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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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29 de abril de 2010

"Los labios de Epicuro". Lectura poética de Rafael Esteban Poullet, dentro del ciclo "Miércoles de bohemia"


Humanismo, hedonismo, lenguaje, son las fuentes fundamentales donde bebe la lírica de Faelo, tributario de una filosofía, una ciencia, un arte, una política, de cuya semilla ha crecido y fructificado el árbol de la Utopía. El lenguaje, pulcramente bruñido y refinado siempre, nos conduce al común territorio de la experiencia, eso sí, trascendida por el irrenunciable ejercicio de la razón, sin la cual el placer no sería posible ni, desde luego, humano.    
Clásico o helenista, pero nunca marmóreo; decadente, pero sin patetismo; transgresor, pero sin escándalo: Rafael Esteban Poullet conjuga las raíces con la modernidad y el fruto, ya maduro y consagrado, es su poética, que, como no podía ser menos, concibe a la manera aristotélica, como ciencia del arte de crear, que ha inspirado las páginas bellísimas de Yo, Juan, el discípulo amado, una novela excelente, y, sobre todo, los poemas de El lecho pródigo; un lecho que es metáfora de placer, de alegría, de confort, de reposo, de paz consigo mismo y de armonía con el universo; un lecho que, por encima de todo, simboliza el amor sin fronteras, pues solamente ilímite puede el amor ser tal, y eso lo sabe bien el poeta, que ha aprendido las sabias lecciones de Platón, de Epicuro, de todos los grandes maestros. Porque, puesto a aprender, basta con hojear El lecho pródigo para advertir de donde recibió tan sublimes lecciones y percibir la luz de Afrodita, el resplandor de Apolo y el testimonio, en suma, de la mitología.     
Hay un sabio erotismo en su poesía. Un erotismo tan sutil a veces, que parece templado como las cuerdas de una guitarra o las teclas de un piano, para que suene con suavidad, como una caricia.    
Es consciente Faelo de que el eros platónico es fuerza poderosa, pero abstracta, y por este motivo tiende a la calidez de los cuerpos, instrumento también de su integración en el cosmos.     
Se ha dicho muchas veces que el poeta es, ante todo, creador de atmósferas y que en eso, tal vez, consiste la magia –el término es, desde luego, impreciso- de la poesía. La de Rafael Esteban Poullet es, en cualquier caso, inequívoca, de manera que sus lectores tardamos pocos versos en sentirnos arrebatados o, mejor aún, abducidos por el pincel verbal del autor que, más allá de la mera escenografía o la ornamentación parnasiana, consigue trasladarnos a su tiempo, qué el expresa en no pocas ocasiones en términos de era de Augusto o ab urbe condita, creando así un espacio literario en el que, muchas veces, no sabemos dónde termina la ficción y comienza la realidad. Y si esto es evidente en su poesía, quienes se adentren en su ya mencionado Yo, Juan, percibirán también que lo fingido o imaginado se acerca mucho –alguien dirá que peligrosamente- al apócrifo.    
Con estas palabras, que siguieron a las de bienvenida, a cargo de Álvaro Quintero, concluyó Domingo F. Faílde la presentación del poeta que anoche intervino, dentro del ciclo Miércoles de Bohemia. A pesar de la competencia del fútbol –una auténtica lacra para la cultura-, Rafael E. Poullet logró un lleno más que razonable en el salón de actos de la Escuela de Hostelería. Los poetas y, en suma, los amantes de la literatura no faltaron a la cita y el autor dio lectura a sus versos, sabiamente hedonistas y hermosos.   
        
Redacción.-

28 de abril de 2010

Apta para menores. Dolors Alberola ofreció una lectura poética en el Colegio Público “Miguel de Cervantes”


Acercar la poesía al medio escolar es, aparte de tarea meritoria, una aventura heroica, que muy pocos poetas se atreven a emprender, y, en todo caso, respuesta insoslayable a una necesidad, salvo que apostemos por un futuro estéticamente castrado, a merced de una sarta de mercaderes tan idiotas como avarientos. Pues, más allá del juego de palabras, no hay ética sin estética.  
Otra cosa, por supuesto, es lo que a los alumnos se proporcione, y aquí nos la jugamos profesores, autores, toda la sociedad.    
El Colegio Público Miguel de Cervantes –un lujo educativo, en pleno centro de Jerez- ha cerrado los actos de su Semana del Libro con la inauguración de una espléndida biblioteca escolar y un recital a cargo de Dolors Alberola, que, en esta ocasión, ha aparcado sus libros más notables, para despertar, como al príncipe de los cuentos, otros textos, concebidos, creados y editados, caso de Trizas (1982), o incomprensiblemente inéditos, para el núcleo más joven del público lector.     
A lo largo de una hora, la palabra –tremenda potestad que, en ese m ismo edificio, dictó sentencia de muerte contra los mártires de la Mano Negra- se vistió de inocencia, por obra y gracia de la poesía. Fue, en cierto modo, un ejercicio de purificación, que corona, sin duda, el esfuerzo de los maestros, luces imprescindibles de cualquier sociedad civilizada.  
           
Redacción.-

22 de abril de 2010

Paco Algora: "Y, humildemente, pido la palabra…" El conocido actor y escritor ofreció una magnífica velada literaria


Acostumbrados al divismo y la egolatría, que son norma entre la grey literaria, sobrecoge la sencillez de Paco Algora, un magnífico actor de reparto que ha protagonizado casi medio siglo de cine español, a cuya dignificación contribuyó como pocos. Se inició, sin embargo, en el teatro, integrado en un grupo ya mítico: los Goliardos, que rompieron con la tradición dominante en la escena española y revolucionaron técnica, argumento e interpretación, al más alto nivel, cuando la más mínima innovación constituía una auténtica heroicidad. Hoy, sin dejar de ser lo que fue, es también escritor, con dos libros publicados: Romance de locos, coplas de ciegos y Me llamo Jonás: vengo del vientre de la ballena y humildemente pido la palabra.    
Y con esa humildad, la pidió y la tomó, ayer por la tarde, en la librería Hojas de Bohemia, pero no para sí. Su voz lanzó a los vientos la de otros poetas que, lamentablemente, han sido arrinconados por el sistema y amordazados por los secuaces del pensamiento único. León Felipe –imprescindible en los años de la denominada transición-, Gabriel Celaya –que murió en la miseria, mientras medraban otros, crecidos a su sombra- y Miguel Hernández –a quien se intenta recuperar, descafeinándolo- sonaron a gloria y emocionaron a la concurrencia, mientras el bueno de Paco Algora ponía los puntos sobre las íes, denunciando la creciente manipulación del arte y la cultura, las máscaras de la nueva censura y la amnesia de todo un pueblo.    
Lo hizo como sabe, como el actor que es, dejando el escenario y tomando al asalto el patio de butacas, para interactuar con el público. Lo logró y el acto, concebido como mera lectura, dio paso a una tertulia sabrosísima, en la que todos participaron, prolongando el debate hasta agotar el vino y el horario.    
         
Redacción.-

21 de abril de 2010

XXIV Premio Unicaja de Poesía. Juan José Téllez presentó en Cádiz "Las grandes superficies"


Dijo Felipe Benítez que el jurado de un premio literario está siempre compuesto por personas educadísimas, que discuten civilizadamente sus diferencias y argumentan con elegante serenidad. Cierto será, si él lo dice; que, al menos, experiencia no le falta. Y sea como sea, no hubo en esta ocasión discrepancias, pues Luis García Montero, José Manuel Caballero Bonald, Manuel Alcántara, Antonio Garrido Moraga y el propio Felipe Benítez, integrantes del que falló la XXIV convocatoria del premio Unicaja de poesía –antes Rafael Alberti, cuyo nombre cayó del cartel, ante el empuje de la pasta gansa-, coincidieron desde el primer momento en valorar las altas cualidades del libro ganador.    
Pues nada que objetar, si el mencionado se titula Las grandes superficies y es su autor un poeta tan enorme como Juan José Téllez, que ha sabido volcar en los cuarenta y seis poemas que lo componen su acreditado oficio, su inconfundible estética, su compromiso ético y su capacidad de conmover con el aliento de su palabra, siempre precisa y siempre sugerente, con la fuerza de sus convicciones y con esa ironía que suele poner el dedo en la llaga, sin incurrir jamás en la humorada fácil ni el denuesto vulgar. Y es que Téllez, poeta de raza, no escatima peligros ni rehúye los retos que supone dar en toda ocasión un salto hacia delante, a pecho descubierto y sin red. De ahí que sus poemas, sin tirar por la borda la herencia de su propia tradición, siempre suenan a nuevo, desbrozan senderos y dejan en la boca de sus lectores el sabor genuino de la mejor poesía.    
Así lo demostró, leyendo una cuidada selección de poemas del libro, que fueron aplaudidos hasta la apoteosis.    
Al acto, que tuvo lugar anoche en la sede de Unicaja, en la capital gaditana, acudió numeroso público, que rebasó la capacidad de la sala: poetas, escritores, sindicalistas de la vieja guardia, políticos, paisanos y muchos amigos. Memorable, en verdad.  
     
Redacción.-

16 de abril de 2010

"El software de la inmortalidad". Mariano Rivera presentó su libro en el Ateneo de Madrid. Intervinieron en el acto José Luis Abellán y Antonio J. Huerga


Como estaba previsto, anoche tuvo lugar la presentación de El software de la inmortalidad, de Mariano Rivera Cross, editado por Huerga & Fierro. El acto tuvo lugar en el Ateneo de Madrid y al mismo asistió numeroso público.  
José Luis Abellán, autor del prólogo, destacó la importancia del libro, que considera único en lengua española, y acaso también en otras lenguas, que aborda la gran problemática con que ha de enfrentarse el hombre de nuestro siglo, como es la de encauzar correctamente la aún utópica conquista de la inmortalidad. Tras hacer alusión a los dos libros de poesía anteriores de Mariano Rivera, Dioses y héroes en retirada y El cielo que nunca habló, trazó el recorrido paralelo que guardan dichos libros con el concepto de Matadores de Dragones creado por Nietzsche, como héroes encargados de acabar con las mentiras vitales, en especial la de Dios; y, tras haber dejado la herencia de los diferentes matices que adquiere el existencialismo del siglo XX, El software de la inmortalidad se alimenta de la cosmovisión de la actual filosofía imperante en el mundo, más allá del occidental, que no es otra que el Transhumanismo, aliado a las ciencias tecnológicas. Y más allá de hacer referencia al aspecto formal, tal como ocurrió a principios del siglo XX con los ismos, de ruptura de géneros, terminó destacando el peso específico de la obra poética de Mariano Rivera que, sin duda, la historia de la literatura -más allá de los momentos que estamos viviendo, de espaldas a la intelectualidad- tendrá en cuenta, incluyendo a su autor como bisagra de una nueva era poética, heredera del postmodernismo, el transmodernismo.     
Por su parte, el editor Antonio J. Huerga destacó la valentía y originalidad del libro, valores que le impulsaron, sin dudarlo, a apostar por él, en espera que llegue a tener el eco que se merece por su importancia en el devenir de la decadente poesía española actual.    
Cerró el acto Mariano Rivera, que, tras los prolegómenos de rigor, leyó varios poemas del libro y firmó numerosos ejemplares.    
          
Redacción.-

13 de abril de 2010

Ángel Hortas, un paseo por el Romanticismo, de la mano de Robert y Clara Shumann


Tras el paréntesis de la Semana Santa, el retorno a la normalidad cultural nos ha deparado un encuentro con la belleza, de la mano –una vez más- de Ángel Hortas, pianista, profesor, director de orquesta, un músico genial que, allá donde se prodiga, deja honda huella de su talento y el poso indefinible de su pasión estética.    
Anoche, aparcadas las partituras, que son su elemento natural, dictó una conferencia sobre los músicos Robert y Clara Schumann, acaso las más altas cimas del Romanticismo alemán, al menos en su vertiente tradicional o conservadora.    
Ángel Hortas disertó con amenidad, casi en clave docente, con la misma fluidez con que las notas adquieren en sus manos esa corporeidad que las dota de vida y las transmuta en arte. Fue un discurso lineal, ordenado, con los saltos precisos o flash-back para no dar espacio a la monotonía ni dejar en el tintero temas e historias colaterales, imprescindibles para la comunicación oral de dos biografías no poco complejas, sin agobiar con datos superfluos ni escatimar los fundamentales.    
Sin embargo, lo más importante consistió en que estas vidas, protagonistas de la conferencia, fueron adelgazándose en el discurso, hasta convertirse en un retrato espléndido del espíritu romántico, con trazos vigorosos y, sobre todo, con una saludable, elegante pasión.    
Faltó, sin duda alguna, la música, cómo no, y hubiera sido hermoso coronar este acto con una audición. Pero el tiempo posee sus propias normas y el maestro, que habló durante más de una hora, ante la atenta devoción de los asistentes, no quiso ser prolijo.    
Una vez más, nos deparó una noche memorable, llena de hallazgos y curiosidades, y nos dejó el sabor del auténtico arte.    
         
Redacción.-

9 de abril de 2010

"El software de la inmortalidad", nuevo libro de poemas de Mariano Rivera Cross. La presentación oficial tendrá lugar el próximo día 15, en el Ateneo de Madrid



La editorial Huerga & Fierro acaba de sacar a la luz El software de la inmortalidad, del poeta Mariano Rivera, que fue finalista del Premio de Poesía Hermanos Argensola, en su más reciente convocatoria. El libro será presentado el próximo día 15, a las 19,30 h., en el Ateneo de Madrid. En el acto intervendrán, además del autor, el editor Antonio J. Huerga y el profesor Dr. D. José Luis Abellán, catedrático emérito de la Universidad Complutense y Premio Nacional de Ensayo, que ha prologado la obra.    
El día 24, también a las 19,30, se efectuará una nueva presentación, esta vez en el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, y está previsto hacer otro tanto en Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María, el próximo mes de mayo.    
En opinión del profesor Abellán, El software de la inmortalidad es un libro de poesía con visos de Manifiesto, puesto que en el mismo, además de incorporarse gran parte de los aspectos formales de la poesía postmodernista, las citas que acompañan a la mayoría de sus poemas se convierten en parte esencial de sus contenidos, alumbrando la esencia temática del libro, que no es otra que la postura presente del ser humano ante los postulados de la filosofía transhumanística, asociada en todo momento a las ciencias tecnológicas cibernéticas del recién inaugurado siglo XXI, con la originalidad de adoptar el poeta una diversidad tal de puntos de vistas, que le transfiere al libro un toque distintivo de libertad, ironía exenta de sarcasmo, y compromiso religioso. Entendiendo por religión la necesidad del Hombre de estar religados a un misterio insondable, crisol de Espíritu y Belleza.     
Mariano Rivera Cross nace en Jerez de la Frontera, en 1945. Licenciado en Literatura Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Cursó estudios en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) de Madrid, dirigiendo desde entonces a numerosos grupos de teatro independientes. Catedrático de Lengua y Literatura Españolas en el I.E.S. “Padre Luis Coloma” de Jerez de la Frontera. Fundador de la tertulia “La Parra vieja” jerezana, que más tarde se convertiría en la tertulia portuense “El Ermitaño”,  decana de nuestro país. En la actualidad comparte su residencia entre El Puerto de Santa María, Madrid y El Escorial.    
Ha publicado los libros de poesía: Siluetas verticales (1996), Dioses y héroes en retirada (Premio Tomás Morales 2006) y El cielo que nunca habló 2009); las novelas Dulce virus de la transición (2004), La Parrilla invertida (2008) y Sofonisba Anguissola. Una pintora italiana en la corte de Felipe II (2010, en imprenta); y los libros de teatro: Offmóvil I. Añicosmos y Entremesiglos (2000), Offmóvil II. Añicosmos y Entremesiglos (2001), y Offmóvil III. Añicosmos y Entremesiglos (2003).    
    
Redacción.-