Ayer, en Damajuana, tuvo lugar la tercera y última sesión del ciclo Noches de Babilonia. La lectura, en esta ocasión, estuvo a cargo de las poetas Josela Maturana y Rosario Troncoso, que lidiaron con éxito la literaria corrida. El numeroso público asistente pudo disfrutar de un erotismo nada manido, salpicado con tintes de cómplice hilaridad. Toda clase de frutas, ciudades, tejidos y un largo etc. se fueron entremezclando en los poemas de Maturana, consiguiendo la fruición carnal precisa para su denominación, en tanto la ironía y el delirio de una juventud sin trabas, asomaba en los de Troncoso. En fin, un ameno y bien tramado recital que hizo las delicias de los asiduos a estas satisfactorias veladas que, junto al ciclo anterior, forman un larguísimo listado que se ha ido devanando durante varios meses y con esta se finiquita.
El acto comenzó con la lectura de un soneto del poeta valenciano Tomás Segovia, recientemente fallecido y unas sencillas palabras de homenaje a cargo de Domingo F. Faílde, que también presentó a las autoras.
Agradecemos, pues, a Francisco Carrasco sus buenos oficios, al Damajuana la amabilísima cesión de ese hermoso patio, a cada uno de los autores su gratuita participación, a todos los asistentes su constancia y apoyo y, cómo no, nos auto-felicitamos porque la empresa no pudo lograr mayor éxito que el logrado: 15 actos en total, 33 poetas -algunos repitieron- y 6 músicos o cantautores pasaron por este foro y dejaron memoria gozosísima en los muchos adictos con que cuenta ese veneno mágico de la poesía. Al margen de los datos -una simple cuestión de curiosidad-, la relación entre el número de autores y el nivel de sus obras se resuelve a favor de este último. No podía ser de otro modo. Quedamos satisfechos y esperamos volver a vernos la próxima temporada.
A finales de de este mes, está prevista la celebración de una lectura colectiva, como cierre de las actividaddes.
Redacción.-