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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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29 de agosto de 2012

Pilar Barranco: lectura poética con música de Yliana Labrada


                Pilar Barranco (Sevilla, 1961) leyó anoche sus poemas en Damajuana. La velada se inscribía en el ciclo Versos en plenilunio, que viene celebrándose desde el pasado año. La autora , presente en varias antologías y publicaciones colectivas, ha publicado en solitario dos libros de poesía, Vuelo con ataduras y Por mis adentros,  mientras prepara su primera novela y aguarda la publicación de un libro de relatos de tema femenino, titulado Esencias de mujer.
                Presentada por Natividad García, que efectuó una glosa de su último libro, la poeta, en una lectura breve y comedida, perfectamente diseñada para la ocasión, ofreció al auditorio una cumplida muestra de su trayectoria. Es la suya una poesía sencilla, desnuda, directa, que busca la emoción en el relato de la propia experiencia, rozando el biografismo y en un tono cordial, confidencial incluso, que culmina en los últimos versos, magníficamente cerrados.
                La segunda parte del acto corrió a cargo de la cantautora cubana Yliana Labrada, que interpretó temas propios y recordó a Víctor Jara, Silvio Rodríguez y Violeta Parra, con la colaboración de la percusionista argentina Mercedes Barbarosa. Su actuación fue brillante y no es tópico afirmar que puso broche de oro a la velada.

Redacción.-

28 de agosto de 2012

Homenaje a Juan José Téllez


Juan José Téllez es, a pesar de su razonable juventud, un veterano de la palabra, como poeta y como periodista. Su presencia en la literatura habría que rastrearla más allá de los últimos años 70, en Cádiz y Algeciras, enarbolando siempre el concepto más noble y elevado de libertad, que no es ni puede ser otra sino aquella que se sustenta en la igualdad y la fraternidad, esas viejas utopías que, ahora como nunca, es preciso sacar del baúl de las causas perdidas, si no queremos naufragar con ellas y perder para siempre la dignidad.
                Creador, promotor, impulsor y animador de la vida cultural en el Campo de Gibraltar, esta comarca primero, la provincia y toda Andalucía después, no sólo han sido testigo de su obra poética, sino de una ingente labor periodística, que, en lo que respecta a la literatura, culmina en la creación de La Isla, un referente obligado durante la década de los 90.
                La izquierda andaluza tiene con él una deuda, si no de gratitud –que es valor de otra índole-, sí de cordialidad y compromiso, derivada de un periodismo de trinchera, a pie de calle siempre, respirando la noticia y transmitiéndola con honestidad, para luego dar paso al análisis, que convence, conmueve y, sobre todo, conciencia. Es tiempos como éste, cuando las consecuencias de la desmovilización de la sociedad, operada en los años 80, nos ha convertido en corderos, camino del sacrificio, su palabra es la única razón, frente a la razón de la palabrería y un lenitivo, acaso el único que nos queda, para desembarazarnos de tantas alienaciones, tantas contradicciones, tanta desidia, que nos están robando el porvenir.
                Por la suma de sus merecimientos y porque en su ciudad natal se le adora, Izquierda Unida promovió un homenaje, que tuvo lugar anoche, día 27, en la algecireña plaza de San Isidro, atestada de gente. En el acto, que duró tres horas y resultó muy brillante, intervinieron, entre otros, los poetas y escritores Tito Muñoz, Ángel Mora, Chus Feteira, Stewart Mundini, Ismael Cabezas, Manuel Fernández Mota, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Almudena Grandes, José Reyes Fernández, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Rafael Marín Trechera, Mario Ocaña,  Jesús Fernández Palacios y José Ramón Ripoll; los periodistas Juan León Moriche, Ana Rodríguez Tenorio, Jorge Bezares, Clive Goltz y Fernando Silva; artistas como Andrés Vázquez de Sola; y los políticos, José Chamizo, Defensor del Pueblo Andaluz, Inmaculada Nieto, diputada por IU-CA, y Miguel Alberto Díaz; en la parte musical, actuaron Verónica Díaz, Ramón Tarrío, Chipi, David Morales, Inma Márquez, Fernando Lobo, Carmen Morales, Paco Cifuentes, Fernando Polavieja, Carmen de la Jara, Pepe de Lucía, Javier Ruibal y Tito Alceo.
                El propio Juan José Téllez puso fin a la velada con un breve y medido discurso, agradeciendo el homenaje y haciendo un llamamiento en pro de la libertad y la justicia.

Redacción.-

27 de agosto de 2012

En Granada. II Ciclo de Poesía "Bendito Qarma"


Francisco Quintero, Pedro Gollonet, Dolors Alberola, Juan Carlos Friebe, Inés María Guzmán y Domingo F. Faílde son los poetas que participaran en el II Ciclo de Poesía Bendito Qarma una actividad organizada por la Editorial Compañía de Versos Anónimos, de Granada, con la colaboración de La Qarmita-Libros y Café. Las lecturas tendrán lugar en la sede social de La Qarmita, en Granada, entre los días 20 de septiembre y 13 de diciembre.
Redacción.-

23 de agosto de 2012

“Todos los trenes mueren en línea recta” y “La escopeta de Lily Mae”, dos nuevos libros de Dolors Alberola


El 1 de septiembre saldrá a la luz el libro Todos los trenes mueren en línea recta, de Dolors Alberola, que publica la editorial Origami en Jerez de la Frontera. Días más tarde, el 20 del mismo mes, la editorial granadina Compañía de Versos Anónimos (CVA) tiene prevista la presentación de La escopeta de Lily Mae.
Después de algunos años de silencio editorial autoimpuesto, la autora, que había regresado  a la letra impresa, a finales de 2011,  con Sobre la oscuridad, comparece ante sus lectores con dos obras que, según su propia opinión, quieren ser un latigazo, como los del templo, a las conciencias, para sacarlas de su adocenamiento. Dos libros, pues, en clave innovadora, atrevidos y, en no escasa medida, transgresores: Amo la vanguardia como amo el surrealismo, el aura clásica del verso y todo lo que conlleve la buena poesía, lo que no soporto es la mediocridad, apostilló Dolors Alberola en la entrevista que, acerca de sus más recientes obras, publica El Callejón del Gato. En ella, la poeta nos habla de sus libros, de su visión del mundo y la existencia, de su total entrega a la poesía.

Redacción.-

Para leer la entrevista, pulse aquí

22 de agosto de 2012

Cuatro poetas sevillanas y la voz de una guitarra


Que algo tendrá el agua cuando la bendicen, lo solían decir en otro tiempo, cuando el agua era fresca y corría libre, sin gravámenes mostrencos ni nadie que la usurpase por presura, como en la rancia Edad Media, y cualquier bendición sabía a gloria bendita. Viene el refrán al caso de Sevilla y la justa celebridad alcanzada por sus poetas, aquella denominada escuela sevillana, que no es mejor ni peor que la granadina, pongamos por caso, sino grande; grande, sencillamente, con sus luces, sus sombras, disputas, diásporas, porque de todo alienta en la belleza, que es el motor y la meta de la sensibilidad.
                Hubo derroche ayer de sensibilidad en la velada poética que congregara en el patio andaluz del café Damajuana las voces poéticas de cuatro mujeres: Ana Isabel Alvea, que capitaneaba el coro de las musas, Isabel Martín Salinas, Marta López Flores y Rosa María García Barja, arropadas por los arpegios del guitarrista José Manuel Ibáñez Lérida.
                Las autoras hicieron gala de lo que las distingue: todas ellas poseen una voz propia y una andadura casi en solitario, en la que fueron templando sus obsesiones líricas y, desde luego, su estilo.
                Conocíamos a Ana Isabel Alvea, que ya compareciera en este mismo foro hace un año y a quien leímos su primera entrega, Interiores, de la mano de ese proyecto editorial que dio en llamarse Versos en Huida, aludiendo quizás a la intención contraria. Su poesía, como es habitual, discurrió por cauces de sencillez y emoción, por donde suele navegar la autora, al encuentro de la palabra esencial, que nombra las cosas sin apenas rozarlas, para que su belleza relumbre en el discurso.
También a Marta Flores la conocimos, hace algo menos de un año, en Sevilla. Su voz es recia, su palabra directa, su poesía se adentra en las entrañas de sus lectores con vocación de estallar, especialmente cuando aborda temas sociales y la injusticia se le clava en el corazón.
 Rosa María García Barja eligió, a su manera, el territorio de la experiencia. Su poesía se nutre de la vida y a la vida devuelve la quintaesencia de su emoción creadora: poemas de versos largos, que a veces se desbordan y sesgan hacia el espacio textual de la prosa, sin perder nunca el norte ni apearse del tono cordial que le caracteriza.
Isabel Martín Salinas, almeriense de Adra, aunque reside en Sevilla, nos sorprendió cantando las singulares arias de sus óperas, en cuyos textos se dan cita lirismo, ternura y habilidad narrativa. Acompañada a la guitarra, que tañía ella misma, su voz sonaba firme y bien templada, caldeando el ambiente, ya tórrido, de la noche.
El guitarrista José Manuel Ibáñez puso fondo musical a los poemas de las autoras intervinientes.
Y el acto, muy hermoso.

Redacción.-

15 de agosto de 2012

Presentación del libro "Mujeres que aman a mujeres"


                Anoche, en Damajuana, tuvo lugar la presentación del libro Mujeres que aman a mujeres, antología de poesía lésbica realizada por la poeta y escritora Carmen Moreno, libro al que Domingo F. Faílde, en sus palabras de presentación, calificó como uno de los más bellos de cuantos este año cayeron en sus manos. Luego, al relacionarlo con la Casa de las servidoras de las Musas, que en Lesbos dirigió Safo, pasó revista a sus antecedentes griegos,  en vista de los cuales reconoció la existencia de una literatura lésbica, corriente en que se inscriben los poemas seleccionados.
                Tanto el como la autora dejaron claro que éste no es un libro de poesía erótica, por más que algunos textos pudieran insertarse en esa línea:  De hecho -dijo Carmen Moreno-, en esta antología les propuse a mujeres de este país, reconocidas y jóvenes que participaran y dijeron que no, que no querían que la gente supiera que eran lesbianas aunque, de alguna manera, lo sepan. O también algunas decían que no querían que se les encasillara como una poeta lesbiana, que es algo un poco absurdo, porque en esta antología creo que sólo hay un par de autoras que se dedican exclusivamente a la poesía lésbica, el resto no, el resto hacen temática diversa. También, la verdad, quería ver quién se atreve a decir soy lesbiana, que no es tan fácil.
Sentado lo anterior, el criterio de la selección es la calidad. Se pretende que las autoras respondan a un nivel de excelencia que previamente han acreditado a través  de su obra publicada y que comparezcan ante el lector con los temas que habitualmente abordan en su poesía, bastante variados por cierto. Quien se adentre en las páginas del libro encontrará, según la propia antóloga, ante todo buena poesía. No creo que nadie se acerque al libro por morbo, más que nada porque es un género que no tiene muchos lectores, pero los que tiene son inteligentes y fieles. Los que lean “Mujeres que aman a mujeres” van a encontrar poemas sobre el tiempo, el amor, la pérdida, la mirada íntima… Insisto, buena poesía. También el deseo, sí, y algunos con mucho sentido del humor que es algo que no se le suele presuponer a un poeta.
Tras las glosas y comentarios correspondientes, llegó la hora de la poesía. Intervino en primer lugar Josefa Parra, que leyó los poemas de su autoría.  Josefa Parra –había dicho Carmen Moreno- es un referente para mí. La conocí cuando yo tenía dieciocho años y ella acababa de ganar el Loewe. Desde el primer momento me deslumbró la sobriedad de su verso que para nada es parco, sino que goza de aquello que los clásicos perseguían: elegancia. Lo demostró con creces.
Luego, la propia antóloga leería un poema de cada una de las seleccionadas, haciéndolos preceder de sabrosos comentarios y anécdotas curiosas sobre la confección del libro; en total, once poetas –diez españolas y una cubana residente en México-, nacidas entre 1965 y 1990, ordenadas cronológicamente, de mayor a menor: Josefa Parra, Odette Alonso, Ana Tapía, Txus García, Begoña Callejón, Laura Cancho, Mado Martínez, Laia López, Verónica Aranda, Ana Rodríguez Callealta y Ruth Llana. Se trata, pues, de autoras cuyas edades las emplazan en la más absoluta contemporaneidad, aunque entre ellas comparezcan al menos dos generaciones y, como no podía ser menos, diferentes estilos, pues no en vano ser poeta implica una voz propia.
Como colofón, no podemos obviar la gran acogida dispensada por el público a Mujeres que aman a mujeres. Un éxito rotundo.

Redacción.-

14 de agosto de 2012

Recital Internacional de Poesía en San Lorenzo del Escorial


El miércoles pasado, día 8 de agosto, tuvo lugar en la Casa de Cultura de San Lorenzo del Escorial el Recital Internacional de Poesía: Poetas-Antología Universal Siglo XXI, que dirige y coordina el poeta Fernando Sabido. El escenario, lleno de banderas, como en los años triunfales, hacía pensar en éstos, de idéntica penuria, a quién representaban, especialmente el trapo de fregar bancos, con la estrellas –sin barras, por ahora- de la Unión Europea: a los poetas, no, desde luego, pero quien manda, manda, y adivine el lector quiénes pueden mandar en el búnker de don Felipe II.
Pero, dejando aparte esos chistes políticos que los padres o tíos de la patria nos ponen a huevo, el caso es que allí sonó y resonó –en el mejor sentido del vocablo- la buena poesía, esta vez de la mano de dos excepcionales maestros de ceremonias: Fernando Sabido y Mariano Rivera Cross, a cuyas órdenes –simbólicas, por supuesto- desfilaron por el abanderado proscenio poetas de varios países de habla castellana, además de los dos mencionados: los españoles Juana Vázquez y Lolo Rovira, la dominicana Rosa Silverio, la chilena Silvia Cuevas Morales, el argentino Carlos Hugo Mamonde y el colombiano Carlos Hugo Mamonde, un elenco internacional que ofreció al público asistente una intensa velada poética, en la que no faltaron poemas de protesta y reivindicación, que compitieron en protagonismo con los existenciales y, cómo no, amorosos, siempre en clave de gran poesía.
Finalizada la lectura, la cantautora Clara Ballesteros interpretó una ranchera. Era el homenaje de todos los presentes a la gran Chabela Vargas, recientemente fallecida.

Redacción.-

8 de agosto de 2012

Por sevillanas. María Dolores Almeyda, Lola Crespo, Carmen Herrera y Lorenzo Ortega leyeron en Jerez


La magia habitual de las veladas poéticas que vienen celebrándose en Damajuana,  se multiplicó anoche por cuatro, porque cuatro fueron los poetas que hicieron uso de la palabra para sembrar sus versos. María Dolores Almeyda, Lola Crespo, Carmen Herrera y Lorenzo Ortega vinieron desde Sevilla, de la capital y de sus aledaños, porque – como dijo Domingo F. Faílde en los prolegómenos- aquella ciudad pertenece a la categoría de las que se proyectan, a lomos de su historia y, sobre todo, de su cultura, más allá de las propias murallas que la ciñeron y, en este caso, más allá del Guadalquivir, que la lleva hasta América.
Cuatro poetas. Cuatro voces diferenciadas, nítidas, perfectamente perfiladas por el uso del lenguaje y por una visión del mundo, que converge en lo fundamental y sigue su camino en la experiencia individual del poeta. Cuatro voces, cuatro estilos, cuatro autores, que aportan, entre otras cosas, un cierto sentido transgresor a su expresión poética, por cuanto –eso es transgredir, en primera instancia- tratan siempre de ir más allá, dar un salto adelante, incluso sin red, y decir, desde luego, lo que piensan, arrimándole a veces un poco de espectáculo, cierto sentido lúdico, que nos recuerda que, en un principio fue la juglaría. A ellos se sumó Dolors Alberola, que puso también su nota de calor.
María Dolores Almeyda (Sotiel, Huelva, 1948), autora de los libros Versos clandestinos y Algunos van a morir, elevó la temperatura a máximos históricos al poner sobre la mesa una colección de poemas inéditos de contenido social, estéticamente arriesgados e ideológicamente comprometidos. La autora supo, hábilmente, situarse más allá de la anécdota y, sin prescindir de ella, dar entrada a elementos de gran calado poético, aprendida la lección de los grandes autores del género y evitando caer en el mero ocasionalismo.
Lola Crespo (Sevilla, 1971), autora de Gramática malva y Las palabras acostumbradas, basó en ellos su lectura, exhibiendo una poética que define, ante todo, el equilibrio, la armonía entre la indagación vanguardista de la forma y el respeto a la tradición literaria, sin que ello la intimide a la hora de elaborar sorprendentes imágenes y audaces juegos de lenguaje, permitiendo que el humor y su sentido lúdico alivien la gravedad de los temas tratados, creando una atmósfera mágica de gran atractivo.
En línea parecida, aunque siempre fiel a su propia voz, sorprende la poesía de Lorenzo Ortega (Sevilla, 1978), autor de un libro titulado Ante el minotauro, en el que despliega las claves de su poética, especialmente el sentido teatral del poema, que ha de ser escenario donde volcar las pasiones humanas y mostrarlas al público, lo que hace con un lenguaje sencillo, desenfadado y maneras incluso de cabaret, poniendo a la voz lírica en la piel de las distintas personas del verbo, con gran habilidad.
Carmen Herrera acaba de ver publicado Lámina animal, su primer libro de poesía, aunque no por ello pierde su probada veteranía, pues ya debutó en prosa con el cuento Piratas y quesitos y prodigó poemas en revistas, libros colectivos, performances y un largo etcétera. Ayer dejó constancia de su quehacer, con una poesía inteligente, culta, salpicada de conceptos e imágenes de profundo calado.
Por su parte, Dolors Alberola anticipó poemas de sus últimos libros, que saldrán a las librerías el próximo otoño.

Redacción.-

1 de agosto de 2012

Alejandro Pérez Guillén, lectura poética con Narciso al fondo


El mito de Narciso, como todos los clásicos, ha ejercido una enorme fascinación no sólo entre los poetas, sino también entre pintores, escultores y músicos. Este muchacho, símbolo de la egolatría, rechazará el amor de la ninfa Eco, que muere despechada, y el joven, enamorado de su propia imagen, al verla reflejada en el agua, se arroja a la corriente y allí donde se ahoga brota y crece  la flor que hoy ostenta su nombre.
No es ésta, desde luego, la única versión de esta historia y el poeta, por su parte, no nos cuenta la suya, sino la proyección  de este mito al ámbito de la realidad cotidiana, al espacio de nuestra experiencia, con un llamamiento tácito a la reflexión.
“Matar a Narciso” –dice Josefa Parra en el prólogo- es matar esa parte de nosotros mismos que se recrea con demasía en el propio yo. Es buscar al otro y buscarse (siendo otro, más alto, más maduro, más vivido) en un espejo interior y no en el azogue externo o en las aguas de un río que quizá sea “el ajeno frío del agua”. Y, en palabras del propio autor, “Matar a Narciso” también supone tener conciencia de que no siempre somos los mismos. Las personas cambian a lo largo de la vida. Al mismo tiempo, retoma el concepto de que en cada libro uno nace a la vida, se desarrolla, crece y muere con el último verso del poemario, como si en cada acto de escritura uno se entregara por completo. En cada libro uno mata a Narciso. En cada libro reaparece con energías renovadas.
Domingo F. Faílde, en su discurso de presentación, destacó los valores formales del libro: En el plano formal, Alejandro Pérez Guillén evidencia una síntesis saludable entre dos formas de concebir la escritura que, al fin y al cabo, desembocan en una misma praxis. Quiero decir con ello que cuida e incluso mima la forma, puliendo el verso y buscando la perfección, pero sin permitir que el gusto por lo perfecto, la voluntad de estilo, como se le llamó en otro tiempo, eleve una muralla inexpugnable entre autor y lector, en detrimento de la comunicación, ese diálogo íntimo en que, en última instancia, se resuelve el misterio de la creación poética.
El acto tuvo lugar anoche en Damajuana, dentro del ciclo Versos en plenilunio. El poeta, antes de centrarse en el libro presentado, efectuó un cuidado recorrido por su obra anterior.

Redacción.-