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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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12 de marzo de 2009

Maribel Tejero, "una poesía cuyo lirismo se trenza en la raíces mismas de lo humano"















La crónica literaria de esta intensa semana alcanzó el miércoles su cenit con la lectura poética de Maribel Tejero, ausente de estas lides desde que, hace tres años, presentara La música de la libertad, hasta ahora su único libro publicado.
Y digo que el silencio, casi nunca bien entendido y casi siempre mal acogido, suele dar resultados favorables: crece el poeta, crece su obra y crece, desde luego, la expectación del público, que, en el caso de la lectura que reseñamos, comprobó que, entre bastidores, se cultiva el rigor y florece, más hondo cuanto hermoso, el poema.
Y el poema sonó, en la voz de su autora, que ofreció las primicias de su próximo libro, luego de refrescarnos la memoria con algunos poemas de su etapa anterior y otros inéditos.
Como dijo Isabel de Rueda, muy sobria y atinada en sus tareas de presentación, en el universo poético de Maribel Tejero el tú y el yo son dos partes que se funden, dos partes que confluyen en esa filantrópica empatía que la caracteriza y que la arrastra a una poesía cuyo lirismo se trenza en la raíces mismas de lo humano.
Porque si es cierto que la poética de Maribel Tejero es una poética
de la cordialidad, y una poética del compromiso, como apuntó Faílde, también es cierto que su poesía aspira, como bien diría Mairena, a trascender esa porción de tiempo y ese espacio que como a todo poeta le ha tocado vivir […] Porque ella sabe que la poesía es un arma cargada de futuro y que la palabra es una llave que nos conduce a esa puerta del ángel fieramente humano.
La lectura, seguida por el público con interés y emoción, estuvo sabiamente planteada y recorrió todos los temas y registros de la autora: los grandes temas –había dicho Isabel de Rueda- las grandes preguntas con sus infinitas repuestas, la muerte, la soledad, Dios, el amor, la injusticia… Su deseo: el de cambiar el mundo.    

Redacción.-