En Sanlúcar la
Mayor, tuvo lugar el sábado pasado, día 15, una velada poética, que acercó a
los enclaves más representativos de aquella localidad sevillana voces, estilos,
autores y, en definitiva, todo el caudal de luz de que es portadora la palabra
poética, compendio de todos los enigmas y resumen del largo camino recorrido
por la humanidad para resolverlos. Belleza, en fin, que, como dijo Platón,
reproduce un concepto ideal, un modelo, sin duda utópico, que todos llevamos
grabado en nuestro interior y que, por tanto, es irrenunciable. Por eso,
citando a Bécquer, mientras haya un abismo que al cálculo resista,/ habrá
poesía.
La hubo, desde
luego, aquella tarde, en el mágico entorno de un patio denominado Ciudad del
Sol. Allí, cuando el astro emprendió su declive y las primeras sombras refrescaron
el tórrido ambiente, sonó la música de David Postigo, que acogió los poemas de
los autores intervinientes, de distintas generaciones o tendencias y bien
definida personalidad: Domingo F. Faílde, María Dolores Almeyda, Dolors
Alberola, Irene Gil, Anabel Caride, Lorenzo Ortega, Ángela Franco y Lola
Crespo, que actuó también de maestro de ceremonias, con la palabra siempre a
flor de labio y el aroma de la poesía envolviéndola como un aura.
El acto se
enmarcaba en la I Jornada de Arte al Aire Libre, que logró movilizar, de una u
otra manera, a toda la ciudadanía.
Redacción.-