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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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6 de noviembre de 2009

"Desde todo el silencio", una antología poética con voz de mujer. El tomo III acaba de salir



Este libro nació antes que la palabra, en este tiempo antiguo donde el silencio era nuestra patria, remoto pasado donde la mujer hablaba para dentro, husmeando los rincones del corazón, callándose. Así comienza Silvia Delgado el prólogo al tomo III de la antología titulada Desde el silencio, que publica el Movimiento Internacional de Escritoras Los puños de la paloma, dirigido por la poeta argentina Norma Segades Manias, que perteneciera al consejo de redacción de la revista Gaceta Literaria, e integrado por Esther Andradi (Argentina/Alemania), Silvia Delgado Fuentes (Euskal Herria), Carmen Julia Holguín (México/Estados Unidos), Amanda Pedrozo (Paraguay), María del Pilar Romano (Argentina), Sylvia Riestra (Uruguay) y la propia Norma Segades. Según sus promotoras, el Movimiento Internacional de Escritoras Los puños de la paloma promueve una palabra capaz de nombrar, de denunciar, de revelar, de hacer visible cada una de las llagas o dolores que soportan cotidianamente aquellos que habitan en la penumbra desde el principio de los tiempos.
Dolors Alberola (España), Claribel Alegría (Nicaragua), Andrea Álvarez (Venezuela), Anna Arent (Polonia), Gioconda Belli (Nicaragua), Marquesa Mercedes Alba Benítez (Finlandia), Lucrecia Cossio (Argentina), Silvia Delgado Fuentes (España), Livia Díaz (México), Teresa Fornaris (Cuba), Leda García Pérez (Costa Rica), Ximena Gautier Greve (Francia), Milagro Haack (Venezuela), Carmen Julia Holguín (México), Ana Maria Intili (Perú), Lía Hadzopoulou Karavía (Grecia), Gladys Mendía (Venezuela), Waldina Mejía Medina (Honduras), María Julia Mólico (Portugal), Jeannette Montoya (Suecia), Tereza Neumann (Brasil), Maria Cristina Orantes (El Salvador), Patricia Oroño (Argentina), Amanda Pedrozo Cibils (Paraguay), Susana Reyes (El Salvador), Sylvia Riestra (Uruguay), Kathya Rodríguez (Panamá), Marta Rodriguez (Brasil), Pilar Romano (Argentina), Agnieszka Malgorzata Rybarczyk (Polonia), Norma Segades – Manias (Argentina), Teresa Shaw (España) y Rosina Valcárcel (Perú) son las autoras seleccionadas para este tercer volumen, cuya presentación habría tenido lugar el pasado 17 de septiembre.
Treinta y tres mujeres, treinta y tres poetas, treinta y tres voces, cada una con su poética, sus obsesiones, su personalidad y, afortunadamente, muchos poemas, que es donde reside la elocuencia de un libro de poesía. ¿Qué tienen en común las antologadas? Norma Segades afirmó al respecto: Nos une el dolor ante la injusticia, los derechos cercenados, la intemperie infamante de los otros, pero, como venimos de geografías, realidades, historias de vida, y hasta un uso del idioma diferente, nos diferencia el uso que damos a la palabra -esa palabra que entendemos honesta, franca, genuina, intensa y testimonial- en el marco de cada discurso.   

Redacción.-

2 de noviembre de 2009

“Arte de perros”, de Dolors Alberola, declarado 'poemario del mes'



















Bacovicious, el blog del escritor Esteban Gutiérrez Gómez, publicó ayer una entrada titulada Poemario del mes: "Arte de perros", de Dolors Alberola. La honrosa nominación se justifica seguidamente mediante sendos artículos, que firman la poeta María Jesús Silva y el propio Gutiérrez Gómez. Un trabajo excelente que incluye poemas del libro, algunas imágenes de Alberola y un enlace a un archivo de voz con recitado de la autora. Los interesados pueden visitar el referido blog, que está disponible en la siguiente dirección:
O hacer otro tanto en el que lleva por título En busca de otras Ítacas, igualmente accesible en:
Esteban Gutiérrez Gómez destaca las metáforas del libro, acerca de las cuales explica: Existen metáforas que muerden. Metáforas fieles y metáforas abandonadas. Metáforas objeto y metáforas vida. Existen metáforas perro y metáforas poesía. No en vano tituló su comentario Metáforas que muerden, en alusión a su fuerza expresiva y la toma de posición de la autora frente a la injusticia.
Por su parte, María Jesús Silva analiza la estructura de Arte de perros y pasa revista a su imaginería, destacando importantes aspectos del discurso poético para elogiar, por último, lo arriesgado de la propuesta estética de Dolors Alberola y la pulsión emocional de este libro, cargado de emociones porque ‘ladra’a muchas cuestiones que todos reconocemos.
Arte de perros, prologado por la escritora argentina Luisa Futoransky, fue publicado por EH en 2006.   

Redacción.-

1 de noviembre de 2009

Se presenta el 20 de noviembre. "El cielo que nunca habló", nueva entrega poética de Mariano Rivera Cross



El 20 de noviembre, a las 7 de la tarde, tendrá lugar en la librería Hojas de Bohemia, de Jerez la presentación del libro que ostenta el número 25 de la colección del mismo nombre, editada por EH.
Se trata de El cielo que nunca habló, cuyo autor es el poeta, novelista y dramaturgo Mariano Rivera Cross (Jerez de la Frontera, 1945), que ya cuenta en su haber con dos libros de poesía (Siluetas verticales y Dioses y héroes en retirada), otras tantas novelas (Dulce virus de la transición y La parrilla invertida) y varias obras teatrales (Añicosmos y Entromesiglos, Offmóvil I, II y III).
Rivera, Catedrático en el Instituto Padre Luis Coloma desde el año 1979, será presentado en esta ocasión por José Pallarés, Catedrático de Lengua y Literatura en el I.E.S “Francisco Pacheco” de Sanlúcar de Barrameda y Profesor de Literatura Contemporánea en la UNED de Cádiz, autor del prólogo de este libro, al que califica de hondo, inteligente y bello, profunda y sutilmente trabado y escrito con una notable contención expresiva.
Con este motivo, Mariano Rivera ha concedido a El callejón del gato una entrevista , cuyo enlace figura al final de esta entrada. En ella, el autor nos acerca a los temas del libro, revela su postura ante los mismos y establece una sutil relación entre éstos y los graves conflictos que, en la actualidad, afligen a los hombres y a la propia literatura. El propio autor, que considera el conjunto de su obra como una totalidad, manifiesta que El cielo que nunca habló guarda una estrecha relación con Dioses y héroes en retirada, profundizando en la idea de una humanidad que, libre de creencias y preceptos, intenta huir del caos y llenar su vacío recuperando el espíritu de la vieja mitilogía.  

Redacción.-  

Para leer la entrevista, pulse aquí.

31 de octubre de 2009

Dolors Alberola presentó "Del lugar de las piedras" en Jerez de la Frontera

















Un centenar de personas –prácticamente, el aforo del salón de actos de la Casa de las Mujeres, en Jerez de la Frontera- asistió a la presentación del libro que, de momento, cierra la larga nómina bibliográfica de su autora.
Arropada por Domingo F. Faílde, que pronunció el discurso introductorio, exponiendo los rasgos generales de su poética y las características del libro, y por Margarida Ledo Coelho, concejal de Igualdad y Salud del consistorio jerezano, Dolors Alberola dio lectura a un conjunto de poemas, atinadamente escogidos, que el público siguió con interés y entusiasmo, cuyas cálidas muestras interrumpieron varias veces su intervención. Y como la edición es bilingüe, Del lugar de las piedras sonó también en lengua portuguesa, gracias a la Sra. Ledo Coelho, que puso voz a la traducción realizada por Rui Costa.
Las ruinas, es cierto, y, en general, el arte –dijo Faílde, refiriéndose al tema central del libro- nos ponen en contacto con el ayer, es decir, lo actualizan, convirtiéndolo en hoy y proyectándolo hacia el mañana.
Terminado el acto, la autora firmó muchos ejemplares y, siguiendo la costumbre, los asistentes disfrutaron del vino de jerez.
Los lectores interesados podrán leer un amplio reportaje sobre la presentación del libro, que incluye las palabras preliminares de Domingo F. Faílde y un álbum fotográfico, a través del enlace que se facilita seguidamente.    

Redacción.-.Para acceder al reportaje, pulsar aquí

20 de octubre de 2009

'Miércoles de bohemia': entre el eros y la locura. Poetas y escritores revisarán estos temas a la luz de la literatura
















La presentación de Carnalia, prevista para el próximo 25 de noviembre, pondrá en marcha los Miércoles de bohemia, el espacio que EH viene ya dedicando a la poesía y que, en la actual temporada, gira en torno a dos centros de interés, que cada autor invitado podrá interpretar libremente y, parafraseando al inolvidable Sinatra, transmitirlos a su manera.
Eros, con todo el potencial de una tradición, que oscila entre el platonismo o la mística, como disfraz de la carne, y el sexo más explícito y ardiente, será el que de comienzo a esa fiesta de la palabra que siempre late allí donde haya un verso. Junto a él, trenzando los misterios de la viva pasión que es el hombre -no hace falta especificar las obvias diferencias de sexo u opción sexual-, la locura, ese salto adelante que, como la poesía, nos incita a volar.
Jesús María Serrano, Josela Maturana, Álvaro Quintero, Dolors Alberola, Rafael Esteban Poullet, Isabel de Rueda, Josefa Parra, Carmen Moreno y quien firma estas líneas serán los encargados de pilotar la nave imaginaria que, por el portulano de los sueños, incluido el propio sueño de la razón, con todos sus monstruos, irá dejando su estela, el camino del mar, como ya dejara dicho Machado.
Y, al frente de todo esto, asumiendo el trabajo inherente a cualquier actividad que requiera coordinación y, cómo no, los riesgos que lleva consigo la apuesta, Álvaro Quintero, responsable literario de EH y, por encima de todo, un poeta de sólida andadura, autor de varios libros y excelente conocedor de los temas que se van a abordar.
Para que hable de ellos y delinee las líneas maestras de ambos ciclos, El callejón del gato se ha entrevistado con él. Los lectores podrán conocer sus respuestas haciendo click en el enlace que figura a continuación:

Leer entrevista
© Domingo F. Faílde.-

17 de octubre de 2009

El próximo 29 de octubre. Dolors Alberola presentará en Jerez "Del lugar de las piedras"

















Dolors Alberola presentará su libro Del lugar de las piedras al público lector jerezano. El acto tendrá lugar el próximo 29 de octubre, jueves, a las 7,00 de la tarde, en la Casa de las mujeres, dentro del ciclo Salón de tarde. Intervendrán en el mismo, además de la autora, Domingo F. Faílde y Margarida Ledo Coelho, que dará lectura a algunos poemas en lengua portuguesa, traducidos por Rui Costa, un joven y excelente poeta del país vecino. El libro, galardonado con el premio internacional Alonso de Ercilla, ha sido publicado por Yaganes en edición bilingüe.
El poeta argentino Juan Gelman definió la poesía como un muro frente a la muerte y ésta, por activa o pasiva, es la gran responsable de buena parte de la literatura. En el caso de Dolors Alberola, la muerte es una especie de sombra tutelar, una obsesión continua de la autora, que, intentando evadirla, ha cavado trincheras y erigido bastiones, sin otro material que la palabra ni otra razón que su amor a la vida. Y, en su cruzada contra el no-ser, ciñéndose el arnés de la poesía, atraviesa el espacio y el tiempo, descubre que el pasado -como apuntara Wordsworth- pervive en la memoria y que el futuro -según María Zambrano- puede ser anticipado por el sueño.
Todos los tiempos, el tiempo. Convergiendo, eso sí, en el espacio a través de las piedras, que son la memoria de aquel. Las ruinas, es cierto, y, en general, el arte nos ponen en contacto con el ayer, es decir, lo actualizan, convirtiéndolo en hoy y proyectándolo hacia el mañana. Éste es el lugar de las piedras.
Se ha hablado del amor como tema central de este libro. Sin embargo, por más que su presencia sea notable y esencial su función en el texto, no es verdad. La autora lo utiliza a manera de contrapunto de la voz lírica, personificado en un tú -el tú esencial de Machado- presente en todo tiempo desde la realidad del hoy.
     Redacción.-

EH presentó su programa de actividades culturales para la temporada 2009-2010




A las 8,30 h. de la tarde de ayer, tuvo lugar la presentación del programa de actividades culturales que, a lo largo del curso 2009-10, tiene previsto desarrollar el grupo de empresas Romero Caballero, del que forma parte EH Editores, a cuyo cargo la colección de libros de poesía Hojas de Bohemia acaba de publicar el volumen número 24.
Dicho programa, que engloba más de cien actividades de carácter artístico, histórico, musical, literario, científico, cívico y solidario fue expuesto por sus responsables en el transcurso de una brillante gala, que estuvo amenizada por cantantes y grupos (Los ángeles de Eritheia, el Kisky y otros) y contó con la colaboración de poetas (Dolors Alberola), periodistas (Marco Antonio Velo), profesores (Francisco A. García Romero) y otros agentes culturales.
Tanto Francisco Romero Caballero, presidente del Grupo (a quien vemos en la fotografía, haciendo uso de la palabra), como Marco Antonio Velo, responsable de Comunicación, insistieron en el carácter integrador de las actividades presentadas, así como en el objetivo fundamental de las mismas: Propiciar la ética e incluso la estética del pensamiento es apostar fuertemente por la riqueza del debate, sin ataduras ni cotos ni prejuicios ideológicos.
Finalizado el acto, se sirvió un aperitivo a los numerosísimos asistentes que, como suele ocurrir en estas ocasiones, departió en animada tertulia hasta altas horas de la madrugada.  

Redacción.-    

Para acceder al programa cultural, hacer click aquí.

9 de octubre de 2009

Dolors Alberola presentó "Del lugar de las piedras" en la Fundación Rafael Alberti

















En el salón de actos de la Fundación Rafael Alberti tuvo lugar, el día 8, la presentación del libro Del lugar de las piedras, que valiera a Dolors Alberola el premio de poesía Alonso de Ercilla. Ésta es la primera de una serie de presentaciones que, en diversas ciudades, efectuará la autora para dar a conocer esta obra, publicada por Yaganes en castellano y portugués, idioma al que fue traducida por Rui Costa, una de las voces jóvenes más vigorosas del vecino país. Y en ambas lenguas se leyeron algunos poemas del libro, a cargo de la propia poeta y de la profesora y traductora brasileña Carmen Sales.
Antes, Domingo F. Faílde realizó un recorrido por la trayectoria literaria de Dolors Alberola y analizó sus claves estéticas para, finalmente, centrarse en Del lugar de las piedras.
El poeta argentino Juan Gelman -dijo Faílde- definió la poesía como un muro frente a la muerte y digo yo que ésta, por activa o pasiva, es la gran responsable de buena parte de la literatura. En el caso de Dolors Alberola, la muerte es una especie de sombra tutelar, una obsesión continua de la autora, que, intentando evadirla, ha cavado trincheras y erigido bastiones, sin otro material que la palabra ni otra razón que su amor a la vida. Y, en su cruzada contra el no-ser, ciñéndose el arnés de la poesía, atraviesa el espacio y el tiempo, descubre que el pasado -como apuntara Wordsworth- pervive en la memoria y que el futuro -según María Zambrano- puede ser anticipado por el sueño.
Todos los tiempos, el tiempo. Convergiendo, eso sí, en el espacio a través de las piedras, que son la memoria de aquel. Las ruinas, es cierto, y, en general, el arte nos ponen en contacto con el ayer, es decir, lo actualizan, convirtiéndolo en hoy y proyectándolo hacia el mañana. Éste es el 'lugar de las piedras'.
Entre los asistentes al acto se encontraban numerosos poetas y amigos de la autora. Al término del mismo, se sirvió un vino de honor.    

Redacción.-

8 de octubre de 2009

"Pisadas sobre lienzo": La poesía de Isabel de Rueda abrió anoche el curso literario de EH



La librería Hojas de Bohemia convocó de nuevo a los amantes de la poesía. En la tarde de ayer, EH Editores presentaba, en el patio interior de aquella, el número 24 de su colección de poesía. Pisadas sobre lienzo es el título que agrupa el acento lírico de Isabel de Rueda. Con exquisita puntualidad dio comienzo esta convocatoria, presidida por la propia autora, el asesor literario de EH, Álvaro Quintero y el poeta Domingo F. Faílde, autor del prólogo, que pronunció las palabras de presentación.
Según Domingo F. Faílde, “no hay en sus venas gotas de sangre jacobina, pero el verso de Isabel de Rueda –continuando con la paráfrasis de Machado- brota de aquel manantial sereno que, necesariamente, certifica la madurez de un poeta. La música callada, que tanto complaciera a María Zambrano, es el espacio de la contemplación y en él se circunscribe Pisadas sobre lienzo, consecuencia de la mirada de un yo que ha encontrado en su propia interioridad las razones profundas del mundo circundante y las claves que llenan de sentido su relación con él: esencia y existencia comparten, pues, el lienzo, el ámbito purísimo que se ofrece a la vista y que los pies del hombre van hollando, de un modo natural, al hacer su camino, dejando en él la huella de su paso o, machadianamente, su estela en la mar.En opinión de Faílde, Isabel de Rueda (Jerez de la Frontera , 1962) consolida con este libro la imagen que la acredita como una poeta con voz propia, cuya obra, pulida con esmero, se ensancha paso a paso y mira, como siempre, a los adentros, esa gran factoría donde se forja el conocimiento y se templa la música. Alejada de sinecuras y mercadeos, atenta únicamente al radar que detecta la belleza, va gestando su obra, introduciendo en ella toda la luz que cabe en una mirada. Como todo poeta verdadero –añade-, es, sin duda, un vestigio de otra vida más pura, si alguna vez lo fuera, cuando el hombre podía permitirse arrancarle el sustento a la naturaleza, percibiendo su pálpito en la tierra, en la lenta germinación de los frutos, en el devenir de las estaciones; y, tras el laboreo cotidiano, sentarse a contemplar las estrellas, poner en orden sus conocimientos, ajustar su conciencia a la armonía del cosmos y disponer su espíritu a la revelación del misterio.
Por su parte, Isabel de Rueda tras expresar su agradecimiento a quienes la presentaron, a la editorial Eh Editores y al público asistente, dio lectura a algunos poemas incluidos en el libro, en medio de un profundo silencio, tan sólo interrumpido por los aplausos que, en varias ocasiones y al término del acto, acercaron a la autora el calor aquiescente de sus lectores, muy numerosos por cierto, a juzgar por los ejemplares que hubo de firmar, mientras el auditorio se solazaba con el vino de honor ofrecido por los organizadores.  

Redacción.-   

Para acceder al reportaje sobre este acto, pulsar aquí.

4 de octubre de 2009

"Carnalia", de Domingo F. Faílde, fue presentado en Gijón. El acto tuvo lugar el día 2 y estuvo arropado por los poetas Emilio Amor y Dolors Alberola

















Quiero, pues, escandalizarles. Porque, si no, ¿a qué han venido? Quiero, pues, incitarles a romper las barreras del pensamiento y disparar el libre albedrío que conduce a la acción. Porque eso es Carnalia, este modesto libro que pongo en sus manos. La ironía, el cinismo, el vértigo hedonista, las mil trapacerías de la voz lírica, no ocultan sin embargo que en fondo más hondo de lo humano siempre alienta el amor.
Con estas palabras concluyó Domingo F. Faílde el breve exordio que precedió a la lectura de un puñado de poemas de su libro Carnalia, ganador del XXIII premio Cálamo de poesía erótica, en el acto de presentación, celebrado el pasado día 2 en el Centro Cultural La Arena, de Gijón.
Antes, tras las palabras del poeta asturiano Emilio Amor, que presentó a los intervinientes y glosó su trayectoria literaria, Dolors Alberola, autora del prólogo, manifestó que Carnalia es un libro escrito en un lenguaje directo, pero tocado por la magia de la poesía; metafórico, sí, pero con roce, iluminado y carnal; un libro, en fin, escrito para llagar los ojos del lector y que no se detiene si nos sangran, porque con elegancia sangran también las cosas de la vida.
Después de la velada literaria, la Sociedad Cultural Gesto, patrocinadora del premio Cálamo, ofreció en su sede un vino de honor.
Carnalia se presentará en Jerez de la Frontera a finales del próximo mes de noviembre, en el transcurso de un ciclo sobre poesía erótica, organizado por EH Editores.   

Redacción.-

29 de septiembre de 2009

"Del lugar de las piedras". Dolors Alberola presenta su libro más reciente en la Fundación Rafael Alberti



El jueves 8 de octubre, a las 8,30 de la tarde, Dolors Alberola presentará su libro Del lugar de las piedras en El Puerto de Santa María. El acto, presentado por Domingo F. Faílde, tendrá lugar en la Fundación Rafael Alberti.
Según la propia autora, el libro, editado en castellano y portugués, profundiza en su obsesión de anular el espacio y el tiempo, capturando lo sucedido y haciéndolo vivir en el presente. Partiendo de esta premisa, el discurso de la voz lírica sigue, para expresarse, dos hilos conductores: por una parte, la memoria histórica, asentada en la realidad de las piedras (monumentos, ruinas; el arte, en definitiva, como elemento de permanencia), y por otra el amor, pretexto literario de numerosos poemas, aun cuando constituye, al modo platónico, una argamasa que confiere cohesión a la realidad. En cualquier caso, lo amatorio queda en segundo plano, en beneficio de lo metafísico.
Dolors Alberola (Sueca, Valencia, 1952) lleva tras sí una fecunda trayectoria, jalonada por títulos como Cementerio de nadas (1998), Conversaciones con Uriel (2001), El vagabundo de la calle Algarve (2002), El monte trémulo (2003), Esa mujer de Lot (2004), Acaso más allá (2006), El libro negro (2006), Arte de perros (2006) o De donde son las voces (2008), entre otros; una larga peripecia que comienza en la infancia (recordemos que el primero de sus libros publicados, Trizas, constituye una bella inmersión en el universo infantil) y va desarrollándose, aceptando tímidamente la compañía de la vida, que halla siempre un pretexto para colarse y acaba sentando plaza en el poema. La experiencia, cuando se interioriza, trascendiendo su faz anecdótica, puede ser un aporte valiosísimo, un médium que permite adquiera voz y cuerpo la luz.
Ahora, alcanzada la madurez, compatible con una juventud razonable que nunca la abandonó, la poeta -ella detesta el término poetisa- se lanza a la tarea de buscar solución a los grandes enigmas y hacerlo con el sello de su poderosa personalidad.
Si, en libros anteriores, exploró los arcanos de la vida y la muerte, del tiempo, del espacio, de la historia, del amor y el dolor, ahora le llega el turno a la piedra, en tanto que elemento simbólico, capaz de transmitirnos el mensaje del hombre a través de las eras e incluso de lo cósmico, natural o -por qué no- supranatural, para darse de bruces con el arte; es decir, con el ansia de eternidad.     

Redacción.-

19 de septiembre de 2009

"Carnalia", poemas eróticos de Domingo F. Faílde. El libro, galardonado con el premio Cálamo, saldrá a la luz en Gijón el próximo 2 de octubre



Los libros de poesía caminan despacio. Esto escribió García Lorca a Miguel Hernández en la carta que le escribiera acusando recibo de Perito en lunas. El poeta oriolano se quejaba del escaso eco que, en su opinión, tuvo aquel primer libro. La época, aunque algunos se empeñen en quitar hierro al asunto, era menos canalla que la nuestra, en lo que se refiere a la literatura. Basta con ojear los epistolarios de muchos autores (veamos, por ejemplo, la magnífica edición del de Antonio Machado, a cargo de Jordi Doménech) para advertir una atmósfera muy distinta, harto más clara y caballerosa que la que padecemos.
Los libros de poesía caminan despacio, es verdad, y ello por avatares de índole muy diversa, que empiezan retrasando su salida a la luz y acaban, casi siempre, en odisea.
Éste es tal vez el caso de Carnalia, que obtuvo, hace ya un año, el premio Cálamo de poesía erótica y ve la luz ahora, cuando los mecanismos de edición hacen posible su puesta de largo.
Y, mientras, el silencio, una espera que, al fin, deja paso a la realidad de este libro, espléndidamente editado por Cálamo-Gesto en Gijón.
Es en esta ciudad asturiana donde Domingo F. Faílde, según los protocolos previstos para la ocasión, presentará su libro, la tarde del próximo 2 de octubre. El autor tiene comprometida una lectura de presentación en Jerez de la Frontera, a finales del próximo noviembre, como más adelante se informará.    

Redacción.-

28 de agosto de 2009

'Airiños, airiños, aires...' Crónica breve y apresurada de un viaje a Galicia



No sé qué tiene Galicia, pero lo cierto es que atrae a sí, te pega a su natura, como un electroimán, y te hace imposible el destete, cuando el retorno obligado te va alejando de su verdura y, lejos de sus bosques, costas y santuarios, uno se siente náufrago y zozobra en la estepa de León y Castilla, hundido por el peso de la melancolía.
Saudade, llaman a esto los naturales. Una añoranza inmensa que apenas nos permite sino soñar, pues ni siquiera ordenar unas letras es viciosa tarea para quien sólo vive recordando.
Se siente, se siente: acabamos de regresar de un viaje a Galicia, el más hermoso, sin lugar a dudas, de la presente década. La Ruta de la Plata nos plantó en la vetusta Zamora y allí, para abrir boca, almorzamos rápidamente y nos emborrachamos de románico, que hubo de acompañarnos a lo largo de todo nuestro periplo. Luego, al amanecer, emprendimos viaje de nuevo y, tras sendas escalas en Benavente y Astorga, que nos llevaron toda la mañana, la autovía nos puso en Cebreiro, puerta del mundo céltico, en una de cuyas tabernas saciamos la gazuza con buenas carnes y excelente vino. La bellísima aldea -de indudable sabor celta- nos despidió a media tarde y así, bordeando la ruta jacobea, nos fuimos acercando a Monforte de Lemos, en cuyo entorno nos aguardaba una casa rural muy pintoresca, destinada, por espacio de dos días, a servirnos de base de operaciones. Desde allí visitamos la boscosa comarca monforteña, los espectaculares cañones del Sil y esa que denominan Ribeira Sacra por sus muchos monasterios (casi todos abandonados) y numerosas iglesias románicas, disímiles en valor y estado de conservación.
La tercera jornada en aquellos parajes tenía como meta otra casa, uno de tantos pazos habilitados como hospedería, al que por fin llegamos, luego de larga escala en la pintoresca Betanzos, que recorrimos después del almuerzo y a la que despedimos con un soberbio café, bajo los soportales, antes de poner rumbo a La Coruña y cenar pantagruélicamente en la célebre calle Real, reservándonos la visita al Ayuntamiento para la digestión. No hará falta decir que, a la llegada, habíamos visitado la Torre de Hércules y la increíble ría ferrolana.
Al día siguiente, una vez que la ducha borrara las señales de una noche en las nubes, aguardaba la Costa da Morte, el roquedal terrible que ciñe aquellas aguas apocalípticas, de espeluznante belleza: Ponteceso, Cabana, Laxe, Camelle, Camariñas, Muxía y el cabo Vilán fueron poniendo en nuestras pupilas los detalles más mágicos de esos parajes indescriptibles, hasta que el occidente nos sorprendió en Malpica, dando cuenta del exquisito marisco que es gala en toda la región.
Visitar Santiago de Compostela era casi obligado, aun cuando, en mi opinión, su mítica catedral, excesiva y sobrevalorada, no iguala en mérito e interés a las de ciudades tan próximas como Ourense, Lugo y, desde luego, Zamora. La ciudad, sin embargo, abre para el viajero las puertas de la Edad Media y es un gozo perderse en las vetustas rúas, mirando soportales, balconadas, iglesias y aun las losas graníticas de su pavimento. Comimos, bebimos, anduvimos, las mujeres compraron recuerdos y, bajo un sol ardiente, culminamos el día en tierras orensanas, donde otro antiguo pazo -sin duda, el mejor de cuantos nos acogieron- nos ofreció el amparo de sus muros, el frescor de su lujuriosa arboleda y la encantadora e inteligente hospitalidad de sus propietarias que, entregándonos la suya, supieron granjearse nuestra amistad.
La Galicia más áspera se abría ante nosotros. La capital, desde luego, con su asombrosa sede catedralicia, en románico de transición y con un sorprendente cimborrio. O pueblos medievales como Allariz y el mágico Ribadavia, cuyas tabernas, ancestrales también, acercaron a nuestras fauces el más delicioso vino de aquellos pagos.
Y, como nada dura ni perdura ni la madre que lo parió, llegó el momento de decir adiós, entonar el navarro pobre de mí o cantar la socorrida horterada de adiós con el corazón, mientras el coche, a cientitantos kilómetros por hora, avanzaba junto al Miño y los verdes farallones de Portugal.
Ay, qué tristeza. El lago de Sanabria terminaría quitando del paisaje la verde orgía que nos acompañara para dar paso al ocre de las tierras leonesas y la estameña de sus soledades: Zamora, una vez más, Salamanca, con el recuerdo -y el pensamiento- de don Miguel de Unamuno y la galana prosa de Carmen Martín Gaite, Béjar, como un islote de frescor en medio de tanto páramo... y, en fin, Extremadura, tan zahareña que, haciendo honor a su nombre, ni comida tenía; y, si no nos morimos de hambre, fue porque, hospitalarios a su manera, los judíos de Hervás nos dieron de comer y beber, mientras los termómetros, a la sombra, rebasaban la línea de los cuarenta... Andalucía, pues, estaba cerca. Dejando a un lado Cáceres, pernoctamos en la gárrula Montánchez, villorrio indigno de su monumental castillo y del muy recio vino de pitarra, que a tantos gañanes habrá tumbado. Mas, como quiera que sus moradores se encontraban en fiestas y andaban por las calles borrachos, no hubo forma de descansar.
Lo demás no reviste demasiada importancia. Maltrechos y cansados, luego de una mala noche en una mala posada, como dijo Teresa de Ávila, pusimos rumbo a Jerez, donde llegamos a la hora de poner la mesa: un par de huevos fritos constituían todas nuestras reservas. La añoranza no nos dejaba vivir. La siesta nos salvó.
  
© Domingo F. Faílde.-

8 de julio de 2009

Esteban Gutiérrez presentó anoche “El colibrí blanco”. La novela inaugura la colección de narrativa de EH Editores

















En el patio de la librería Hojas de Bohemia, un espacio perfecto al aire libre para compartir el amor a los libros, tuvo lugar ayer la presentación de El colibrí blanco, una novela del excelente narrador que es Esteban Gutiérrez, con la que EH Editores ha inaugurado su colección de narrativa, la tercera de su catálogo, tras las ya consagradas de poesía -sin duda el buque insignia de la casa- y de gastronomía. El acto dio comienzo poco después de las 20,00 h. y congregó a un numeroso público, que llegó a desbordar las previsiones de la organización.
El poeta Álvaro Quintero, como representante de la entidad editora, hizo uso de la palabra para presentar la nueva colección de libros y hacer lo propio con el número uno de la misma, no sin antes esbozar una breve semblanza de su autor, destacando la brillantez de su trayectoria y el rigor de su prosa.
En efecto, Esteban Gutiérrez es un escritor que elabora sus obras con pulcritud, tanto en sus aspectos formales como estructurales. Sus novelas, que él denomina proyectos literarios, por cuanto no se atienen a cánones precisos, son piezas de robusta construcción, cuya solvencia narrativa se asienta en el cuento, pues como tal funciona cada uno de los capítulos de El colibrí blanco, una novela que, en sucesivas redacciones, fue aligerando el peso, reduciendo sus páginas, hasta quedar en lo fundamental: una historia de la posguerra española, a través de personajes populares que exhiben la realidad de su tiempo al margen de las grandes proclamas e incluso los sucesos más renombrados de una época que vivieron y padecieron.
Contribuye el autor a la recuperación de la memoria histórica con un texto de gran calado estético y sorprendente objetividad, que busca al lector cómplice para culminar su sentido y significación.
Terminado el acto, el novelista firmó un gran número de ejemplares, mientras los asistentes disfrutaban de una copa de vino de Jerez.   

Redacción.-

1 de julio de 2009

Una nueva colección de narrativa. Esteban Gutiérrez Gómez presenta su novela "El colibrí blanco", publicada por EH Editores





















Yo siempre soñé ser una estrella del rock. Siempre andaba imaginándome bañado de luz sobre un escenario, haciendo tronar la guitarra de Angus Young. Eso es lo que yo quería ser: una bala perdida, un canto rodado, un vividor. No sé cuándo ni cómo se me quitó la idea de la cabeza, sólo sé que acabé tragado por la literatura y aparecí en éste otro mundo. Dejé atrás los años de radio y los antros aquellos que se llamaban pomposamente a sí mismos locales de ensayo, y me convertí en un onanista del libro, un bebedor solitario, un mentiroso compulsivo. Me convertí en otro creador de ficciones. Aquél mundo corpóreo no era el mío, y escogí mi propio destino. Elegí fracasar. Todos los que habéis leído algo mío, lo sabéis. Me declaro cuentista.Estas palabras, que figuran al frente de uno de los blogs del autor, constituyen sin duda la mejor tarjeta de presentación de Esteban Gutiérrez Gómez (Madrid, 1963), cuya filosofía de vida, según asegura Patricia Rodríguez, consiste en que si ésta no nos gusta de una manera habrá que darle otro color, y por eso decidió apostar por el cuento para desarrollar su carrera literaria. Su primera novela, El Laberinto de Noé, mereció una excelente acogida por crítica y público.
El colibrí blanco, que fuera finalista del premio Felipe Trigo, es su nueva novela. Se presentó en Madrid el 16 de junio. El libro, publicado por EH Editores, que inaugura con él su colección de narrativa, será presentado en Jerez el próximo martes, día 7 de julio, a las 8,00 h. de la tarde, en la sede de la librería Hojas de Bohemia (Plaza Vargas número 2, duplicado). Además del autor, intervendrá el poeta Álvaro Quintero, en su calidad de asesor literario de EH.    

Redacción.-

24 de junio de 2009

Ayer, en la Casa de las Mujeres. Acto cívico y literario en defensa de la libertad sexual















Con ocasión del Día del Orgullo Gay, diversas asociaciones, con el apoyo institucional del Ayuntamiento, a traves de la Delegación de la Mujer, celebraron ayer, a las siete de la tarde, un acto cívico y literario en defensa de la libertad sexual, que fue conducido por las poetas Dolors Alberola y Josefa Parra, y en el cual se dieron cita diversas personalidades de la vida política y social jerezana.
La delegada de Igualdad y Salud, Margarida Ledo Coelho, elogió la tratectoria de los colectivos de lesbianas y gays y su lucha por la libertad e igualdad, advirtiendo a la concurrencia de la reversibilidad de las conquistas sociales y, en consecuencia, la necesidad de defenderlas continuamente.
Dolors Alberola y Josefa Parra reivindicaron en sus respectivos discursos, jalonados de frases certeras de diferentes autores, el papel saludablemente transgresor de estos movimientos. Ahora, cuando las fuerzas de la reacción agazapan sus veleidades involucionistas en el falaz pretexto de defender la vida, reivindicar la libre sexualidad se erige como la única forma de proclamar el amor a la vida y a sus protagonistas.
Finalizado el acto, que tuvo lugar en los claustros de la Casa de las Mujeres, se sirvió a los numerosos asistentes una copa de vino.   

Redacción.-

18 de junio de 2009

Anoche, en Jerez. Poetas y artistas rindieron un emotivo homenaje a Mario Benedetti















Ayer, a la caída de la tarde, tuvo lugar en el salón de usos múltiples de la Escuela de Hostelería un acto literario, como homenaje póstumo a Mario Benedetti. Participaron en él poetas y artistas, que leyeron sus propios versos y los del autor homenajeado: Álvaro Quintero, Dolors Alberola, Mariano Rivera Cross, Javier de Miguel Cuesta, Silvina Sayago y Susana Díaz Artidiello, arropados por el público, muy numeroso, que asistió al evento.
Las palabras de Álvaro Quintero, justificando el homenaje que, en Jerez, como en otros muchos lugares de España y América, se tributa al poeta Mario Benedetti, recientemente fallecido, dieron paso a la intervención de Domingo F. Faílde, que efectuó un sucinto recorrido por las claves estéticas del gran escritor uruguayo: Quién era Benedetti; que tenía este hombre, arrancado de cuajo de las aulas para ganarse el pan; qué fuerza irresistible lo condujo en volandas a la guerrilla urbana, de la guerrilla urbana a la Universidad, de la Universidad al exilio, del exilio a la gloria. Será, sin duda alguna, que habrá grandes poetas en el mundo y muchos, incluso, mejores que él; pero él, Benedetti, supo ir más allá, fue otra cosa y el misterio de la poesía lo convirtió en poeta necesario, poeta imprescindible, una voz esencial que, por encima de estéticas y modas, conectó su clavija en las entrañas del pueblo, la gente común, el ciudadano anónimo que no entiende de versos, pero que, sin embargo, escucha con asombro esas palabras que lo nombran e identifican, que le hablan de unos anhelos íntimos jamás expresados, que le abren de par en par su mundo como los gajos de una naranja.
Faílde destacó, junto al compromiso vital, político y ético del poeta, su virtuosismo lingüístico, capaz de convertir el lenguaje vulgar de la gente e incluso las jergas locales porteñas en vehículo de poesía y ser, al mismo tiempo, el pregonero lírico de las aspiraciones colectivas.
Se refirió, por último, a los temas, sociales, metafísicos, etc., y la ironía inteligente con que solía abordarlos. Su Inventario -dijo-, ampliado y reeditado hasta la saciedad, es el más luminoso exponente de su poética. La poesía, entre otras cosas, viene a ser un recuento de todo lo que existe, un pasar lista a la realidad, sabiendo que tanto lo presente como lo ausente forman parte del mundo y afloran a cada instante, no sólo en nuestra cultura material, sino también y sobre todo en el legado de la experiencia humana: la historia y su dialéctica, que nos ata a lo bueno y hermoso del pasado, nos incita a corregir los yerros y nos proyecta hacia el porvenir.
Benedetti -añadió- es un poeta del amor, pues éste es la sustancia que unifica su obra; un amor que es placer, desde luego, y sexo y ternura, naturalmente, pero, por encima de todo, complicidad y solidaridad entre iguales: la gran fiesta de la vida.    

Redacción.-

11 de junio de 2009

Ignacia Ramos ofreció una brillante lectura en EH. Dolors Alberola definió a la poeta como “una mujer hecha de verso y verbo”
















En sus palabras de presentación, Dolors Alberola definió a Ignacia Ramos como una mujer hecha de verso y verbo, una mujer que no llega tarde a la escritura sino en su madurez más preclara, una mujer que decidió estudiar ya de mayor y así repite en ella el frescor de los primeros años y nos bendice a todos con su ternísima voluntad y su mágico decir; una mujer a la que admiro desde hace años y que, cada vez, al tomar esas libertades de la palabra en su propia persona –dime con quién juegas y te diré quién eres-, me da más miedo. Sí, a veces me aterrorizo ante ella e, incluso, he llegado a tocarle en el aula la frente por ver si deliraba. Esta mujer es grande, esta mujer está tocada del milagro que toca a los poetas do quiera que se hallen. A ella, la poesía le cedió su cetro, como a Miguel, entre sus ganados; solamente que ella tenía entre las manos un cesto para plancha o un puñado de niños a los que dejar su amor y, cómo no, su propia palabra.Y añadió: Yo me deshago en luz ante su nombre, yo doblo la cerviz ante sus infinitos verbos, que anda recopilando de todas las lecturas, imagínense la cama y el marido, el ordenador, el diccionario, los libros, los papeles, el boli por si acaso, la luz en la mesilla y la musa en el aire, cuando no sea que decida hacerse un huequecito y sumergirse en el costillar de donde dicen fuimos creadas. Esto es magia, señores, tenacidad, milagro, buen hacer, consistencia, pero ante todo, es la poesía, es la propia palabra que se nos da si quiere; es, como dijimos antes, la enorme terquedad de la palabra, su travieso dejarse y su impune nocturnidad, su alevosía; pero, ante todo, su humildísima grandeza.
Ignacia Ramos, poeta que reside en Chiclana de la Frontera, demostró con sus textos -los únicos argumentos válidos en poesía- estar a la altura de las circunstancias. Sus poemas, muy celebrados y aplaudidos, emocionaban con facilidad a un público totalmente entregado, que se rindió ante la portentosa musicalidad de la autora y, sobre todo, la originalidad de sus metáforas, llenas de fuerza telúrica.
Al concluir la lectura, Álvaro Quintero y Dolors Alberola improvisaron una breve pero certera valoración del acto, destacando las cualidades de Ignacia Ramos, a quien felicitaron efusivamente.   

Para ver un breve vídeo del acto, hacer click aquí.   

Redacción.-

7 de junio de 2009

El heterónimo de Faílde. Acerca de 'Retrato de heterónimo', Premio Nacional de Poesía “Mariano Roldán“ 2007



Si es cierto que gran parte de la crítica especializada en la poesía española de estas últimas décadas no parece haber querido entender de otra corriente de nuestra lírica que no fuese la de la poesía de la experiencia, ello explicaría que la obra de poetas de la talla de Domingo F. Failde (Linares, Jaén, 1948) no haya alcanzado el lugar de honor que merece entre los poetas de su generación, que viene a coincidir por edad con la de los novísimos; si bien es la suya una obra de carácter singularísimo y marcada personalidad, como así debe ser la de todo poeta verdadero. Por situar, situemos la poesía del vate linarense residente en Jerez dentro de esa poética del desencanto que anima buena parte de la poesía de fines del siglo XX y que, lógicamente, se prolonga en estas primeras décadas del siglo XXI, la cual inaugura, en consecuencia, la lírica española del tercer milenio de nuestra era.
Faílde es autor de unos veinte títulos que han merecido algunos de los más prestigiosos premios del ruedo ibérico y, entre ellos, el “Mariano Roldán” correspondiente al año 2007, que consiguió con Retrato de Heterónimo. Puede que este libro sea considerado por los más entendidos como obra de transición en la trayectoria poética del linarense; lo ignoro a ciencia cierta, aunque algunas de sus más esenciales señas de identidad se encuentran también aquí. Me refiero, cómo no, al tono pesimista y desesperanzado de su obra, al carácter desencantado que se refleja en la misma, a ese acendrado sentimiento barroco que la inspira, tanto por el tema anteriormente mencionado del desencanto como por la recurrencia a otro tema esencial: el de la muerte. Así, pesimismo, desencanto y muerte constituyen tres pilares temáticos esenciales de una poesía tocada, igualmente, por el tema del tiempo y la crítica implacable de una sociedad, la española, que desde los años de la transición democrática no ha respondido a las expectativas que muchos de nuestros intelectuales y artistas habían depositado en ella. Las voces silenciadas como inexistentes por su lucha contra el franquismo, lo han seguido siendo en estos años de democracia; aunque ahora por causas distintas. Me atreveré a decir que esas causas obedecen a una política de marketing editorial y a los intereses manifiestos de una corriente poética dominante: la poesía de la experiencia; a sus grupos, grupúsculos y camarillas, a sus poetas protectores y a sus críticos de postin; y por supuesto a los medios de comunicación que dieron y dan cobertura cobertura a este montaje de cartón piedra, siguiendo intereses editoriales y avisos de entendidos.
Dejando a un lado esta cuestión y, volviendo a Retrato de Heterónimo, hemos de señalar que los textos que integran la primera parte del poemario: La voz en el espejo (catorce en total), constituyen una especie de metapoética, en cuanto que el tema en ellos desarrollado es el de la poesía misma. Integran estos poemas un conjunto de textos lúcidos e ilustrativos de lo que ha sido el ir y venir de las diversas corrientes poéticas en las últimas décadas y, por supuesto, de la poesía del mismo Failde, siempre coherente y consecuente, de una honradez fuera de toda duda y de una singularidad que no se presta a equívocos. Así sucede en “En torno a la pureza” (p. 14), “La reina de la noche” (p. 15), “La poesía es un diálogo de sordos” (p. 17), “Poética apócrifa” (p. 19) o “Poesía en movimiento” (p. 21). La poesía, y la palabra en sí misma, se convierten así en objeto de reflexión y análisis, en tema y expresión de una preocupación relevante.
Los poemas que integran la segunda y la tercera parte (Fronteras y La senda oscura) siguen en lo esencial la estética del conjunto, si bien son más íntimos y desgarrados, más desencantados y lúcidos en el sentir que caracteriza al poeta. Y en consecuencia, también, más desolados, existenciales y metafísicos. Inquietante resulta, por ejemplo, su “Oración del desesperado” (p. 42), que nos deja sin argumentos: “Apóstate, Señor, en la esquina más próxima/ y asáltame en la noche, mientras duerme/ la ciudad y borracho, yo regreso a mi casa./ Que no tiemble tu mano/ al asestar el golpe. Sé limpio,/ pues no cabe mayor piedad que un tajo/ profesional, certero, fulminante,/ sin dar opción al tiempo y sus ardides. Date, luego, a la fuga/ y deja que mi alma muera también conmigo./ La eternidad es tuya: llévate mi cartera (…) La tristeza,/ quédatela, Señor, véndela al peso:/ ella es la suma exacta de mi vida”.
La cuestión de los heterónimos, mal que pese a algunos que han manipulado el tema a su antojo y beneficio, no es exclusiva del poeta portugués Fernando Pessoa quien, es cierto que utilizó varios a lo largo de su vida, entre ellos los de Álvaro de Campos o el de Ricardo Reis. Pero también lo hizo, sin ir más lejos, nuestro Antonio Machado con Abel Martín o Juan de Mairena. Los heterónimos de Domingo F. Failde no son otros que los grandes maestros que le han enseñado a mirar el mundo y a ubicarse en él, o a ver la vida con los ojos de la poesía. Y son muchos: desde Juan Ramón Jiménez a Antonio Machado, desde Luis Cernuda a Gustavo Adolfo Bécquer, desde Quevedo a Góngora y desde el Pablo Neruda de sus inicios hasta el mismo Pessoa o Jaime Gil de Biedma, tan reivindicados, junto a Francisco Brines, por los poetas de la experiencia. Evidentemente, la enumeración sería excesivamente larga para citarla aquí.
Sorprende y cautiva el lenguaje innovador de Domingo F. Failde, lleno de expresiones, metáforas e imágenes de inusual belleza en una poesía de honda raíz romántica y elegíaca, siempre comprometida con la verdad, siempre consecuente con sus principios morales y estéticos. Puede que el poeta no esté obligado a decir la verdad de cuanto es, de cuanto siente y lo constituye. Aun así, la poesía de Failde se ubica en la autenticidad, pues profundiza con lucidez en el desvelamiento del ser y la conciencia. Se trata, por tanto, en su caso, de una poesía comprometida con el hombre de esta hora y con su circunstancia. Es el suyo un compromiso adquirido con la honradez y la verdad, principios que ha defendido siempre desde una postura crítica rigurosa. Y ya se sabe: esa postura no puede conducir sino al ostracismo y al silenciamiento de quienes recelan de un espíritu crítico que no deja de resultar incómodo. El pensamiento libre no puede acarrear sino la soledad y el aislamiento; y ello debieran tenerlo a gala, asumiéndolo con absoluta y total dignidad quienes así han decidido conducirse por la vida. De igual manera sucedió con muchos de los grandes clásicos de la antigüedad y así ocurre ahora. Para otros, sin embargo, el pensamiento acomodaticio resulta ventajoso, pues proporciona mayores prebendas. Faílde, entiendo, no ha elegido el más fácil ni tampoco ha equivocado el camino.   

© José Antonio Sáez

27 de mayo de 2009

Lola Santiago ha muerto. Falleció en Madrid, a los 57 años de edad

















Un infarto de miocardio puso fin a la vida de Lola Santiago, otra poeta que se nos va en esta extraña época, de cuya opción histórica -o post-histórica, como dicen algunos voceros, empeñados en conducirnos a una especie de alzheimer colectivo y castrante-, decantada hacia la tecnología, el consumismo, la cultura mediática y la sumisión económica de las masas, parece derivarse la muerte de la poesía y el óbito obligado de los poetas.
Este reciente sábado, a la ya larga lista de autores fallecidos viene a sumarse Lola Santiago, poeta, narradora y periodista; una mujer rebelde, acostumbrada a nadar contra corriente y a batirse, como una furia, contra la adversidad, la maledicencia y el ninguneo, sin dejarse abatir ni hacer a la tristeza -esa elegante melancolía que comparece en muchos de sus textos- concesión que opacase la luz, a veces negra, de su poesía.
Se nos fue en plena gloria de la edad, cuando a sus 57 años degustaba las mieles de la madurez. Frágil, el corazón de los poetas. Frágil, el pecho que ama la vida. Frágil, la vida misma del hombre o la mujer que, abocados a la realidad, eligen el deseo.
Sea la tierra leve para ella y largo su viaje de retorno a la nada, en tanto la memoria de sus versos echa raíces de belleza y consuelo en este valle de lágrimas.    
© Domingo F. Faílde.-    

Lola Santiago nació en Granja de Torrehermosa (Badajoz) el 2 de febrero de 1952. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, tiene estudios de Solfeo y Piano en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Ha participado en numerosos congresos y cursos nacionales e internacionales sobre Literatura, Música, Pedagogía y Psicología. Es colaboradora habitual del diario "ABC", de "Hoy" de Extremadura y de diversas revistas literarias. Ha dado numerosos recitales en Madrid, Barcelona, La Coruña y Extremadura. Se han hecho eco de su obra poética en diversas antologías y esta ha sido estudiada entre otros por Antonio Zoido, Leopoldo de Luis, José María Barrera, Luis García Jambrina, Manuel Pellecín Lancharro y Juan Carlos Rodríguez Búrdalo.
Desde muy pequeña ama la Pintura, vocación que desarrolla de forma autodidacta y que completa posteriormente en Madrid, en la Academia "Artium-Peña" y con diversos pintores.
Obra poética: Apenas un trazo (Editorial Torremozas. Madrid,1985); Ya no es tiempo de lilas (Editorial Beturia, Coleccíon Dávila. Madrid, 1993); Pulso roto (Cuadernos poéticos "Kylix". Badajoz, 1995); Plenitud del instante (Ediciones Libertarias. Madrid, 1998); De Centro a Boca (Huerga & Fierro Editores. Madrid, marzo de 2004).
Novelas publicadas: Blues del silencio, Sial Ediciones. Madrid, 23 abril 2008.   

(Datos extraídos de la web de la autora)

26 de mayo de 2009

Encuentro con Marcos Ana, testigo lúcido y luminoso de tiempos oscuros















Abro el libro. El AVE que nos lleva a Sevilla sale de la estación. Despacio, se desliza por los raíles y adquiere, poco a poco, su vertiginosa velocidad de crucero, dejando atrás andenes, convoyes detenidos, viaductos, avenidas, carreteras... Definitivamente, Madrid queda a lo lejos, cada vez más distante. La gente habla en voz baja y se escucha, de fondo, la música de un piano.
Abro el libro. Marcos Ana pregunta cómo es un árbol. En la página de respeto, nos dedica estas memorias que hablan de tiempos oscuros, pero sobre todo del amor a la libertad y la vida.
A sus 89 años, de los cuales pasó un cuarto de siglo en las siniestras cárceles franquistas, exhibe una asombrosa lucidez y domina el lenguaje con envidiable maestría. Su presencia en Gijón, con motivo del XII Salón del Libro Español y Americano, dejó una larga estela de encendidos aplausos y un profundo respeto al escritor, al héroe, al hombre que, por encima de todo, proclama su lealtad a unos principios y cuenta su odisea para que todos sepan el precio y el valor de la libertad.
Es grande Marcos Ana y por eso se expresa con sencillez, quitándoles retórica a los hechos que le tocó vivir y sufrir y que él refiere casi en voz baja, pero firme, eso sí, con emoción serena, encendiéndose su mirada cuando nombra a los que murieron o invoca las razones de tanto sacrificio.
Va desgranando el verso y uno atisba los genes literarios de un autor de su edad: Machado, el 27 (Alberti, sobre todo), Miguel Hernández (compañero entrañable de presidio), acaso León Felipe y, desde luego, Pablo Neruda, influyeron en su camino de perfección, allí donde la urgencia y el dolor no lo dejaron en carne viva.
No sé si mis poemas son buenos o malos, afirma tan campante, después de la lectura. Nada más lejos de Marcos Ana que las plumas de marabú y los mohínes de pavo real, frecuentes en la actual poetería. Yo nunca me he considerado poeta -prosigue-, sólo un hombre que ha escrito versos, eso sí, necesarios, en su lucha por la dignidad y la libertad. Toda una poética.
Ahora, mientras el tren atraviesa, casi volando, los campos de La Mancha, recuerdo mis encuentros anteriores con el poeta, el luchador incansable, el hombre íntegro (sí, sí, me acuerdo de esa noche en la emisora, tú, yo, alguien más, y un poeta de derechas...). Y el almuerzo que compartimos junto al Cantábrico.
Por dignidad, libertad y coherencia -porque el mérito es obvio- lo he traído a esta página.  

© Domingo F. Faílde.-

Dolors Alberola presentó “Del lugar de las piedras”. El acto se celebró el pasado domingo en el acuario de Gijón

















Por extrañas razones -suponiendo que las hubiera-, un acuario se convirtió en marco y sede de la presentación de un libro de poemas. Así, con atrezzo de parque jurásico y el cautiverio sarraceno de muchos peces, asistimos a la puesta de largo del libro Del lugar de las piedras, sobriamente editado por Yaganes, un sello que, suscribiendo las palabras de su director, el poeta Luis Sepúlveda, en su escueto discurso introductorio, no dudamos en calificar de heroica, pues publicar poesía con la que está cayendo en estos pagos, más que heroísmo, se antoja locura y, más que locura, suicidio.
Por fortuna, no todo el mundo está cuerdo, gracias a lo cual el VI Premio de Poesía “Alonso de Ercilla” nos ha deparado este libro bellísimo, a cuyo conjuro el salón de usos múltiples del susodicho acuario gijonés vio cubierto su aforo por un público interesado y entendido que, desgraciadamente, hubo de quedarse con la miel en los labios, a causa de esa aciaga moda, cada vez más arraigada, de no aburrir (?), no cansar (?), no hacer gasto (?)... Vivimos, está claro, en la época de la microliteratura.
Sin embargo, Dolors Alberola, maestra y veterana, se lo tomó de un modo diferente e hizo suya la máxima de Baltasar Gracián: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Preámbulos, lo justo; poemas, no más de tres, pero bien elegidos y recitados con convicción.
El acto, en cualquier caso, fue hermoso. Y la poesía -en castellano y portugués, con traducción de otro poeta, el luso Rui Costa- ahí está.   

Hacer click aquí para ver el vídeo.   

Redacción.-

20 de mayo de 2009

Lur Sotuela presentó el número 8 de "El invisible anillo"















Con un emocionado recuerdo al recientemente fallecido Mario Benedetti, abrió Francisco Carrasco el acto de presentación del número 8 de la revista El invisible anillo, a cargo de su director, el joven poeta vasco Lur Sotuela, desplazado al efecto desde Madrid.
Tras glosar el contenido de la publicación, que incluye firmas de varia procedencia, algunas tan importantes como Antonio Colinas y otras, sin menoscabo de su calidad literaria, lejanas y desconocidas para el lector español (caso de los hindúes Subhro Bandyopadhyay, Kaushik Chakrabarty y Aryanil Mikhopadhyay), Alberola dio paso a Lur Sotuela, que explicó pormenores de su experiencia como director de la revista y dio lectura a una rigurosa selección de poemas, acabando con los que integran su próximo libro, La espada rota.
Lur Sotuela nació en Bilbao, en 1978. Estudió Imagen y Sonido en el Instituto Oficial de Radiotelevisión (IORTV) en Madrid, especialidad de Realización. Durante varios años ha compaginado su vocación literaria con la actividad en el área audiovisual en diversas productoras y cadenas de televisión. Ha sido guionista y realizador de varios cortometrajes. Fotógrafo de tendencia conceptual, ha realizado varias exposiciones en Madrid. Finalmente, la faceta literaria ha acabado por imponerse y a ella dedica en la actualidad todo su tiempo.
Ha publicado tanto obra poética como crítica en diversas revistas literarias (Nayagua, Pérgola, Cuadernos del Matemático, La Primera Piedra, Fósforo, Acciones Imaginarias, Isla Negra…, etc., etc.). En el año 2004 ganó el premio de poesía Ciudad de Getafe y quedó finalista en el Joaquin Benito de Lucas. Con su libro Los espejos salvajes obtuvo, en 2008, el Provincia de Guadalajara. Desde 2006, está volcado en la edición de la revista literaria El invisible anillo.    

Redacción.-

"Del lugar de las piedras". Dolors Alberola presenta el libro ganador del VI Premio de Poesía "Alonso de Ercilla"



El próximo sábado, día 23, tendrá lugar en Gijón la presentación del libro Del lugar de las piedras. Dolors Alberola ganó con él la VI edición del premio de poesía “Alonso de Ercilla”.
Según la propia autora, el libro, editado en castellano y portugués, profundiza en su obsesión de anular el espacio y el tiempo, capturando lo sucedido y haciéndolo vivir en el presente. Partiendo de esta premisa, el discurso de la voz lírica sigue, para expresarse, dos hilos conductores: por una parte, la memoria histórica, asentada en la realidad de las piedras (monumentos, ruinas; el arte, en definitiva, como elemento de permanencia), y por otra el amor, pretexto literario de numerosos poemas, aun cuando constituye, al modo platónico, una argamasa que confiere cohesión a la realidad. En cualquier caso, lo amatorio queda en segundo plano, en beneficio de lo metafísico.
El jurado, presidido por el escritor chileno, Luis Sepúlveda, estuvo también integrado por los poetas Miguel Rojo, Francisco Alvarez Velasco y Eloy Santos, quienes destacaron del libro ganador la profundidad y dominio del lenguaje que transmite desde una poesía muy arraigada que bebe de clásicos como Juan Ramón Jiménez o Claudio Rodríguez.
El acto, programado dentro de los que vienen celebrándose en el marco del XII Salón del Libro Hispano Americano, comenzará a las 12,00 h., en el Acuario de Gijón.
Con motivo de la publicación de esta obra, editada por Yaganes, en su colección Elogio del Horizonte, Domingo F. Faílde ha realizado una entrevista a la autora, que revela las claves del libro y descubre interesantes aspectos de su poética.   

Para leer la entrevista, hágase click aquí.   

Redacción.-

19 de mayo de 2009

La muerte hizo 'inventario'. El poeta Mario Benedetti falleció el pasado domingo en Montevideo


A la muerte no debe gustarle la poesía. Es natural, pues tan sólo la vida, con sus gozos y sombras, con sus luces y sus melancolías, es capaz de encender ese aliento que arde en el poema, ahíto de pasión, de aire fresco, de aroma. Solamente un inicuo puede arrojar incienso a la guadaña, aplaudir y vitorear a quien, del otro lado, es negación, no más, de la belleza, del bien, del amor.
Anda la triste dama de un lado para otro, ebria de actividad, sin duda porque, vieja, torpe y fea, no soporta lo hermoso, lo lúcido, lo nuevo, y debe molestarle la palabra de los poetas, la palabra de los pensadores, la palabra de quien pronuncia el nombre de lo innombrable. Por eso mata. Por eso se llevó al vientre de su nada a Carlos Castilla del Pino. Por eso se ha llevado a la misma oquedad al que fuera hombre bueno, buen poeta y, si cabe, mejor ciudadano del mundo.
Me estoy refiriendo a Mario Benedetti, que, a sus 88 años, llevaba a sus espaldas toda una vida entregada al oficio más viejo del mundo, que no es el que se piensan los mal pensados, sino la juglaría, el mester de poeta, tan cercano al de profeta, el transgresor andariego que se anticipa al tiempo o que trata de detenerlo a las puertas de la catástrofe.
Con Mario Benedetti, uruguayo universal, español universal, ciudadano del mundo en poblados y aldeas, allí donde los hombres se aferraran al canto para hurtarse a la adversidad, perdemos otro hito de aquel fenecido siglo XX, que puso en solfa todos los valores y vio cómo el fascismo salía de sus cenizas y derrotó al fascismo y, buscando justicia, libertad y trabajo, vio cómo naufragaba la utopía y la voz del poeta, más precisa que nunca, era acallada por los motores, símbolo de un progreso que, lamentablemente, tendrá que esperar.
Salud, maestro. Mientras haya memoria, hambre de pan y sed de justicia; mientras quede una brizna de amor y de belleza, vivirá tu palabra.   

© Domingo F. Faílde.-

17 de mayo de 2009

Carlos Castilla del Pino ha muerto. Era uno de los intelectuales más lúcidos y brillantes de la España contemporánea


Conocí a Carlos Castilla del Pino en los años turbulentos que, ya en el tramo final de los 60, inocularon en la sociedad española el virus de la libertad. Eran tiempos de agitación y cambio, de esperanzas desbordadas y acaso desmedidas, también de ir tomando posiciones en una todavía remota parrilla de salida, que los más vivos supieron aprovechar.
No era éste el caso de Castilla del Pino, que ya empezaba entonces a ser considerado uno de los intelectuales más lúcidos, brillantes e innovadores de un país de catetos en decadencia, harto de nacional-catolicismo y deseoso de sacudirse la caspa maloliente de muchas, muchísimas represiones, comenzando por la que más escocía, que era, a los 20 años de la gente de mi hornada, la represión sexual. Freud, el mítico Freud, dejó sentado era aquella la causa de múltiples neurosis. En España, López Ibor, sin duda iluminado por los cielos, afirmaba que no. También en esto éramos diferentes, a pesar de las suecas que, todos los veranos, alegraban con sus bikinis la Costa del Sol y, a la chita callando, ponían las costumbres de nuestras puritanas abuelas cara al astro rey y patas arriba. Comm'il faut.
Por entonces, el autor de obras como Sexualidad y represión , Cuatro estudios sobre la mujer o La culpa, estaba trabajando en un libro, Psicoanálisis y marxismo, fundamental en nuestra formación. De las ideas que alentaban sus páginas estuvimos hablando una tibia mañana, al final del invierno, en las ya concurridas instalaciones de Sierra Nevada. Lo mismo que Marcuse, llegó a ser un icono de aquellos recios tiempos.
Al cabo de los años, decepcionado o quién sabe, trocó su militancia comunista por el carnet del PSOE. En la recta final de su larga y fecunda trayectoria, dio a la imprenta, entre otros, sus libros de memorias, Pretérito imperfecto (1922-1949) y Casa del olivo (1949-2003), un testimonio imprescindible de la época que le tocara vivir.
El pasado día 15, murió en un hospital cordobés. Su ausencia irremediable corre un negro telón en la escena intelectual de un tiempo, de un país, muy distinto, sin duda, del que soñó.  

© Domingo F. Faílde.-

2 de mayo de 2009

"De Osuna y sus olivos", una hermosa colección de acuarelas de Juan Gómez Macías



Carlos Castilla del Pino, prestigioso psiquiatra y genial escritor -sin duda, una de las cimas intelectuales de nuestro país-, es el autor del prólogo de un libro singular. Me refiero al que, titulado De Osuna y sus olivos -lema de la colección-, recoge una cincuentena de acuarelas, todas ellas relativas al paisaje y la arquitectura de aquella localidad sevillana, obra del pintor sanroqueño Juan Gómez Macías.
No podemos mirar todo -escribe Castilla del Pino-, pero sabemos que son infinitos los motivos para mirar una y otra vez el mundo que nos rodea. Eso caracteriza al artista, con una peculiaridad añadida: plasma en el papel o en el lienzo lo que descubrió son su mirada. Estas acuarelas son ejemplares. Juan Gómez Macías nos ofrece su mirada de Osuna y sus olivos. La monotonía de los olivos vistos se transforma en la singularidad de los olivos mirados por él, hasta conseguir desvelarnos -porque estaban bajo el velo de lo meramente visto- lo que él miró. Toda mirada es personal. Y aquí estamos en Osuna y sus olivos, pero los de él.
En efecto, esta serie de Juan Gómez Macías constituye una verdadera teoría de la visión, que nos hace evocar la metapoética de Guillermo Carnero. Y es que, poeta él también, ha logrado acercarse a la realidad para extraer de ella esa visión personal que, luego, proyectada sobre el papel, origina una nueva entidad. Me refiero a la obra de arte.
Los olivos, arrancados del suelo por el pintor, se alzan sobre la tierra, se anudan a ella, cobran vida y se metamorfosean, a base de líneas curvas y pinceladas sueltas, en paisajes, en rincones, lugares donde el hombre que transcurre posa apenas sus ojos, acribillado por la incandescencia barroca que expresa perfectamente el talante de la ciudad.
Una hermosa colección, que viene a añadirse a la obra, ya ingente, de uno de los intérpretes más singulares de la gran pintura andaluza.   

© Domingo F. Faílde.-

29 de abril de 2009

La magia de la poesía popular andaluza en la obra de Pedro Rivera Cross
















El descrédito que la poesía popular padeció tras la guerra civil española y el trato displicente que le infligieron intelectuales y artistas, obligó a numerosos autores a refugiar sus textos en la música, alimentando con sus letras canciones de todo tipo, desde el cante flamenco al rock & roll, pasando por los llamados cantautores, etc., etc. Sin embargo, gracias a esto, la música popular andaluza vivió momentos de auge en la época de la Transición y en los primeros años de la democracia: grupos como Smash o Medina Azahara, cantantes como Lole y Manuel, el Lebrijano y Rocío Jurado son la punta de lanza de este fenómeno, cuyo impacto en la cultura fue enorme, no menos que su influencia en la posteridad.
Ésta es la opinión de Pedro Rivera Cross, que anoche sedujo al público en el salón de actos de la Escuela de Hostelería jerezana, que aplaudió entusiasmado su intervención.
Pedro Rivera, presentado por su hermano Mariano, poeta, escritor y catedrático de literatura, efectuó después un ameno y brillante recorrido por su propia obra, explicando las líneas maestras de su poética y mostrando sus resultados en la voz de cantantes para los que escribió. Para Rrivera Cross, la poesía popular es la suma de varios factores: texto, música, voz y todo cuanto contribuye a integrarla en la realidad de su tiempo. De ahí el título de lied andaluz que identificaba a este acto.    

Redacción.-

24 de abril de 2009

Rafel Esteban Poullet presentó "El lecho pródigo" en El Puerto de Santa María














Ayer, a las 8,30 de la tarde, tuvo lugar en el salón de actos de la Fundación Rafael Alberti, en El Puerto de Santa María, la presentación de El lecho pródigo, de Rafael Esteban Poullet. El libro, que fue oficialmente presentado en Jerez de la Frontera, a comienzos del otoño de 2008, se acerca de este modo a los paisanos del autor, que asistieron en razonable número al acontecimiento y siguieron con interés la brillante lectura efectuada por el poeta.
Tras las palabras protocolarias de la señora delegada de cultura del consistorio portuense, hizo uso de la palabra Domingo F. Faílde para realizar una breve, aunque certera, semblanza de Rafel Esteban Poullet, destacando su caballerosidad, elegancia y sentido de la belleza, coherentes en todo momento y circunstancia con su concepción humanista del arte y la literatura: Clásico, pero no marmóreo; decadente, pero sin patetismo; transgresor, pero sin escándalo: Rafael Esteban Poullet conjuga las raíces con la modernidad y el fruto es este libro, es este lecho pródigo que, como ofrenda de amistad, nos brinda; un lecho que es metáfora de placer, de alegría, de confort, de reposo, de paz consigo mismo y de armonía con el universo; un lecho que, por encima de todo, simboliza el amor sin fronteras, pues solamente ilímite puede el amor ser tal, y eso lo sabe bien el poeta, que ha aprendido las sabias lecciones de Platón, de Epicuro, de todos los grandes maestros. Porque, puesto a aprender, basta con hojear El lecho pródigo para advertir de donde recibió tan sublimes lecciones y percibir la luz de Afrodita, el resplandor de Apolo y el testimonio, en suma, de la mitología.Intervino seguidamente Dolors Alberola, que efectuó la glosa del libro y comentó las claves de su poética: Un hedonismo inteligente y lúcido -dijo- recorre los poemas de Rafael Esteban Poullet. El poeta, estudioso del mundo antiguo y de la influencia del paganismo en la religiosidad popular de nuestro propio entorno, ha descubierto acaso que, en el politeísmo, las fuerzas, los fenómenos, los misterios de la naturaleza, son divinos a imagen y semejanza del hombre, frente a la concepción judeocristiana, para la cual el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Así, pues, el antiguo paganismo proclama como dogma universal que el hombre es la medida de todas las cosas, de donde se desprende que el canon de la ética, esa regla con que medimos la razón y el sentido moral de nuestras acciones, incluye en sus centiles la búsqueda –en el mundo- de la felicidad, la legitimidad del placer y la posibilidad de encontrarlos y realizarlos en éste que el cristianismo denomina valle de lágrimas, aplazando la dicha a después de la muerte y condicionándola, en todo caso, a la sumisión del sujeto a dogmas y normas que se reputan divinos.Tras la lectura de poemas por el autor, se sirvió un aperitivo, que fue excelente pretexto para una animadísima tertulia.    

Redacción.-

20 de abril de 2009

"Por su trayectoria literaria". Domingo F. Faílde recibirá el premio 'Qastuluna' en su ciudad natal



















En reunión celebrada el pasado día 15, la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural de Linares, Qastuluna, que, desde el 26 de febrero de 2002, trabaja en aquella ciudad en pro del legado histórico y cultural de la misma, ha concedido uno de sus premios anuales al poeta Domingo F. Faílde, como reconocimiento a la amplia e importante trayectoria de su obra literaria.
Se trata de la VI edición de estos galardones, con los que se distingue a personas, colectivos, asociaciones y empresas que potencian los valores del patrimonio artístico linarense.
Domingo F. Faílde nació en Linares el 17 de octubre de 1948. Estudió las primeras letras en el colegio de las Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón, de donde pasó al Instituto hoy denominado Huarte de San Juan para cursar el Bachillerato. Finalizado éste, se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Granada. Tras desempeñar interinamente el cargo de bibliotecario municipal en su ciudad de origen, marchó a Algeciras, donde ejerció como profesor de enseñanza media hasta 2006. Su obra poética se inicia con la publicación de Materia de amor (1979), al que siguieron, entre otros títulos, Cinco cantos a Himilce, Patente de corso, De lo incierto y sus brasas, Náufrago de la lluvia, Manual de afligidos, La Cueva del Lobo, Elogio de las tinieblas, Conjunto vacío, Testamento de Náufrago. Antología poética, 1979-2000, Decomo (en colaboración con Dolors Alberola), El resplandor sombrío, Las sábanas del mar, La sombra del celindo, Región de los hielos perpetuos y Retrato de heterónimo.
La entrega de los premios tendrá lugar en un acto público, que este año se celebrará en el salón de usos múltiples del Museo Arqueológico de Cástulo el próximo día 28 de mayo.  

Redacción.-

19 de abril de 2009

El día 23. Rafael Esteban Poullet presentará su libro "El lecho pródigo" en la Fundación Rafael Alberti



El próximo jueves, 23 de abril, a las 8,30 de la tarde, el salón de actos de la Fundación Rafael Alberti acogerá la presentación de El lecho pródigo, cuyo autor, el poeta portuense Rafael Esteban Poullet, ha querido acercarlo a los lectores de El Puerto de Santa María, su ciudad natal, en fecha tan oportuna como el Día del Libro.
En esta ocasión, el poeta, a quien Domingo F. Faílde definió como uno de los activos más sólidos de la literatura gaditana, estará arropado éste y por Dolors Alberola, que ya lo presentara en Jerez de la Frontera y es además autora del prólogo. En aquel acto, que tuvo lugar a finales del pasado septiembre, Alberola dijo que Rafael Esteban Poullet no es un hombre del Renacimiento, sino un renacentista, porque si lo primero comportaría una forma de epigonismo, lo segundo supone una opción por determinados valores, también en el aquí y en el ahora, rescatando de la tradición lo que tiene de válido para el hombre de nuestro tiempo y aportando a la misma su mirada y un anhelo sereno de transgresión, destacando su inteligente hedonismo y el influjo del paganismo antiguo, cuyo dogma fundamental se centra en el hombre como medida de todas las cosas.
Rafael Esteban Poullet nació en El Puerto de Santa María, en 1935. Se inclinó primeramente hacia la pintura y el cine. Más tarde se decanta por la poesía y la investigación antropológica de la religiosidad popular y su entronque con el paganismo grecolatino. Creador y propulsor de asociaciones culturales, como la célebre tertulia El Ermitaño, ha publicado poemas en revistas y antologías. Su libro Et in Arcadia ego apareció en la colección de poesía del Aula de Cultura José Cadalso (San Roque, FMC, 2001). Su reciente novela Yo, Juan, el discípulo amado (2007) es la primera entrega de una trilogía sobre los orígenes del cristianismo. 

Redacción.-

2 de abril de 2009

Carmen Sáiz Neupaver ofreció una lectura poética, dentro del ciclo 'Miércoles de bohemia', que organiza EH Editores














Carmen Sáiz Neupaver ofreció anoche una lectura poética en la Escuela de Hostelería. Tras las palabras introductorias de Álvaro Quintero Mejía, la poeta fue presentada por Domingo F. Faílde, que pasó revista a su trayectoria, destacando el talante clásico de la autora, en términos de perfección formal, y su lento viraje hacia posiciones estéticas más libres, pero no por ello menos rigurosas.
En efecto, sus últimos poemas reflejan este golpe de timón: Fantasmas personales, temores comprensibles y fundados y esas heridas de la realidad social en que vivimos constituyen el eje temático de una obra incipiente que, paso a paso, adquiere solidez y reclama su sitio. Los primeros alientan por esos pasadizos ancestrales donde habita el amor con toda su corte, mientras que en los segundos se agazapan la muerte, el dolor y aun la propia existencia, con sus lacras, con sus cargas y, sobre todo, con sus incógnitas. Y son tantas y tan hondo se clavan en la sensibilidad de la autora que, a veces -casi siempre, de un tiempo a esta parte- la voz se le derrama y halla en el verso libre -o, mejor, el versículo- el adecuado cauce para llegar al lector.
En esto, como en todo –añadió Faílde-, la poesía de Carmen Sáiz Neupaver se nos muestra coherente con una generación -la suya- que ha empezado a proporcionar algunos nombres y a suscitar también, como no es para menos en estos casos, alguna polémica. Estaríamos -en opinión de Vicente Luis Mora, a quien leí un artículo titulado Juventud: canto y desencanto, tan discutible como esclarecedor- "ante la primera promoción literaria del siglo XXI, integrada por jóvenes para quienes el accidente de tráfico, la caída libre, el atentado terrorista, las peleas callejeras, el conflicto social con violencia incluida, comienzan a ser temas comunes en los poemas".
Carmen Sáiz Neupaver, que está considerada como una de las voces más intensas y con mayor dominio del lenguaje de la joven poesía gaditana, leyó seguidamente una amplia y significativa selección de poemas, centrada en su producción más reciente.
.Redacción.-