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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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21 de abril de 2012

Dolors Alberola: lectura poética en Badajoz


No es fácil, desde luego, llegar a Badajoz y menos todavía utilizando el transporte que, mal llamado público, somete a los viajeros a todas las incomodidades y penurias exigidas por algo tan privado como el beneficio. La cuchilla de la rentabilidad amenaza al viajero desde el momento mismo de planear su desplazamiento:  en tren, desde Jerez a Santa Justa; en taxi, a toda leche, desde el templo del AVE, que sólo va a Madrid, a la antigua estación de Plaza de Armas; y de aquí, finalmente, a Badajoz, haciendo escala en cuantos pueblos, ciudades y villorrios se ponen a tiro a ambos lados de la carretera. Total, cinco horas, sin contar las esperas correspondientes, que no son desdeñables.
Con todo, bien merece la pena recalar en aquella ciudad y llenarse los ojos de Guadiana, luego de haberlo hecho con los tesoros catedralicios, la increíble plaza Alta y, cómo no, el viejo Alcázar, desde cuyas almenas y casi a un tiro de piedra, uno puede seguir la línea de Portugal y el blanco caserío de la ciudad de Elvas. Y no digamos nada si, en un café del centro –el Victoria,  premio Fehr 2011 a la difusión de la cultura en hostelería- nos aguarda el parnaso local casi al completo, con el verso dispuesto y el corazón en la mano.
De la de Antonia Cerrato, organizadora del acto, vendría esta lectura, cuya primera parte convocó a José Luis Antonaya, Joaquín Mangas Guisado, Raquel Matesanz, Amalia Mangas Durán, Carmen Alegre y Félix Gala, que dejaron hermosas muestras de su quehacer.
En el coloquio que siguió a su intervención, Dolors Alberola declaró que su poesía parte, en buena medida, de la aceptación de una realidad: la vida es triste y llega incluso a asentarse en lo sórdido; por eso, consiste su labor en llevar al poema esa tristeza, ese dolor inmenso, las tragedias de cada día, el enigma terrible de la muerte, para extraer de su negrura toda la luz posible y convertirla en belleza. Se refería, de un modo muy especial al motivo fundamental de su último libro, Sobre la oscuridad, del que, a modo de presentación, leyó varios poemas.
Antes, tras explicar su idea de la unidad del tiempo y el afán subsiguiente de suprimir las barreras del espacio y el tiempo en sus poemas, había efectuado un recorrido por su obra anterior, deteniéndose en textos tan significativos como la Oda posterior a la última oda, Cave canem, Biblioteca o Puellae gaditanae.
El acto se cerró con la firma de ejemplares del pulcro cuadernillo que, al efecto, habían publicado los organizadores.
Del viaje de vuelta no hablaremos. Teníamos la memoria en los Campos Elíseos de la poesía.

© Domingo F. Faílde, 2012.-