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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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24 de junio de 2012

Juan José Téllez, una intensa y hermosa lectura poética


Pertenece Juan José Téllez (Algeciras, 1958) a esa generación de poetas que inicia su andadura en los últimos años de la década de los setenta, al calor -unas veces- y al fragor -las más- de una sociedad movilizada, que aún estaba –o creía estar- recuperando su protagonismo en la historia, luego de un largo ciclo de impuesta hibernación. Ahora, años más tarde, cuando muchos autores de su generación empiezan a eclipsarse, sa voz inconfundible emerge con más fuerza, cargada de razón y de futuro, tal vez porque ambas cosas caminan de la mano y, en la palabra limpia de un poeta, están condenadas irremisiblemente a converger.
Atrás quedaron libros como Crónicas urbanas, el recopilatorio Melodías inolvidables, Medina y otras memorias, Ciudad sumergida, Bambú, Daiquiri, Trasatlántico, Las causas perdidas, Sonados, una segunda recopilación titulada Ciudadelas y sextantes y Las grandes superficies, que cierra de momento su producción poética, y habría que citar su obra narrativa y ensayística, los artículos de prensa, etc., etc.
A la vista de trayectoria tan larga como brillante, es posible que alguien se pregunte si hay vida inteligente más allá o si aquí queda todo. Y la hay, por supuesto, ahora que el autor se encuentra en un momento de plenitud creadora y es consciente además de que el contexto, eso que los pioneros denominaron estructura económica y social, necesita respuestas, acaso contundentes y, desde luego, lúcidas, y que el arte, la silvestre, veterana y acaso decadente literatura, ha de ajustar el dial y el volumen, si no quiere perder la sintonía con un mundo que vive ante el televisor y, como dijo alguien, cautivo y desarmado ante las añagazas de los manipuladores y el fiasco de embusteros y publicistas, jugándose a los dados que otros tiran la libertad, la justicia y la dignidad.
                Hay vida inteligente después de todo aquello. Y Téllez, ligero de equipaje, tal vez no como los hijos de la mar machadianos, sino a bordo de las nuevas tecnologías, suele llevar a cuestas un pequeño portátil con sus obras completas y, lo más importante, con proyectos que pugnan por levantar el vuelo y aterrizar más tarde en las pistas de un libro. ¿Cómo es ésta poesía? ¿Qué aporta o añade a lo escrito? Yo creo que Juan José -dijo Domingo F. Faílde-, a la vista del juego, a todas luces sucio, que se practica en la cancha, ha tomado la decisión del refrán y ha roto la baraja. Su poesía se ha vuelto más directa y, sin perder frescor, humor y rigor, tal vez más arisca, por lo mordaz e hiriente en ocasiones de su propio discurso. El poema ha dejado de ser un escudo donde exhibir las armas, blasones y poderes, y ha pasado al ataque, eso sí, con la ironía más fina, con el sarcasmo incluso como punta de lanza, para mostrar al mundo ese estado de la contradicción que quiere suplantar al de derecho y desbrozar el único camino: el del esfuerzo solidario, la austeridad que reparte y comparte, el amor, la ternura y la fraternidad
                Y éstas, en efecto, fueron las armas que desplegó el poeta en la brillante lectura ofrecida el pasado viernes en el palacio ducal de Sanlúcar de Barrameda, bajo los auspicios del CAL y la Fundación Casa de Medina Sidonia, en el transcurso de las V Jornadas Poesía en Palacio. En la mesa, Faílde, Julio Neira, Lilianne Dahlmann y Juan José Téllez. En el auditorio, numerosos poetas, artistas y público en general. La voz del poeta constituye siempre una revelación.

Redacción.-