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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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1 de febrero de 2013

Domingo F. Faílde presentó "La mala letra" en Jerez


En la mayoría de los poemas del libro –dijo Mariano Rivera en sus palabras de presentación-, el poeta nos transfiere la sensación de fracaso, es decir, la distancia que existe entre el “yo” y el “ideal del yo”, en parte por el halo romántico que envuelve a los perdedores (uno de los más reconocibles mitos del cine y la literatura) y una cierta estética de indiferencia hacia las cosas terrenales que preocupan a la inmensa mayoría.  
Y tal como ocurre con el poema “Ulises” del poeta Javier Salvago, Domingo F. Failde aborda el tema de la vida malgastada, y sabedor de ello no posee las fuerzas necesarias para rebelarse contra el fracaso ni para aceptar algunas tentaciones que acentúan la sensación de pérdida del vigor y las ilusiones juveniles. Por eso existen poemas que hacen referencia directa al sentimiento de pérdida de la niñez, de las pérdidas inevitables que ocasiona el paso del tiempo, la erosión del amor, la rigidez de la soledad o la amargura de los recuerdos. Y por ello nos llega a decir el autor, como Gil de Biedma, que “nada, vacío, significa nada, vacío” y todo es mentira: “el mundo y sus pompas son un fraude una trampa la vida”.  
Estos párrafos podrían resumir la opinión de Mariano Rivera sobre La mala letra, que ayer presentó en Jerez Domingo F. Faílde, finalista del Premio andaluz de la Crítica, en un acto celebrado en la Fundación Caballero Bonald.      
El libro, en cualquier caso –ahora en palabras del propio autor-, posee dos lecturas paralelas; reflexiona, por una parte, sobre el sentido o sinsentido de la existencia humanas y, por otra, sobre el de la literatura, en tanto que reflejo de la primera, aun cuando ambas interactúan y llegan, en ocasiones, a confundirse.      
Pese a todo, aunque –citando a Baudelaire- el jardín del Edén será siempre el liugar donde no se está y el tiempo donde no se vive, para Mariano Rivera La mala letra no es un libro que pueda, sin más, tacharse de negativo: Yo diría más bien –afirmó- se trata de un libro realista, porque más allá del sentimiento desgarrador del yo poético, es decir el personaje poético del libro proyectado tantas veces en primera persona, Domingo F. Failde, como poeta de altura, en sus poemas nos revela la condición humana, cumpliendo con el principio básico de universalizar el contenido de sus versos, creando esa mutua y recíproca identificación entre autor y lector. El libro, en fin, responde a la más cruda realidad del hombre y la mujer contemporáneos, tiempos éstos en los que el autor vive como tantos otros seres humanos, rodeado de incertidumbres, sin valores donde aferrarse y por lo tanto, abocados al fracaso.      
Siguiendo su costumbre, Domingo F. Faílde leyó seguidamente una rigurosa selección de poemas del libro, que fue desgranando serenamente, como se arroja al viento una semilla, esperando quizá que fructifique en luz.

Redacción.-