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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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15 de noviembre de 2012

"Creado a partir del polvo de la tierra". Chencho Ríos presenta su libro


                 Gregorio Morales escribió en El cadáver de Balzac una definición de poesía, que ha hecho fortuna: misterio más diferencia. Y añadía al respecto: Amo la diferencia antes que lo gregario; busco el misterio antes que la exégesis. La literatura de Chencho Ríos y su poesía, en particular, encajan perfectamente en esta fórmula; tanto y tan bien, que resulta inclasificable, si por tal entendemos  la imposibilidad de ajustarla a las habituales taxonomías, cuanto más a marbetes y demás etiquetas con que suele envasarse, hoy en día, cualquier producto apto para el consumo, incluyendo a la literatura.
                Hay, pues, en Chencho Ríos un rechazo del canon tradicional u ortodoxo, aunque posiblemente, dicho canon prescinde del poeta por pura y evidente incompatibilidad. Chencho Ríos se divorcia del canon, renuncia a sus pompas, obras y vanidades, desdeña las consignas de la moderna industria cultural y entra a saco en la preceptiva y demás catecismos del oficio, resulto a desaprender lo aprendido, olvidar ecuaciones y arquitecturas y, en suma, desnudar al poema a su modo, personal e intransferible, canalla y primitivo posiblemente, pero ante todo auténtico.
                Con estas credenciales, nos trajo el pasado martes un libro de poemas singular, diferente, un libro de poesía Chencho –como él mismo dice-, un milagro –para unos-, una profanación –para otros- y, para casi todos, una provocación, sin que el poeta sea capaz de explicarlo y recurra a una suerte de determinismo, que en parte nos remite a la Grecia clásica y en parte, sobre todo, al pensamiento de Jung.
                Creado a partir del polvo de la tierra es el título, absolutamente revelador, de este libro, mágico y visionario, que Chencho nos invita a transitar. Un libro, pues, adánico, que nos remite al Génesis (véase 2,7), donde dice: Entonces Yavéh Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. El poeta, que es un pequeño dios, como dijo Vicente Huidobro, amasa sus poemas con un barro peculiar: el lenguaje, las palabras; y en el núcleo esencial del poema esas palabras van formando un mundo, un espacio textual donde la idea, caótica al principio o, como dice el autor, casi surrealista, va adquiriendo la forma deseada hasta ser finalmente cuerpo de lo creado  o –también en palabras de Chencho- objeto final.
                Y ese objeto final atrapa en su materia la realidad de un mundo convulso pero simple, áspero pero amable, cruel pero clemente, a veces inhumano y a veces divino, donde cabe el amor, el dolor, la esperanza, la guerra, la paz, la razón y la sinrazón, habitado por seres que confluyen en uno, el hombre, una pequeña criatura condenada a la libertad y abocada a buscar respuesta a sus anhelos. Como dice Pedro Sánchez Sanz –el autor del prólogo -, los poemas de este libro, Creado a partir del polvo de la tierra, se me antojan la narración de una génesis, las palabras del primer hombre sobre la tierra, la voz de un ángel caído que, aún aturdido por el golpe, da la bienvenida a la luz. Volvemos así al principio. Estaríamos ante la descripción de un mundo nuevo. Al fin y al cabo la misión más íntima del poeta es la de construirse un mundo a su medida.
                El autor, que fue presentado por Domingo F. Faílde, delegó la lectura de poemas del libro en voluntarios del público, propiciando así un acto participativo e intenso.

Redacción.-