En el prólogo a También mis ojos, de Laura Rosal (Jerez de la Frontera, 1988), dice Andrés Neuman: Extranjería, noche, luz y ojos. Esas son las cuatro raíces de este libro de bienvenida. No le falta razón, pues basta una somera lectura de esta obra para saber en dónde la poeta (ella también detesta el término poetisa) tiene puestos los pies y las pupilas: allí y aquí, atrincherada en su propia mirada, consciente de que la vida, lo mismo que la fotografía, configura las cosas con la luz y la oscuridad, de tal modo que, sin la una o la otra, nada percibiríamos y el mundo se hundiría en un mar de tinieblas, más oscuro que la propia oscuridad.
Que una poeta joven se plantee su quehacer desde estas lindes y extraiga a su coherencia una no desdeñable cuota de autenticidad, emoción y belleza, es algo que supera los consabidos tópicos acerca del brillante porvenir que le aguarda para, sencillamente, con los pies en la realidad, reconocer que estamos ante una voz singular, con un lenguaje propio y una visión experimentada, capaz de mirar a su alrededor desde el ángulo más adecuado y propicio, revisando en el texto las ideas, sus nombres, alumbrando el poema.
Los espacios más íntimos del bar Damajuana acogieron en la tarde de hoy la presentación de este libro, publicado por Cangrejo Pistolero Ediciones, en su colección Cuadernos Caníbales, que, en palabras de su responsable, Nuria Mezquita, se propone sacar a la luz voces jóvenes. Falta hace, donde pocos arriesgan, fuera de lo sagrado y con-sagrado. El caso es que este acto, inteligentemente conducido, supo mostrar la realidad de un libro y la personalidad de su autora, protagonista de un conato de performance que, vídeo incluido, puso en escena los poemas más significativos de este También mis ojos, ante el público, numeroso e interesado, que llenaba las dependencias del establecimiento anfitrión.
Habrá que leer el libro con más detenimiento, conscientes de que Laura Rosal no es una voz de tantas: en la fuerza de su verso, la intensidad de su palabra –parca y atinadamente adjetivada- y su indudable originalidad, se perfila una poeta excelente, con la que, en adelante, será imprescindible contar.
Redacción.-