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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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31 de enero de 2009

Josela Maturana presentó "Lugares de orfandad". El acto se celebró en la Fundación Rafael Alberti
















El salón de actos de la Fundación Rafael Alberti, en El Puerto de Santa María, fue el escenario elegido por Josela Maturana para la presentación de Lugares de orfandad ante el público de la zona. El libro había sido publicado meses antes por la Diputación gaditana.
Además de la autora, intervinieron Asunción Mateo, en calidad de presidente de la citada Fundación, y Domingo F. Faílde, que analizó los aspectos más significativos de la obra, acerca de la cual destacó la singularidad de sus excelentes metáforas y el acierto de la poeta a la hora de estrechar las correspondencias entre la imagen y el término real, también patente cuando, en el caso inverso, es el lenguaje el que toma las riendas de la expresión, incidiendo igualmente en la música peculiar de sus versos, para terminar afirmando que Lugares de orfandad era, sin duda alguna, uno de los mejores libros de poesía, editados en 2008.
Filalizado el acto, se ofreció al numeroso público que asistió a la presentación una copa de vino y Josela Maturana firmó ejemplares del libro.
Para leer el texto completo de la presentación de Lugares de orfandad, pulsar aquí.      

Redacción.-

José Antonio Sáez presentó su libro "Limaria y otros poemas de la nueva Arcadia", numero 23 de la colección Hojas de Bohemia, que publica EH

















La velada del pasado 29 de enero tuvo un nombre en poesía: José Antonio Sáez, el poeta almeriense (Albox, 1957) que presentó Limaria, número 23 de la colección Hojas de Bohemia, de EH Editores. Al acto asistió numeroso público, entre el que se encontraban muchos escritores: Isabel de Rueda, Manuel Saborido, Dolors Alberola y Domingo F. Faílde.
En la mesa, junto al autor, otros dos poetas: el colombiano Álvaro Quintero, que presentó, en calidad de asesor literario de la entidad editora, a sus dos compañeros, José Antonio Sáez y Mariano Rivera.
Álvaro Quintero, con su palabra sobria, siempre elegante y precisa, efectuó un poético elogio del autor de Limaria y dio paso a Mariano Rivera que, con loable pulcritud y ameno rigor crítico, analizó la estructura del libro presentado e interpretó las claves estéticas del mismo, resaltando el compromiso de Sáez con la literatura y su lírica reivindicación de un mundo más humano, más ecológico, libre y auténtico, a través de la poesía.
José Antonio Sáez, tras un largo introito de agradecimientos, explicó la intrahistoria de Limaria y la génesis de los textos incluidos para, seguidamente, ofrecer una amplia selección de los mismos, concienzudamente preparada.     

Redacción.-

29 de enero de 2009

Acto literario en homenaje a Manuel Dugo. El poeta cordobés, afincado en El Puerto, falleció a finales de octubre



La muerte, por aquello de no hacer mudanza en su costumbre, como escribió Garcilaso, tuvo el año pasado una buena cosecha. Se ve que la muy puta cobró afición al verso y a la prosa y, como tarde o temprano tendrá completa la colección, se cobró un anticipo y, por entregas, sin pagar suscripción ni falta que le hace, puso en el mueble hortera que, con toda seguridad, preside el comedor de su apartamento, la vida y trayectoria de excelentes poetas. Unos eran amigos, otros no tanto, los más ni siquiera eso, pero todos tenían en común su pertenencia al género humano y esa suerte de militancia que, como hubiera dicho Juan Gelman, los mantenía en pie frente a ella, a cañonazo de palabras limpias, que es el único proyectil capaz de desafiarla.
Entre los fallecidos, el poeta cordobés Manuel Dugo, que obtuviera en sus mocedades un accésit al por entonces mítico Adonais, se nos marchó con ella el día 29 de octubre de 2008 a los 73 años de edad, dejando en este valle de lágrimas la dulce memoria de un intelectual riguroso e insobornable, un poeta entregado a su misión y hombre honesto, íntegro, ejemplar.
La tertulia portuense El Ermitaño, a la que perteneció hasta el final de sus días, y el Departamento de Actividades Culturales de la Escuela de Hostelería de Jerez han organizado un acto literario para tributarle un homenaje a título póstumo, que tendrá lugar el próximo 5 de febrero, a las 20,30 horas, en el salón de usos múltiples de la Escuela. En el transcurso del mismo, coordinado por los poetas Rafael Esteban Poullet y Mariano Rivera Cross, se procederá a la presentación del libro Los últimos poetas de El Ermitaño, que incluye poemas del autor fallecido. Intervendrán además Julio Rivera, Verónica Pedemonte, Felipe Lamadrid, Jesús Graván, Raquel Zarazaga, Santiago Núñez, Joaquina Barasategui, Dolors Alberola y Domingo F. Faílde.
Tras le lectura poética, se servirá un jerez de honor.
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Redacción.-

27 de enero de 2009

Un multitudinario acto literario rindió homenaje póstumo a la poeta jerezana Teresa Chacón

















Un infarto cerebral puso fin a la vida de la poeta Teresa Chacón el pasado 31 de julio. El fallecimiento de esta mujer, luchadora por la libertad, la igualdad y la poesía, causó una honda conmoción entre quienes la querían y admiraban.
Hoy, transcurridos casi seis meses desde el fatal acontecimiento, sus familiares, amigos y compañeros de letras le han tributado un cálido homenaje. El acto tuvo lugar en la Casa de las Mujeres y en el transcurso del mismo se leyeron poemas y otros textos de la autora fallecida, cuya trayectoria, honda y sencilla a un tiempo, queda glosada en las palabras de Dolors Alberola que transcribimos a continuación:
Conocí a María Teresa Chacón, nuestra Maruja, hace muchos años. Tal vez allá por el 95. Ya había leído a muchos poetas, conocía los versos de Aleixandre, Lorca, Alberti, Cernuda y un largo etc. e incluso había ganado algún galardón que otro: recuerdo que uno de ellos era en un concurso de una cárcel. Se me acercó para que le diera una ojeada a lo que escribía y, a partir de entonces, fuimos amigas y compañeras para siempre.
Esa mujer era lo que se dice un verdadero papel secante de la belleza y una amante desbocada de la cultura. Lo suyo le debió costar, dadas las dificultades ambientales de la época, salir de los trabajos que normalmente se nos asignaban a las mujeres para derivar hasta infinidad de proyectos, libros, librerías y todo aquello que se iba proponiendo hora a hora. No sé si también comenzaría las clases de informática que comentaba en su asistencia a la tertulia semanal de
Las noches de Elvira, cuyos compañeros hubieran deseado unirse también a este acto, lo mismo que todos los del taller, pues Maruja no ha sido para nosotros solamente una persona, sino un avatar, una constante, una muestra principal de humanidad y cariño, uno de esos seres a los que no deseamos nunca evitar.
El caso es que su humanidad era sobresaliente en todos los sentidos positivos; su puntualidad, extrema, hasta el punto de que llegaba siempre a los talleres antes de la hora y henos allí, mano a mano, desbordándonos en detalles literarios hasta que acudían los demás compañeros. Una mujer por la que me ha merecido la pena impartir durante tantos años las clases que, primeramente, avaló Diputación, de la mano de su presidente, Rafael Román, y con la ayuda de Juan García, que nos consiguió, mediante su esposa, Cuqui, el aula en la sede de
Mujeres por la Igualdad, Odisea que, posteriormente, apoyó varios años el Taller de Poesía Storni &Jattin, no sólo con la cesión de la citada aula sino también con una pequeña ayuda económica para que pudiera llevarse a cabo.
Y no crean que lo que Maruja leía era algo sencillo. Aún recuerdo verla salir de la librería La luna nueva, con un paquete de libros, entre los cuales se encontraba el
Diccionario de los Símbolos de J. E. Cirlot y, si no me despisto, otro texto de María Zambrano.
En fin, una persona a imitar, todo un símbolo, ella, de lo que se puede denominar realmente una mujer enamorada de la cultura. Nuestra Maruja, inolvidable y necesaria.
Además de Dolors Alberola, intervinieron Margarida Ledo, concejala del Excmo. Ayuntamiento de Jerez, Ricardo Rodríguez, Francisco Camas, Paloma Fernández Gomá, Miguel Ángel Lebrero, Manuel Saborido Pastor, Toñi Cintado e Isabel de Rueda.
.Redacción.-

22 de enero de 2009

Josela Maturana presentará "Lugares de orfandad" en la Fundación Rafael Alberti, de El Puerto de Santa María. El acto tendrá lugar el 30 de enero



El próximo viernes, 30 de enero, a las 20.30, tendrá lugar en la Fundación Rafael Alberti, de El Puerto de Santa María, la presentación del libro Lugares de orfandad, publicado por la Diputación de Cádiz en su colección de poesía.
La autora, Josela Maturana (Melilla, 1959), es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad gaditana y profesora del Centro de Educación Permanente “María Zambrano”, en San Fernando, ciudad donde reside.
Distinguida con numerosos e importantes premios, ha publicado La vida inédita (1997), Oficio del regreso (1999), La soledad y el mundo (2000), No podrá suceder (2007), Principio de la desolación (2007) y Lugares de orfandad (2008). En 2007 salió a la luz el ensayo El rapto de las Sabinas. Mujer y analfabetismo: un dolor íntimo y social. Su obra ha sido incluida en las antologías: Voces nuevas (Ediciones Torremozas), Mujeres de carne y verso (Ed. La Esfera), Ellas son la tierra (Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial de Cádiz), Ilimitada voz (Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz), Poetisas españolas (Ediciones Torremozas), Certamen “Pilar Paz Pasamar” (Delegación de Igualdad y Salud del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera) y El placer de la escritura, publicado por el servicio de publicaciones de la Universidad de Cádiz (UCA).
Lugares de orfandad es una una recopilación de 27 poemas que giran en torno al desamparo y la soledad de los seres humanos, según la propia poeta, para quien la poesía es una manera de posicionarse ante el mundo, de vivir e interpretar la existencia, que ofrece además la posibilidad de vivir vidas que nunca vivirás en lugares diferentes e imposibles.
Las palabras de presentación correrán a cargo de Domingo F. Faílde.
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Redacción.-

El poeta José Antonio Sáez presentará "Limaria", número 23 de la colección "Hojas de Bohemia". El acto tendrá lugar el próximo 29 de enero



El próximo jueves 29 de enero, a partir de las 20.30 horas, en el salón de actos de la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez, tendrá lugar la presentación de Limaria, número 23 de la colección de poesía "Hojas de Bohemia", cuyo autor es el poeta almeriense José Antonio Sáez. Ambos, el libro y su autor, serán presentados por Mariano Rivera Cross, poeta, escritor y Catedrático de Literatura. Asimismo intervendrá el poeta Álvaro Quintero Mejía, asesor literario de EH Editores.
José Antonio Sáez Fernández nació en Albox (Almería) en 1957. En su época de estudiante universitario en Granada, el programa “Poesía 70”, dirigido por Juan de Loxa en radio “Granada, dedicó un programa monográfico a su poesía juvenil y fue por entonces cuando publicó su primer poema en la revista “Bahía” de Algeciras, en un número dedicado a la poesía joven en Andalucía.
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, obtuvo en 1982 una mención especial en el VII premio de novela corta Gabriel Sijé, con su relato Virginia Woolf no pudo amarme. Un año más tarde, publica Vulnerado arcángel, su primer libro de poemas, que viene a ubicar su poesía dentro de un humanismo existencial y metafísico; a éste irán siguiendo los que conforman su ya dilatada trayectoria: La visión de arena (1987), Árbol de iluminados (1991), Las aves que se fueron (1995), Libro del desvalimiento (1995), Liturgia para desposeídos (1997), La edad de la ceniza (2001), Lugar de toda ausencia (2003) y Las Capitulaciones (2007), a los que hay que añadir los cuadernos Certidumbre efímera (antología, 1983-2003), Valle sin aurora (2005) y Diván de los amantes (2007). Vinculado a la revista "Batarro", de larga y fecunda andadura, José Antonio Sáez cultiva también la crítica literaria, habiendo publicado numerosas reseñas y estudios de gran calado sobre distintos autores.
Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés, italiano y alemán. Su poesía se halla representada en antologías tales como: Poesía actual almeriense (1992), de Francisco Domene; …Y el sur (La singularidad en la poesía andaluza actual) (1997), de José García Pérez; El Dios del mediodía (1997), de José Luis Ortiz de Lanzagorta; Poesía andaluza en libertad (2001), de Antonio García Velasco y otros, La línea interior -Antología de la poesía andaluza contemporánea- (2001), de Pedro Rodríguez Pacheco, Poesía viva de Andalucía (2006), de Raúl Bañuelos y otros, publicada por la Universidad de Guadalajara (México), etc.
Acerca de Limaria, su prologuista, el poeta Miguel Florián, ha escrito: Sólo la palabra veraz, como la de José Antonio Sáez, es capaz de abismarnos en esa hoguera de desvalimiento y ternura a que al fin se reduce la naturaleza humana. Es la suya la palabra que busca desnudar y acrecentar el mundo, la palabra que emerge de la experiencia del misterio, del deslumbramiento, de la admiración hacia cuanto nos envuelve. Libros como Limaria nos confirman que la poesía, la poesía verdadera, nunca ha desaparecido.

Redacción.-

21 de enero de 2009

“Los Niños Interiores”, de Pilar Paz Pasamar, galardonado con el Premio “El Público” de la RTVA al mejor libro de poemas de 2008

















El programa de Canal Sur Radio «El Público» ha dado a conocer los ganadores de la X Edición de los Premios «El Público» tras la reunión, en la Hacienda Montija de Huelva, de su jurado, compuesto por representantes de los medios de comunicación y de la radio televisión pública andaluza. En poesía ha sido distinguida la escritora gaditana Pilar Paz Pasamar, por el libro Los niños interiores. La gala de entrega de premios tendrá lugar el próximo día 28 de enero en la Casa Colón de Huelva.
Pilar Paz Pasamar (Jerez de la Frontera, 1933) tal vez sea la autora que más tempranamente haya cumplido sus bodas de oro con el quehacer literario, ya que comenzó a publicar sus poemas a los doce años. Primera autora, cronológicamente hablando, de la Generación del 50, entre sus libros de relatos, ensayos artículos y poesía, -su género más celebrado y personal- destacan: Mara (1951), Los buenos días (1954), accésit del Premio Adonais, Ablativo amor (1956), Del abreviado mar (1957), La soledad contigo (1960), Violencia inmóvil (1967), La torre de Babel y otros asuntos (1982), Textos lapidarios (1990), Philomena (1994) y Sophía (2003), así como las antologías La alacena (1986), y Ópera lecta (2001). Entre sus ensayos, el adelantadísimo Poesía femenina de lo cotidiano (1964), La poesía femenina hispanoamericana y la búsqueda de identidades (1992), Fernando Quiñones y José Luis Tejada en la época de Platero (2000), o En torno a Rafael Alberti y las Américas (2001). Autora teatral de piezas como El Desván, en colaboración con el dramaturgo José María Rodríguez Méndez (1955) y Campanas para una ciudad (1987), así como de los libros de relatos La dama de Cádiz (1990), Historias balnearias (1999) e Historias bélicas (2004). Su obra ha sido traducida a varios idiomas e incluida en diversas y recopilaciones y antologías.
Los niños interiores es un libro de consumación y madurez, un libro que sirve de perfecta última entrega de su obra poética, con una modernidad sorprendente, y corona una trayectoria en la que sus grandes temas y tonos, desde la senda juanramoniana de Animal de Fondo o Espacio y Tiempo, siguen siendo la memoria, la trascendencia, la preocupación por lo humano, y el peso inmenso de la divinidad que palpita en lo cotidiano, enviando sus mensajes y códigos cifrados. Un poemario que pone en valor y hace vigente las tradiciones más clásicas y las más contemporáneas, las secretas y reveladas, las de oriente y occidente, las de lo humano y lo divino. Un libro que habla de la diversidad de la voz interior y de la exterior, de la relación con el mundo y el creador con la misma naturalidad e inocencia de esos niños que viven y hablan, si se les escucha, desde el fondo de nosotros.     

Redacción.-

12 de enero de 2009

Acerca de “Retrato de heterónimo”, de Domingo F. Faílde


















Sin duda, estaríamos haciendo pura tautología ( lo que visto el entorno tampoco sería descabellado) si mantuviéramos nuestra afirmación, ya antigua en el tiempo, de considerar a Domingo F. Faílde como una de las voces poéticas más relevantes y originales de nuestra esfera poética. Desde aquel Materia de amor (de 1979) hasta Retrato de heterónimo (de 2007) que fue galardonado con el Premio Nacional Mariano Roldán, pasando por libros como Patente de corso (1986), El corazón del agua (1994), La cueva del lobo (1996), Conjunto vacío (1999), Manual de afligidos (1994) y un necesario recorrido por toda su obra en Testamento de náufrago, logran desde la reflexión por las contradicciones existenciales, ideológicas y estéticas, una certeza, que a veces ha tenido forma de conjunto, tratado, manual, cuaderno, ritual, oficio, materia, experiencia, corazón o bien retrato como es el caso que nos ocupa. Una certeza que no es otra que la plena libertad a la palabra. En este nuevo poemario, se evidencia tan natural como descaradamente el propósito de ver el mundo con mirada libre. El discurso poético esencialmente conceptual incide en temas de muy distintas procedencia. Así por ejemplo, la configuración del paisaje urbano tiene como sobreimpresión toda una serie de representaciones amorosas. Amor que sigue siendo tabla de salvación pero es lugar cierto, concreto, palpable y, todo ello, con repercusiones estilísticas. En este caso, el poeta se decanta por el versolibrismo, logrando además un ritmo interior que ahonda en la fuerza expresiva del verso.     
Retrato de heterónimo, siendo la firme estampación de la libertad creativa, pone en escena un pesimismo constructivo que representa a la vez el rigor de su mundo intelectual y la profundidad de su carencia más extraordinaria de fe. Así va superponiendo técnicas expresivas de gran eficacia, que van del collage con vocación renovadora, en su poema TABULA RASA: por ejemplo, de la naturaleza;/de las cosas que son simples y naturales:/coger un autobús cada mañana,/pasar horas enteras delante de un teclado/comer un bocadillo/o comprarse un jersey.../En fin, darle más vueltas a la eterna cuestión de la poesía, hasta un transgredido impresionismo, donde el intento de plasmar la luz repara en la identidad de lo proyectado, una luz que se complacer en la nocturnidad, o por ser exacto en la oscuridad, en el poema BUS STOP: uno se aleja, a veces, del centro de las cosas/y es como si la vista,/despojada de aliento y luminarias,/no alcanzase otro ornato que la sombra; y uno, -ya ven-, a oscuras,/dando torpes traspiés por las esquinas.       
En las acumulaciones de imaginario urbano, enciende mechas expresionistas que cobran vigor e incluso cierta ferocidad desde una ironía tan indagadora como elegante.     
Los sentimientos del autor marcan una línea genealógica de la otredad, que parte desde luego de una formación clásica pero que busca la cornisa del edificio poemático para completar esa mirada moderna.  
En MATEMOS LA MÚSICA, sobreimprime la historia y la música con barnices que van intercalando estímulos autobiográficos hasta llegar al sentido contundente del recorrido final: esta mañana,/arrojé por la borda del dormitorio/mi viejo receptor, una Marconi,/que todavía viajaba por el aire.../tiré aquellos vinilos/que guardaban la historia de mi vida...No me sirve la música, no caben/sus arpegios en mi melancolía,/ el pozo oscuro de mi decepción/Cuando llegue la noche,/el silencio imposible sellará la tristeza/de este mundo que calla su fracaso/mientras la muerte aúlla en los televisores .    
Estremecedor. Probablemente, el estremecimiento del lector sea, en principio, la consecuencia inmediata de esta poesía que ha tensado la cuerda del arco hasta poner en evidencia la consumación. Así nos lo escribe en un poema que precisamente se titula CONSUMACIÓN: Se va ocultando/la luz, también la vida/posa su soñolienta arquitectura/en el ritmo ramplón de la llovizna/y yo voy apagándome/detrás de las cortinas que va echando la noche.      
En un afán no ya provocador sino coherente con las constantes de la heteronimia, el poeta siendo genuino sostiene la poesía como género de ficción y con ello, al poeta como fingidor. El poeta nos transmite ahora que su proceso de lectura y también de escritura se ha llevado a cabo con una reveladora alusión a lo que los sentidos son capaces de concluir. La palabra impresa es esencia. Domingo F. Faílde le asigna a la poesía una función de institutriz de la humanidad. La obra del poeta de Linares absorbe desde sus necesidades modernas, el aliento de la reflexión filosófica, el discurrir por las tradiciones poéticas y sumarle una red de anexos que convergen hacia un lenguaje múltiple (crítica, dirección de revistas y suplementos culturales, articulismo, docencia, conferencias, ediciones) si bien la poesía es la fuente vital.      
Por tanto, se ha constituido un eje esencial de una producción que ha reevaluado el por qué y el cómo de la poesía en su espacio actual. Pero en este poemario desea enseñar un costado de maldiciones donde la identidad es aleatoria, las pérdidas permanentes, la poesía comentada o despojada de las meditaciones de los actos para centrarse en las condiciones de la existencia y del sentido. Hoy, la poesía deja de ser vocación para ser punto de vista. Como Borges lo plantea por medio de registros, -un retrato- que da fe de los hechos y su absurdo o incluso de su dudoso contenido. Ahí se encontraría la realidad, inasible, en un campo de percepción que nos ofrece el encontrarnos con las fuerzas de la experiencia, el tacto, el olfato, la vista, el oído y el gusto, es decir, los medidores físicos y palpables del espacio de la pérdida. Dicha pérdida no es sólo lo que la memoria va vertiendo de nostalgia y melancolía; también se trata de una pérdida originaria: la de una percepción, acaso la de una certeza de final de trayecto. En el poema RETRATO DE HETERÓNIMO, nos lo expresa con tanta belleza como crudeza: « No soy aquel ni ése ni yo mismo./No tengo voz ni voto ni palabra.../Sé de mí lo usual, tan poca cosa/que se reduce a un apellido, un nombre/ y tampoco son míos;/...Y para qué seguir. Se acabó la película. No soy más que un poetastro, condenado al olvido./Mi futuro es la tierra de una fosa común. »     
Así, en el acto de constatación o conclusión a partir de un mundo experimentado a través del texto, una determinada noción de pérdida, en términos cognitivos, sobre cómo la relación entre lo que los sentidos transmiten y lo que hallan inscrito en la materialidad del texto, se representa con toda pureza generando un punto de tensión, que proporciona al lector una poesía predominantemente visual. El comentario o vigilancia o contextualización del retrato de heterónimo, se aprovisiona de energía que logra traspasar este umbral para convertirse en su propia finalidad: escribir con el firme compromiso de la búsqueda de una poética particular, una meditación en actos de sus condiciones de existencia y su sentido. Tomando las medidas de la ausencia demora , entiéndase fija como dirección concreta el mismo proceso de identificación de la poesía o de la vida. Luego, este mecanismo es susceptible de integrar la decepción a la vez que el tiempo poemático le permite alcanzar una inversión positiva, es decir, no es la actitud de la curiosidad sino la inquietud, la atención dolorosa, incluso angustiada lo que le lleva a poetizar lo que tiene razón de ser. En cualquier caso, sea cual sea la circunstancia precisa del filtro de la palabra poética.       
Una palabra que se va a desarrollar primordialmente en el entorno urbano, en medio de la noche y con el sonido del cristal de los vasos.      
Domingo F. Faílde ha articulado un nuevo lirismo que se forjaba en un sujeto que participaba de ingredientes históricos, filosóficos y literarios, que escribía en un contexto de crisis y de reflujo de las ideologías, nutriéndose pues de historia literaria y marxismo, psicoanálisis y estructuralismo, un nuevo lirismo sabio y convencional, en un deseo de síntesis entre la tradición y la modernidad. Uniendo la imagen y la melodía, reencontrando el gusto por la emoción y la expresión subjetiva. Un nuevo lirismo solidario en la medida en que se preocupa por igual del yo y del otro, por la presencia y el defecto, el deseo y la pérdida, la celebración y el lamento. En el poemario que nos ocupa, se acentúan estos rasgos, de este modo el yo poético no titubea aunque emprende una aventura escritural que subraya el desarraigo y la extenuación y que además se traducen por un singular y voluntario extrañamiento del verso y de la sintaxis con el propósito de enfatizar no tanto los signos externos y negativos de la modernidad como la experiencia interna que pone en solfa la propia instrumentación del verso con una ironía mordaz y significativa. En el poema PREGUNTAS, por poner solo una muestra, escribe: «Hay veces en que el tiempo, los asuntos, la vida,/se desploman como un viejo edificio/y vuelan los cascotes por el aire,/alcanzan cristaleras, campanarios, ascienden/por el triste telégrafo nocturno/ y caen en la cabeza del vecino más próximo;/quise decir: yo mismo. »     
Retrato de heterónimo trata a todas luces de reatrapar la visibilidad de la lengua poética, de buscar la frase con andares naturales, de ahí que los movimientos más cotidianos del cuerpo, la mirada y el pensamiento adquieren una importancia de primera magnitud, porque al fijar el lugar donde han de reformularse las relaciones entre el mundo y el sentido, establece el espacio de la escritura inquieta y buscadora, el espacio de la invención y de la conciencia al tiempo, tratando incluso de acercarse a las artes plásticas.      

© Alberto Torés García.-

9 de enero de 2009

Una grave irregularidad en el fallo del premio "Antonio González de Lama". Dolors Alberola, perjudicada



Los jurados, los patrocinadores, las inefables editoriales que, quiérase o no, se benefician del dinero público al asumir la publicación de las obras ganadoras (afines, muchas veces, a su propio interés empresarial), debieran ser estrictos en la observación de las bases y mucho más aún en el ético deber de no perjudicar a los concursantes, máxime cuando éstos no han sido galardonados.
Es lo que ha sucedido en la última edición del premio Antonio González de Lama y la perjudicada, en esta ocasión, Dolors Alberola, quien, tras haber esperado en vano una explicación convincente al respecto y, desde luego, una reparación del daño ocasionado, ha hecho pública la siguiente nota:

No hace mucho, ustedes leerían esta noticia:
CARMEN BUSMAYOR GANA EL XXXVIII PREMIO DE POESÍA ANTONIO GONZÁLEZ DE LAMA

La poeta berciana Carmen Busmayor resultó ganadora esta noche del XXXVIII Premio de Poesía Antonio González de Lama, que convoca el Ayuntamiento de León y dotado con 6.000 euros, por su poemario
Mapa de encuentros, una obra de la que se ha valorado la capacidad de su autora de aunar el discurso imaginativo con la búsqueda de la conciencia crítica de la soledad, según han informado hoy fuentes municipales y difunde Efe.
Ha resultado finalista la obra
Repertorio de sombras, de la autora valenciana residente en Jerez Dolors Alberola.
El jurado ha estado constituido por los escritores Luis Artigue, José Luis Puerto, Tomás Sánchez Santiago, Alfonso García y Juan Carlos Mestre, además de por Evelia Fernández, concejala de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de León.
Tras conocer la noticia, Carmen Busmayor -nacida en Busmayor, León- declaró a Efe que ha sido una gran satisfacción; he concurrido en algunas ocasiones a este premio y el año pasado quedé finalista precisamente con una obra que hoy ha visto la luz -Historias de la fatal ocasión, editada por Calambur por recomendación del jurado-; hoy es pues un día muy dulce para mí.
21/11/08
Pues sepan que mi nombre salió en todos los medios de comunicación donde llegan las noticias de la Agencia EFE , sin haberme avisado y habiendo abierto la plica, siendo que las bases especifican:
12.- Podrán concurrir todas las personas, cualquiera que sea su nacionalidad, siempre que sus obras se presenten escritas en español. Se establece un premio único e indivisible de 6.010,12 euros. El Jurado podrá declarar desierto el Premio, en cuyo caso su cuantía será acumulable a la Convocatoria siguiente. No se concederán accésits ni menciones. Este premio está sujeto a la legislación fiscal vigente.
Sucedido lo cual, me puse en contacto con los organizadores, advirtiéndoles del daño que me habían causado al hacer público no sólo el título del libro sino también la autoría del mismo, acerca de la cual no tuvieron ni siquiera el detalle de respetar mi firma literaria, especificada en la plica. Consignando mi nombre en castellano -Dolores, en vez de Dolors- y mis dos apellidos -sólo uso el primero en dicha firma-, lo cual, naturalmente, no es óbice para identificarme plenamente como autora.
Puesta en contacto telefónico con la responsable del premio, me dijo que el jurado había recomendado el libro, como hiciera el año anterior con la ganadora de este año, para su publicación, pero que, al no tener previsto dinero nada más que para editar un libro, no podían darme seguridad de que me lo publicaran.
A ello, les respondí que, en tal caso, debieran haber respetado la plica y no dar sino, como mucho, el seudónimo correspondiente al libro recomendado, hasta saber sus exactas posibilidades.
Ahora, y luego de bastantes días sin obtener más respuesta que ésa y la de que no me avisaron porque lo fallaron a altas horas, decido publicar la noticia.
No hace falta recordar que un libro de poemas es un signo lingüístico, de tal manera que la modificación del título, indebidamente quemado, me obliga en adelante a prescindir de él y modificar, en consecuencia, el sentido global de la obra. Si esto no se considera un gravísimo daño, ya me dirán qué entienden de literatura jueces, jurados y políticos.
Dicho lo cual y no para contravenir las bases sino en concepto de daños y perjuicios, pido públicamente, pues públicamente se me ha dañado, la publicación de la obra, por la misma editorial, o la correspondiente compensación económica.
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Redacción.-