                Y, haciendo honor a su ejecutoria, Carmen Sáiz Neupaver comenzó su lectura. Traía preparados quince poemas escrupulosamente elegidos, a través de los cuales expuso su poética y dio cumplida fe de sus cualidades. Pocos poetas tienen tan claro el sentido de su misión. Busca la belleza, pero sabe que ésta imposible en un mundo podrido. Su compromiso estético –evidente, por lo demás- se convierte en compromiso ético y de este maridaje desciende en buena parte su poesía. No en vano dicen de ella que es una de las voces más intensas y con mayor dominio del lenguaje de la joven poesía gaditana. Y así es.
                El acto, enmarcado en el ciclo Versos en plenilunio, tuvo lugar el pasado martes en Damajuana y a él asistió numeroso público.

Redacción.-

1 de julio de 2012

Mariano Rivera Cross presentó "Acuario Blue" en el cafetín Croché , de San Lorenzo del Escorial


El pasado viernes, tuvo lugar la presentación del libro Acuario Blue, de Mariano Rivera Cross, en el conocido Cafetín Croché, de San Lorenzo del Escorial.
Intervino en primer lugar Jesús Fernández, haciendo mención en un principio a la unidad esencial y la universalidad que caracteriza a cada uno de los libros poéticos de Rivera, en cuya obra se adentró con precisión académica, destacando los elementos que discurren ella: necesidad y búsqueda del Sobrespacio, lucha por la libertad individual y colectiva de la especie humana, pluriperspectivismo y ansias de armonizar razón/sentimiento y espacio/tiempo.
Ricardo de la Sierra se encargó, con tintes líricos en su prosa, de adentrarse por el mundo de las imágenes, de las palabras, de los ritmos y de la interrelación temática de las parejas del siglo XXI occidentales, recurriendo en diversas ocasiones a citar versos de este poemario, a lo largo de su intervención, muy atinada, certera y poética.
Fernando Sabido se encargó tanto de los temas más comprometidos del libro, destacando la valentía y la función social del poeta en momentos históricos en que los escritores han de mojarse con su tiempo, así como de las fuentes del mismo, es decir de las canciones de los grandes cantautores de las últimas décadas del siglo XX, tales como los que aparecen citados al comienzo del libro, terminando leyendo dichas citas.
Finalmente, fue el propio Mariano Rivera quien hizo uso de la palabra para leer algunos poemas de la obra presentada.

Redacción.-

Entrevista a Domingo F. Faílde


Um oásis de palavras es el título de un blog bilingüe, portugués-castellano y viceversa, editado por la escritora Ana Muela Sopeña y traducido por Tania Alegria y otros autores portugueses, que, a estas alturas, han publicado a 89 escritores en uno y otro idioma.
La entrada más reciente, con fecha 29 de junio, es una entrevista realizada por Dolors Alberola a Domingo F. Faílde. Los lectores interesados podrán acceder a la misma a través del enlace que se facilita a continuación.


Redacción.-