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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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5 de septiembre de 2012

Versos en plenilunio: Chencho Ríos, la noche de un poeta en solitario


                La poesía de Chencho Ríos se caracteriza por su evidente singularidad. Es lo que suele denominarse un poeta-isla, un creador solitario, que realiza su obra deliberadamente apartado de los cánones preestablecidos, las tendencias generacionales y, sin ninguna duda, las modas y esas demandas mediáticas que reducen el panorama literario a una simple cuestión de uniformidad.
                Él es su propio modelo, la medida de todas las cosas, la mirada del hombre que, bajo el cielo estrellado, descubre el universo continuamente, se descubre a sí mismo y concluye que el resultado de su visión es un sueño complejo, como la vida misma, donde se mezclan y caminan juntos la experiencia de lo vivido y la intuición de lo contemplado, generando un lenguaje que, como en la dialéctica de Hegel, va desplegándose, hasta alumbrar esa realidad textual que, en prosa, versículo o cualquier otra técnica, llamaremos, para entendernos, poema, vehículo en cualquier caso de ese extraño portento que denominamos poesía.
                Cuestión de nombres, pues, que indaga Chencho Ríos en los pliegues de la memoria colectiva y en el córtex individual, sirviéndose de técnicas psicoanalíticas, provenientes, en su caso, de Jung. Deja, pues, que la mente –bien individual o colectiva- se exprese en libertad, libere sus fantasmas y salga así al encuentro de su propia liberación, lo cual obliga al poeta a romper las barreras convencionales entre géneros literarios, en un discurso integrador, unas veces hermético, otras cercano al realismo sucio y otras teñido de un lirismo intenso, con el sello indeleble del autor.
                Anoche, en Damajuana, lleno hasta rebosar, ofreció una lectura memorable. Él jura por Snoopy que todo fue improvisado. Increíble, pero tampoco importa; fue lo que fue, un acto hermosísimo, bien medido y mejor conducido, no menos que las palabras del poeta Pedro Sánchez Sanz, que, en menos de cinco minutos, trazó una acertada semblanza de Chencho y, con tanto rigor como pericia didáctica, introdujo a los asistentes en las complejidades de lo que, seguidamente, habrían de escuchar.
                Y escucharon con atención, teñida de asombro y arropada magistralmente por la música de Paula Granados de Osma, una joven y casi inédita pianista, que dejó constancia de su alto nivel, con partituras de gran calado: Grieg, Mompou, Debussy Schoemberg, Béla Bártok, Satie, Granados y otros, que se ajustaron perfectamente a la dicción del poeta y caldearon la atmósfera estética del recital.
                Cuando remite, al fin, el duro estío, confortan estos breves, imprescindibles encuentros con una belleza que el lado oscuro de la historia se empeña en eclipsar.

Redacción.-