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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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28 de septiembre de 2011

La poesía de Maribel Tejero, Darío Pérez Carvajal y Julia Bellido, con música de Lola Salas y María de Goñi


Con la llegada del otoño, La voz y la palabra registró su lectura número 10. Sería una magnífica ocasión para hacer estadísticas, balances, resúmenes… esas cosas que la gestión de todo parece haber puesto de moda. Pero nos quedamos con la poesía. Simplemente. La de quienes pasaron por el estrado de DamaJuana desde finales de julio y la de quienes –ya pocos- habrán de pasar. Anoche intervinieron Darío Pérez Carvajal, Julia Bellido y Maribel Tejero.      
Por exigencias del guión, fue Maribel Tejero (Madrid, 1946) la encargada de abrir el acto. La autora de La música de la libertad (2006) y Deshacer la memoria comparecía ante el público pocos días después de la presentación de este último libro, que, como ya reseñamos en estas mismas páginas, tuvo gran éxito. La poeta dio lectura a una amplia selección de poemas, incidiendo en dos ejes temáticos: la libertad, con su inevitable cuota de desencanto, y la memoria de un mundo inocente y utópico que, en líneas generales, convive con la sombra terrible del alzhéimer en su segunda obra, dejando cumplida constancia de aquella poética de la cordialidad a la que Domingo F. Faílde se refirió en sus palabras de presentación, entendiendo esta palabra en su sentido original y etimológico: si, una poesía que brota directamente del corazón, infundiendo a lo nombrado todas las cualidades y valores que en él se generan, desde la rebeldía ante la injusticia al ansia de libertad, impregnados de un fuerte sentimiento religioso, que es tal vez la raíz de su compromiso, tanto político como literario.      
Y por exigencias del guión, la segunda parte del acto estuvo protagonizada por Darío Pérez Carvajal (Jerez, 1973) y Julia Bellido (Jerez, 1969), al alimón, con una performance, respondiendo a la moda reciente de poner en escena los textos poéticos. Se trataba de escenificar una partida de naipes, cuyos descartes progresivos eran los poemas de uno y otra que habían de leerse.      
Se leyeron, naturalmente, con desenfadada elegancia, en el marco de una lúdica sencillez, que cautivó al auditorio. Y, entre mano y mano –por usar el argot de los adictos al juego-, dos jóvenes instrumentistas, María de Goñi (Chelo) y Lola Salas (flauta travesera) añadieron más brasas al calor de la noche con su intensa y perfecta ejecutoria.      
Darío Pérez Carvajal, el autor de Sueños (2010), corroboró con creces lo que Josefa Parra dijera de él: Darío contagia con su estímulo a los que le conocemos por su pasión por la palabra, su fe en los versos y sobre todo por su entrega incondicional. Inesperadamente, arañando su biografía, la poesía se ha abierto paso ante los atónitos retazos de una formación que le ha instruido como capataz forestal, que le hace batallar a diario en el campo de la electrónica y que le compromete con el mundo de la solidaridad y de la cultura. Y en términos parecidos podríamos referirnos a Julia Bellido, autora, entre otros títulos, de La decisión de Penélope (2009), a quien Dolors Alberola definió como una poeta que ama el clasicismo, aunque su escritura tenga un viento totalmente actual y su metáfora nos siga sorprendiendo con su dosis de enamorada imaginación. Hace incursiones en los mitos y también ha buceado en la hagiografía. Comenzó más joven aún a publicar libros, al tiempo que las conchas de la mar le contaban la historia de Ulises, empujándola a dejarse de otras historias y dedicarse al fin a la poesía, donde se mueve como la más ágil de las bañistas.    
María de Goñi y Lola Salas, dos clásicas de la postmodernidad, cerraron la velada.    

Redacción.-

23 de septiembre de 2011

Presentación del libro “Deshacer la memoria”, de Maribel Tejero


En el salón de actos de la Fundación Caballero Bonald, tuvo lugar anoche la presentación del libro Deshacer la memoria, de Maribel Tejero, ante el numerosísimo público que ocupó todo el aforo de la sala. Además de la autora, intervinieron Mª. Ángteles Contreras, que representaba a la Asociación de Familiares Alzhéimer, Manuel Antonio García Paz, director del Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento, y el escritor Domingo F. Faílde, que efectuó la glosa del libro. Elena Jiménez Parra interpretó varias piezas en otros tantos intermedios musicales.    
En opinión de Faílde, autor del prólogo, Deshacer la memoria es la crónica lírica del largo y doloroso proceso que conduce a la muerte a un enfermo de Alzhéimer. Maribel Tejero, poeta veterana aunque de lenta y reflexiva elaboración, lo relata a sus lectores en clave personal. No se trata de un diario, por supuesto, ni de la evocación pormenorizada –y, por tanto, patética- de la vía crucis que hubo de compartir con su madre, cada una en el lado que le correspondió, ni –faltara más- de un morboso recorrido por el intrincado laberinto del sufrimiento. Con mirada tranquila y voz serena, la autora nos acerca el sedimento de su experiencia, que, en cierto modo, repetiría, invirtiéndolo, el esquema místico de la secreta escala de San Juan de la Cruz, por cuanto constituye un auténtico descenso a los infiernos, no consumado nunca, gracias a la capacidad del yo-lírico para buscar y encontrar el anverso de las cosas en esa trascendencia que dimana de la palabra poética. Ella nos salva del dolor y nos rescata de la sordidez.      
Tras las palabras de su presentador, que destacó el compromiso de la autora, superviviente de un largo naufragio, que comienza en la mal llamada transición y trazas lleva de no terminar nunca, así como su concepción del lenguaje poético, que, a fuerza de depurarse en la adversidad, se hizo directo, casi coloquial, sin incurrir por ello en licencias prosaicas ni, en el extremo opuesto, dar paso a rebuscadas gollerías, intervino la propia Maribel Tejero.     
La poeta había preparado para la ocasión una minuciosa selección de poemas del libro, que introdujo con hondura y leyó con intensa emoción, que supo contagiar al auditorio, atreviéndose incluso a prestar su voz a una de las composiciones interpretadas por Elena Jiménez. No hace falta decir que, al término del acto, firmó numerosísimos ejemplares.       

Redacción.-

21 de septiembre de 2011

Magia y vuelo de la palabra. Pedro Sánchez, Amaya Blanco y Lola Crespo leyeron anoche en el DamaJuana


Anoche, en el Damajuana, tuvimos la suerte de disfrutar la palabra y la magia. Ya de por sí el verbo es mágico, pero si a la magnificencia de la voz de Pedro Sánchez, Amaya Blanco y Lola Crespo, se le une el líquido e ígneo malabarismo de la tercera, el ambiente arde en hermosura, en música, en total redondez. Tres autores –diría Dolors Alberola en los preliminres del acto- en los que se aúna el buen hacer con el perfecto estar. Tres amigos magníficos, tres personas para conservar perpetuamente en la alforja más interior de nuestro delirio, tres soñadores contra los que no podrá jamás el minotauro. Por cada uno de los tres pongo la letra al fuego, por cada uno de los tres guardo silencio y dejo que sus propios currículos y sus personales poéticas hablen de ellos.      
Concluidas las presentaciones, Pedro Sánchez comenzó la lectura de sus poemas en una primera ronda. Cabe resaltar la sobriedad perfecta de este autor que debido a su discreción, que no a su trayectoria, ya bastante galardonada, constituyó una enorme sorpresa. Continuó Amaya Blanco con un delicado hacer que atravesaba las pieles con punzante ternura, una especie de estilete casi imperceptible que iba dañando los adentros y levantando en cada uno de nosotros la arboleda de la más exquisita sensibilidad. Como fin de esta primera parte, que luego se amplió con otra segunda un poco más breve por cada uno de los autores, tomó la voz y el mando la maga de la palabra Lola Crespo, a la que, no bastando con atravesarnos totalmente con su canto, se le ocurrió, como suele ocurrir, hacernos partícipes de una químico-lumínica performance, tras la cual quedamos todos casi en estado de levitación. Así, mágicamente y tras el anuncio de los próximos eventos literarios, finalizó una espléndida velada, a la cual asistió numeroso y variado público.      

Redacción.-

19 de septiembre de 2011

Ayer, en Sevilla. Lectura poética de Lola Crespo, Dolores Almeyda, Lorenzo Ortega, David Postigo y Dolors Alberola


Conforta comprobar que, diariamente, a pesar de esa nube llena de incertidumbre y malos presagios, a cuyo solo nombre parece derribarse los fundamentos de nuestra civilización, la poesía, la frágil, leve, inútil e incluso denostada poesía, va ganando terreno y ocupa en muchos casos feudos tan alejados y ajenos como el fútbol y la política.     
De ésta, mejor no hablar, que ya bastante daño nos causa cada día; y en cuanto al arte de la coz gamada, alegra que, a la hora de sus oficios dominicales, ya en vivo, ya a través de la caja tonta, llene el público un local donde, sencillamente, un grupo de poetas lanzaba sus versos al aire.     
Sucede en todas partes: Madrid, Jerez, El Escorial, Granada… y ayer, sin ir más lejos, en el Salón de Té Douchka, en Sevilla. Allí asistimos a la lectura protagonizada por Lola Crespo -alma mater de la velada-, Dolores Almeyda, el joven Lorenzo Ortega, David Postigo –al verso y al piano- y Dolors Alberola, como autora invitada.     
Un acto inolvidable y una estrella indiscutible: la palabra, esa palabra fundadora y limpia, que puso en los oídos y el corazón de los asistentes la certeza de que la vida, el mundo, la historia, casi siempre tan ásperos, poseen no obstante otra dimensión en el espejo de la poesía, donde el hombre se encuentra frente a frente con lo más noble y puro, lo mejor de sí mismo y una enorme reserva de esperanza, personificada en los autores jóvenes que, en turno libre, se dieron a conocer.     
Lola, Dolores, Lorenzo, David y Dolors llenaron de belleza la tarde sevillana, en la que no faltaron performances ingeniosas y la buena poesía fue un gozoso derroche.      

Redacción.-

14 de septiembre de 2011

Lectura poética. Josela Maturana y Josefa Parra, anoche en DamaJuana


La noche de ayer dio la voz y la palabra a dos autoras de las que, aunque suene a frase hecha, no precisaban presentación. Su obra, la diafanidad de la trayectoria de ambas, incluso su carisma personal, las han hecho profetas en su tierra, donde ejercen de eso, de profetas, y que nadie se extrañe, pues el don de la profecía –al menos para quienes nos gusta entrar en las palabras a sangre y fuego, comentó Domingo F. Faílde- consiste en decir algo antes de que suceda. ¿No es eso ser poeta? El poeta, en efecto, como creador de mundos por medio de la palabra, anticipa la realidad, abriendo en el presente las puertas del porvenir. Su tiempo es hoy, no hay duda, pero también mañana. El poeta es un médium que unifica la historia y eso lo saben bien Josefa Parra y Josela Maturana, que, desde la experiencia de los clásicos –ese concepto tan socorrido de tradición literaria- entendieron que la poesía implica siempre un salto hacia delante y se lanzaron al abismo de lo increado, sin otra red que su dicción serena, un lenguaje templado sabiamente y un talento fuera de toda duda.     
Ambas, nacidas entre 1959 y1965, pertenecen a la misma generación, que irrumpe en la palestra literaria a mediados de los 80, cuando España, rebasadas las décadas oscuras de una larga postguerra, estrenaba el espejismo de la libertad y, sobre todo, al amparo de una cierta bonanza económica, disfrutaba una y otra, incluso a costa de olvidar con facilidad el precio que por ellas se pagó. La poética de la época, sin que ello implique ningún género de escapismo, constituye decididamente una celebración de la vida. Se disecciona la experiencia, tanto individual como colectiva, y se ensalza el avance de hombres y mujeres por caminos de libertad, igualdad y progreso, echando por la borda las lacras de ancestrales convencionalismos, prejuicios irredentos y otros ídolos carpetovetónicos, para dar testimonio del goce de vivir y todo cuanto conlleva: amor, dolor, placer…, con acento entre grave y desenfadado y un lenguaje que, razonablemente distanciado del esteticismo de la generación anterior, incorpora modismos de la calle y apuesta por un tono íntimo y coloquial.      
Josela Maturana realizó un concienzudo recorrido por su obra publicada, poniendo de relieve la unidad y coherencia de ésta, cuanto los valores estéticos que en la misma comparecen, especialmente su rigor constructivo.     
Josefa Parra centró su intervención en uno de sus registros más gozosos y ofreció al auditorio una amplia selección de poemas eróticos, llenos de ingenio y belleza, que pusieron de manifiesto su dominio del lenguaje.     
Finalizado el acto, Dolors Alberola propuso a las autoras la celebración de una especie de maratón de poemas eróticos, a celebrar en breve. Queda por ver.      

Redacción.-

12 de septiembre de 2011

Pedro Sánchez Sanz gana con "El Indiano" el premio Platero, en la modalidad de cuento


El escritor Pedro Sánchez Sanz ha sido galardonado con el premio Platero, que convoca anualmente el Club del Libro en Español de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra (Suiza), en la modalidad de cuento. Su relato El Indiano se hizo acreedor al galardón en competencia con más de mil trabajos que optaban al mismo.     
Según el propio autor, El Indiano es una historia de ida y vuelta, la de un chico que huye hacia las promesas del Nuevo Mundo, a una incipiente Buenos Aires a finales del XVI y vuelve una década después a su Galicia natal y rural. Pero el que vuelve es un joven madurado y decepcionado por las vivencias y supervivencias en aquella tierra, más hostil que hospitalaria. Es la historia de un crimen que pudo ser real, recogido en un romance del Cancionero de Covarrubias. Es quizás la verdadera historia de Antón Pirulero.     
Pedro Sánchez Sanz, nacido en Sevilla en 1970, reside actualmente en Jerez de la Frontera, donde trabaja como profesor en un instituto. Ha publicado la plaquette Islas de la Memoria (Oviedo, 2001) y los libros Ciudadela Sitiada (Huelva, 1998), Nocturno en Amaranta (Sevilla, 1999) y Las huellas en la nieve (El Puerto de Santa María, 2003), así como poemas en diversas publicaciones: revistas Alhucema (Granada) y Tierra de Nadie (Jerez), y los Pliegos de Poesía (Sanlúcar de Barrameda).     

Redacción.-

7 de septiembre de 2011

La voz y la palabra. Domingo F. Faílde, Carlos Guerrero y Juan José Téllez derrotaron anoche a la Selección Nacional


Anoche, martes de las últimas estribaciones veraniegas y rodeados de un público delicado e inteligente, ajeno a la pelota que tontea por estas tierras natales, atontando a una población cada vez más conducida, tuvimos el placer de escuchar a tres grandes de la poesía. Tras ser presentados por la poeta Dolors Alberola y ante la idea de Domingo F. Faílde de realizar las lecturas siguiendo el orden alfabético, éste mismo comenzó con un certero y hermoso recorrido por poemas inéditos de varios libros que verán la luz en breve. Si alguien pronunció que los poetas estamos últimamente quemados, se achicharró la lengua, puesto que, como el buen brandy, la poesía de nuestro autor, actualmente Jerezano, pues en esta ciudad tiene organizado su asiento, adquiere cada día más solera, más aroma, más cuerpo, si es que ello cabe.     
Veinte minutos de profundo y delicado canto y pasamos a Carlos Guerrero, importado de un poco más al sur, de las orillas azules de la mar que también impregnaron sus exactísimos y atrapantes versos, durante el recorrido, también inédito, por otros libros a punto de nacer.    
La noche iba adentrándose en nuestros ojos, en nuestra piel, cada vez con más luz, con más intensidad. Ya para no morir, para no dejarnos acuchillar por el síndrome de la hermosura, dimos paso al tercer y último poeta de la noche, Juan José Téllez, que con su peculiar y personalísima música, su interesante decir y su chispa de ironía clarísima, nos deleitó y sorprendió con otros inéditos suyos, una parte de ellos rabiosamente actual y urgentemente necesaria, ante la sarta de increíbles sucesos que vienen atentando y atentan gravemente contra la esperanza del hombre, tumbando más aún su increencia.     
Una velada magnífica, con un público inesperadamente más numeroso que el que hacía prever esa nueva jornada de pelotera sandez nacional.      

Redacción.-

3 de septiembre de 2011

Francisco Basallote gana el Premio Internacional de Poesía Juan Alcaide, con su libro "Aguja de marear"


Un jurado, presidido por el poeta, ensayista y Premio Nacional de Literatura José Corredor Matheos, proclamó anoche ganador de la XXXII edición del Premio Internacional de Poesía Juan Alcaide al poeta Francisco Basallote. El premio está dotado con 3.000 euros y la publicación del libro en la colección que lleva el nombre del titular del certamen, uno de los más antiguos y prestigiosos del panorama poético español.         
Aguja de marear, que así se titula el libro ganador, está concebido como una navegación marítima a través de la cual va desplegando el poeta los temas seculares de toda gran poesía, en especial el tiempo y el enigma del destino humano. Tiempo y memoria, luz, el mar y, sobre todo, una búsqueda constante, forman parte de esta travesía por los mares de la existencia, ha manifestado el autor.      
Francisco Basallote (Vejer de la Frontera, 1941), es un poeta solitario, al margen de grupos y cenáculos, aunque en su juventud gaditana tuviera contacto con los poetas de la zona, especialmente con Julio Mariscal. En los años ochenta, las relaciones con el grupo de las Tertulias del Desván de Sevilla, le sacaron de su aislamiento. En la actualidad participa en algunos actos colectivos de manifestación poética. La bipolaridad Cádiz-Sevilla y su independencia han hecho de él un poeta apátrida y casi proscrito, quizás por ello se afianza en el núcleo de su luz primera, Vejer, al que ha cantado en numerosas obras y en donde se encuentra a sí mismo.      
Arquitecto Técnico, ha sido durante once años Vicepresidente ejecutivo de la Fundación Aparejadores en la que ha dirigido los Proyectos expositivos desde 1997 con incidencia en el Arte contemporáneo y especialmente el arte emergente. Investigador histórico en el Archivo General de Indias, ha publicado numerosos estudios sobre Pasajeros a Indias de las poblaciones de la Janda, la mayor parte editadas por la Sociedad de Amigos del País de Vejer, de la que es fundador.    
Autor de más de treinta libros de poesía, muchos de ellos premiados, ha publicado además estudios sobre las relaciones del paisaje y la poesía y artículos sobre arte, y especialmente sobre poesía en algunos medios, principalmente en Papel-Literario del que es colaborador fijo. Es miembro de ACE y de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos.      

Redacción.-